Listado: los 5 autos usados que conviene evitar en EE.UU.
Expertos señalan cinco modelos que, pese a su popularidad inicial, acumulan problemas de rendimiento, costos elevados y falta de comodidades modernas

Nissan Frontier 2025. Crédito: Nissan. Credit: Cortesía
Comprar un auto usado en Estados Unidos se ha convertido en una alternativa frecuente para quienes buscan ahorrar frente a los altos precios de los vehículos nuevos.
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El promedio en el mercado de segunda mano ya supera los $25,000 dólares, y la inflación, junto con la escasez de unidades nuevas, ha empujado a miles de conductores hacia esta opción.
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Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Algunos modelos, pese a tener marcas reconocidas o un diseño atractivo, terminan costando más de lo que valen debido a su bajo rendimiento, fallas de seguridad o interiores anticuados.
Un estudio de U.S. News recopiló datos de confiabilidad, costos de mantenimiento y satisfacción de propietarios para determinar cuáles son los vehículos menos recomendables en el mercado estadounidense. La conclusión es clara: hay al menos cinco modelos que conviene evitar si no se quiere enfrentar dolores de cabeza tras la compra.
Nissan Frontier 2020: apariencia fuerte, desempeño débil
A simple vista, la Nissan Frontier 2020 parece una pick-up lista para todo. Su diseño robusto y su imagen de durabilidad podrían atraer a quienes buscan un vehículo de trabajo. Pero al usarla en el día a día, las limitaciones aparecen rápidamente.
Su cabina mantiene un diseño anticuado, con materiales que no compiten frente a rivales más modernos. Además, el ruido del motor y del viento invade el habitáculo, lo que hace que los viajes largos resulten cansados.
A esto se suma que sus capacidades de carga y remolque están por debajo de competidores como la Ford Ranger o la Chevrolet Colorado. Y lo más preocupante: carece de sistemas de seguridad avanzados como alerta de cambio de carril o frenado automático de emergencia, que hoy en día son casi estándar.
Para quienes buscan una camioneta confiable y equipada, la Frontier puede resultar más frustrante que práctica.

Toyota Tundra 2020: potencia que cuesta demasiado
Toyota es sinónimo de confiabilidad, pero no todos sus modelos cumplen con las expectativas. La Toyota Tundra 2020 es un claro ejemplo. Aunque mantiene la fama de durabilidad de la marca, su consumo de combustible es excesivo.
En ciudad puede superar los 15 litros cada 100 km, un gasto difícil de sostener en un país donde los precios de la gasolina cambian constantemente.
El interior tampoco ayuda: los plásticos duros y el diseño desactualizado hacen que se sienta inferior a rivales directos. Además, su capacidad de remolque es menor que la de competidores como la Ford F-150, que además ofrecen más tecnología y comodidad.
En resumen, la Tundra 2020 puede ser resistente, pero termina siendo poco atractiva para quienes buscan eficiencia y modernidad en un vehículo de trabajo pesado.

Toyota Sequoia 2020: espacio grande, gastos aún mayores
El Toyota Sequoia 2020 aparece en la lista por razones muy similares a las de la Tundra. Este SUV de gran tamaño ofrece espacio de sobra para toda la familia, pero sus costos operativos lo vuelven poco práctico.
Su motor consume grandes cantidades de combustible y el mantenimiento anual resulta elevado. La calidad interior tampoco justifica el precio: predominan los plásticos y el diseño es más propio de una década anterior que de un SUV de alta gama.
Además, en términos de capacidad de remolque, queda rezagado frente a alternativas como el Chevrolet Tahoe, que ofrece más equilibrio entre potencia y eficiencia.
Para familias que buscan comodidad y confiabilidad, el Sequoia 2020 termina siendo una inversión difícil de sostener en el tiempo.

Toyota C-HR 2019: diseño moderno, desempeño limitado
En el segmento de los crossovers compactos, el Toyota C-HR 2019 llamó la atención por su estilo llamativo y futurista. Sin embargo, la estética no basta para compensar sus debilidades.
Los asientos traseros son estrechos, lo que reduce el espacio para pasajeros y limita la practicidad. La capacidad de carga también se queda corta en comparación con rivales como el Honda HR-V.
A nivel mecánico, su aceleración es lenta y el motor resulta ruidoso en carretera, algo que resta comodidad en viajes largos. Estas características afectan su valor de reventa y hacen que las reparaciones frecuentes se conviertan en un gasto extra.
El C-HR puede ser atractivo en apariencia, pero no cumple con las expectativas de quienes buscan un crossover versátil para la ciudad.

Mitsubishi Outlander Sport 2020: barato, pero poco confiable
El último modelo de la lista es el Mitsubishi Outlander Sport 2020, un SUV compacto que, pese a tener un precio accesible, acumula críticas por su pobre experiencia de manejo.
Las suspensiones transmiten las irregularidades del camino directamente al habitáculo, lo que convierte los trayectos en algo incómodo. Su motor no solo carece de potencia, sino que también genera un ruido excesivo que distrae al conductor.
El interior no ayuda: los materiales son de baja calidad y el diseño parece básico frente a competidores que ofrecen más por un precio similar. Aunque cuenta con un sistema de infoentretenimiento funcional y buen espacio de carga, estos puntos positivos no alcanzan para compensar sus desventajas.
Consejos para evitar una mala compra
Si estás considerando comprar un auto usado en Estados Unidos, lo más recomendable es verificar siempre el historial del vehículo en plataformas como Carfax y acudir a revisiones mecánicas independientes antes de firmar cualquier contrato.
Fuentes como Consumer Reports o Kelley Blue Book son de gran ayuda para evaluar la confiabilidad real de un modelo. Además, es importante tener en cuenta factores como el kilometraje, el año de fabricación y las reseñas de otros dueños.
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