GM pausa producción de eléctricos por baja demanda
General Motors anunció una pausa en la fabricación de algunos de sus modelos eléctricos más costosos, como la GMC Hummer EV y la Cadillac Escalade IQ

Fábrica de General Motors. Crédito: General Motors. Credit: Cortesía
La industria automotriz de Estados Unidos vive un momento de ajustes. Aunque en los últimos años los vehículos eléctricos fueron vistos como el futuro inmediato de la movilidad, hoy el panorama luce más complejo.
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General Motors (GM), una de las compañías que más ha invertido en electrificación, tomó la decisión de frenar de manera temporal la producción de algunos de sus modelos más exclusivos.
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La medida se aplicará en la planta de Detroit-Hamtramck, donde se fabrican modelos insignia como la GMC Hummer EV y la Cadillac Escalade IQ. Ambos se destacan por su lujo, potencia y tecnología, pero también por un precio que supera los $100,000 dólares, lo que limita de forma natural su alcance en el mercado.
GM ya había hecho ajustes similares meses atrás, cuando suspendió la fabricación de la GMC Sierra y la Chevrolet Silverado en abril. Ahora, la historia se repite con dos modelos de gran prestigio, pero cuyas ventas no logran justificar la continuidad de la producción al ritmo planeado.
Una pausa estratégica para GM
La compañía comunicó que la suspensión en Detroit-Hamtramck arrancará justo después del Día del Trabajador y se mantendrá hasta el 6 de octubre. Durante ese periodo, los dos turnos de trabajo de la línea de eléctricos quedarán inactivos.
El impacto directo alcanza a unos 360 empleados, dentro de una planta que en total ocupa cerca de 4,000 personas. Sin embargo, GM aclaró que no se trata de despidos, sino de una pausa operativa destinada a ajustar costos de producción.
La compañía busca evitar acumulación de inventario y optimizar recursos en un mercado que todavía no muestra una adopción masiva de los eléctricos.
El reto de vender autos eléctricos caros
El caso de la GMC Hummer EV y la Cadillac Escalade IQ refleja uno de los grandes desafíos del sector: los precios elevados limitan la base de clientes.
Mientras la mayoría de los consumidores en Estados Unidos continúa inclinándose por vehículos de combustión o híbridos, los eléctricos de lujo enfrentan un mercado reducido.
Ambos modelos representan lo más avanzado de la tecnología de GM en electrificación, pero también lo más costoso. Sus precios, que superan los $100,000 dólares, los colocan en una franja donde la demanda es baja y la competencia no proviene tanto de otros eléctricos, sino de vehículos premium tradicionales.
Frente a este escenario, GM opta por detener temporalmente la producción, permitiendo que el inventario existente pueda atender a la limitada demanda sin necesidad de generar un exceso de unidades.
La dinámica del mercado estadounidense
En Estados Unidos, la realidad es que los eléctricos todavía ocupan un lugar secundario en comparación con otras opciones. Aunque han crecido en visibilidad y cada vez más marcas ofrecen alternativas, el consumidor promedio sigue priorizando los autos a gasolina o los híbridos como alternativa intermedia.
Esto ha obligado a fabricantes como GM a repensar sus estrategias. La apuesta por una electrificación masiva se enfrenta a obstáculos que van desde la infraestructura de recarga, que aún es insuficiente, hasta los precios elevados de algunos modelos.
De paso, factores políticos, como la reducción de incentivos gubernamentales a la compra de eléctricos, han restado atractivo a este tipo de vehículos.

Otros eléctricos de GM, en mejor posición
No todos los modelos eléctricos de GM enfrentan las mismas dificultades. En el portafolio de Chevrolet destacan la Equinox EV y la Blazer EV, que se producen en México y cuentan con precios más accesibles.
Estos vehículos han tenido un mejor desempeño en ventas gracias a que se ubican en un rango más competitivo dentro del mercado.
De hecho, la estrategia de la compañía contempla que estos modelos sean su punta de lanza para acercar los eléctricos a un público más amplio. GM incluso analiza la posibilidad de trasladar la producción de algunos de estos modelos a Estados Unidos, con el fin de reducir costos logísticos y cumplir con requisitos de producción local en programas de incentivos.
La diferencia de ventas entre estos eléctricos más accesibles y los de lujo como la Hummer EV o la Escalade IQ marca el contraste en la aceptación del consumidor. Mientras los primeros logran mayor volumen, los segundos se mantienen como productos de nicho, con poca rotación.
Ajustes sin abandonar la visión eléctrica
La decisión de pausar la producción no significa que GM esté abandonando su apuesta eléctrica. Por el contrario, forma parte de una estrategia de ajuste a corto plazo para evitar desequilibrios financieros.
La compañía ha reiterado en diversas ocasiones que mantiene su compromiso con un futuro electrificado y que seguirá invirtiendo en nuevas tecnologías.
En este sentido, la suspensión en Detroit-Hamtramck debe entenderse como una maniobra temporal, orientada a calibrar el ritmo de fabricación con la demanda real del mercado.
Impacto en la planta y los trabajadores
El anuncio afecta directamente a unos 360 trabajadores de la planta, quienes permanecerán suspendidos hasta octubre. No obstante, GM insistió en que no se trata de recortes de personal.
El resto de la fuerza laboral de Detroit-Hamtramck, estimada en unos 4,000 empleados, seguirá operando en otras áreas de la fábrica.
La medida busca garantizar la viabilidad económica de la producción eléctrica sin comprometer el futuro laboral de la mayoría de los trabajadores, algo que la compañía considera clave en medio de un mercado que todavía no termina de consolidar su transición.
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