“Lone Star Lockup”, el nuevo centro de detención de inmigrantes en Texas: fotos y videos
La administración de Texas pretende alcanzar las 38,000 camas para detención de inmigrantes antes de finalizar el 2025

Se han incrementado considerablemente las detenciones de inmigrantes a merced de los agentes de ICE. Crédito: Charles Reed | AP
El Lone Star Lockup, recién inaugurado en la base militar de Fort Bliss, en El Paso, se ha convertido en el mayor centro de detención de inmigrantes en la historia de Estados Unidos, presentado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, como un logro de su administración.
El complejo inicia operaciones con 1.000 camas y contempla ampliaciones que elevarán su capacidad a 5.000 personas. Con inversiones superiores a los mil millones de dólares, el proyecto ha generado tanto elogios como fuertes cuestionamientos sobre costos, transparencia y respeto a los derechos humanos.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Lone Star Lockup alojará a personas en proceso de deportación o con órdenes finales de expulsión. La agencia destacó que su apertura permitirá “agilizar los procedimientos” en línea con la política migratoria impulsada por Donald Trump.
La subsecretaria, Tricia McLaughlin, incluso habló de un esfuerzo a “velocidad turbo” para llevar a cabo deportaciones masivas, respaldadas por un presupuesto sin precedentes: más de 45.000 millones de dólares destinados a detención migratoria en 2025.
El plan de seguir deteniendo inmigrantes
La iniciativa forma parte de un plan más amplio que incluye la habilitación de otras bases militares y contratos con cárceles privadas. En Texas, la capacidad de retención de inmigrantes se duplicará hasta alcanzar 38.000 camas antes de fin de año, según informes del Washington Post.
La elección de Fort Bliss no es casual. La base militar ha tenido un rol recurrente en la política migratoria estadounidense. Durante la Segunda Guerra Mundial albergó un campo de internamiento para ciudadanos de origen japonés, y décadas después fue escenario de alojamiento masivo de niños inmigrantes no acompañados bajo las administraciones de Barack Obama y Joe Biden. Sin embargo, en 2021 surgieron denuncias sobre mala gestión en el cuidado infantil y riesgos sanitarios en sus instalaciones.

La inauguración de Lone Star Lockup ha provocado un fuerte debate político. Mientras republicanos como Tony Gonzales y John Cornyn celebran la apertura como un paso firme en la aplicación de la ley migratoria, demócratas como Veronica Escobar cuestionan el gasto millonario en un proyecto que, a su juicio, podría destinarse al desarrollo comunitario en El Paso.
Las críticas no se limitan a la política. Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) advierten que el aislamiento de los detenidos en bases militares limita su acceso a abogados y familias, aumentando el riesgo de abusos y negligencia.
Activistas locales también han alertado sobre las altas temperaturas del desierto de Texas y las condiciones precarias de las instalaciones tipo carpa, comparándolas con el polémico centro de Florida conocido como Alligator Alcatraz.
En este contexto, Lone Star Lockup simboliza tanto la magnitud del aparato migratorio estadounidense como la profunda polarización en torno a su implementación.