Mercedes y la IA: el 99% de los diseños “son malos”
Su director de diseño reconoce que la IA ha llegado para quedarse en la industria automotriz, pero admite que sus resultados aún están lejos de lo esperado

Así luce el espectacular Mercedes-Maybach SL680. Crédito: Mercedes-Benz. Crédito: Cortesía
La inteligencia artificial se ha convertido en un tema recurrente en todos los sectores productivos, desde la medicina hasta la educación. Sin embargo, pocas áreas reflejan con tanta claridad sus promesas y limitaciones como el diseño automotriz.
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En este campo, Mercedes-Benz, una de las marcas de lujo más influyentes del mundo, está explorando activamente el uso de la IA en la creación de sus modelos.
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El encargado de liderar esta transición es Gordon Wagener, jefe de Diseño de la compañía alemana. Con declaraciones que no dejan indiferente a nadie, ha dejado claro que la tecnología ya forma parte del día a día de su equipo, aunque sus resultados aún no convencen del todo.
“El 99% de los resultados son malos”
En una entrevista concedida a ABC News, Wagener no dudó en ser directo: “Ahora trabajamos con IA. Sus resultados, el 99%, son malos. Ese es el mayor problema: distinguir lo bueno de lo malo. Pero con el 1% de los resultados buenos, seguimos aprendiendo. Cada día mejora. La IA cambiará drásticamente nuestra forma de diseñar. Creo que en 10 años, la mayor parte del diseño se realizará con IA, lo que dejará obsoletos a los diseñadores. Mi sucesor será una máquina y ganará mucho menos que yo”.
Sus palabras reflejan una tensión que viven muchas industrias: la necesidad de incorporar nuevas tecnologías para no quedarse atrás, frente al miedo a que estas terminen reemplazando al talento humano.
En el caso del diseño de autos, Wagener reconoce que la IA ha avanzado con rapidez, pero también insiste en que está muy lejos de poder generar obras verdaderamente icónicas.

Una herramienta útil, pero limitada
En otra conversación con MotorTrend, Wagener calificó la inteligencia artificial como “verdaderamente útil y prolífica”, aunque insistió en que no puede sustituir todavía la mirada humana.
Según explicó, “si bien la IA puede generar renderizados impecables y hacer que los bocetos luzcan bien con trucos de iluminación, aún se queda corta a la hora de dar forma a los coches reales. Esta es una tecnología muy prolífica, pero incapaz de ofrecer nada verdaderamente icónico u original”.
Mercedes-Benz ya lleva alrededor de dos años experimentando con programas de generación automática de imágenes, y aunque el avance ha sido notable, la saturación de internet con renders generados por IA ha hecho que pierdan impacto. Para Wagener, esto es un obstáculo cuando se busca que un modelo destaque y se convierta en referencia dentro de la industria.
Diseños con personalidad propia
El jefe de diseño de Mercedes también dejó claro que, pese a la incorporación de nuevas tecnologías, su equipo mantiene la premisa de dar identidad única a cada modelo. “Para lograr un diseño excepcional y satisfacer la demanda”, explicó, la compañía trabaja en un enfoque específico para cada vehículo.
De esta manera, Wagener adelantó algunas claves de lo que vendrá: el futuro Mercedes Clase E tendrá un aire más deportivo, el Clase S se caracterizará por “una elegancia majestuosa”, el SL apostará por “un rendimiento puro” y Maybach seguirá siendo el máximo referente de “lujo supremo”.
Con estas declaraciones, el diseñador refuerza la idea de que la tecnología puede apoyar, pero nunca reemplazar la creatividad y la visión estratégica necesarias para definir el carácter de un automóvil.
El futuro del diseño automotriz
Las declaraciones de Wagener generan debate en un momento en que la inteligencia artificial parece avanzar sin freno. Para algunos expertos, la IA está destinada a convertirse en una herramienta imprescindible en los estudios de diseño, reduciendo tiempos de trabajo y ofreciendo alternativas visuales casi ilimitadas.
Para otros, el riesgo está en confiar demasiado en algoritmos que, hasta ahora, reproducen patrones pero carecen de verdadera innovación.

En el caso de Mercedes-Benz, la apuesta parece clara: aprovechar las capacidades de la IA para tareas preliminares y repetitivas, mientras que el factor humano sigue marcando la diferencia en el diseño final. Esa combinación de tecnología y creatividad será la clave para que la marca siga siendo un referente mundial.
¿Sustitución o complemento?
Las palabras del diseñador alemán dejan abiertas varias preguntas: ¿Hasta qué punto la IA reemplazará a los creativos? ¿Qué ocurrirá con el papel de los diseñadores cuando las máquinas puedan generar millones de propuestas en segundos? Wagener cree que esa transformación será inevitable, aunque todavía está lejos.
Mientras tanto, insiste en que el verdadero reto no está en la capacidad de la IA para producir imágenes llamativas, sino en encontrar entre miles de resultados el 1% que realmente aporte algo nuevo.
En otras palabras, la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa, pero el criterio humano sigue siendo insustituible. Al menos, por ahora.
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