Suplementos de colágeno: ¿son efectivos o todo es mito?
La velocidad de la disminución del colágeno en el cuerpo humano depende de factores como la exposición al sol, la dieta y los niveles de estrés

El uso de colágeno ha proliferado entre diversas personas, incluso en animales. Crédito: Rabizo Anatolii | Shutterstock
El colágeno es la proteína más abundante en el organismo. Contribuye a la estructura de la piel, huesos, articulaciones, cabello y uñas. Pero, a partir de los 25 años, la producción natural de colágeno disminuye anualmente un 1%, lo que genera preocupación sobre el envejecimiento prematuro.
Entre otros beneficios, el colágeno ayuda a mantener la piel tersa, las articulaciones y los huesos fuertes, y el cabello y las uñas sanos.
Pero se ha vuelto tan preciado que algunos dermatólogos recomiendan “almacenarlo”: invertir en nuestro suministro de colágeno prematuramente para tener un excedente cuando suceda lo inevitable, apunta BBC Mundo.
Suplementos de colágeno: ¿eficacia o mito?
La velocidad de la disminución del colágeno en el cuerpo humano depende de factores como la exposición al sol, la dieta y los niveles de estrés.
Pero ¿existe evidencia científica confiable que afirme que los suplementos pueden reponer nuestro suministro menguante? Y, de ser así, ¿cuál es la mejor manera de incorporarlo a nuestro organismo?, son interrogantes que surgen.
Dermatólogos como Emma Wedgeworth, consultora de Harley Street, en Londres; y Faisal Ali, consultor del Hospital Mid Cheshire, han expresado escepticismo sobre la efectividad de los suplementos de colágeno. Aunque algunas investigaciones sugieren beneficios, hay una falta de evidencia sólida, especialmente en estudios no financiados por la industria.
Wedgeworth afirma que la idea de que el colágeno pueda recorrer nuestro cuerpo -no precisamente una tarea sencilla- y llegar exactamente donde lo necesitamos es probablemente una ilusión.
Esto porque, para empezar, debe atravesar el intestino sin descomponerse por completo. El colágeno es una molécula grande, por lo que las empresas han comenzado a descomponerlo en fragmentos más pequeños: péptidos de colágeno, también conocidos como colágeno hidrolizado.
Aunque este colágeno, ahora en su forma más pequeña, tiene más posibilidades de atravesar la pared intestinal y llegar al torrente sanguíneo, aún le queda un largo camino por recorrer. Tiene que llegar a la piel para tener un efecto, y podría fácilmente desprenderse para dar soporte a otros órganos del cuerpo. Es un recurso valioso.
A la pregunta de ¿si las cremas de colágeno se aplican directamente sobre la piel tendrán más posibilidades de llegar dónde se necesita?, Wedgeworth afirmó de forma rotunda: “El colágeno simplemente se asentará en la capa externa de la piel, no llegará a la dermis, que es la capa intermedia”.
Mientras que el profesor Ali afirma que los estudios financiados por la industria no son “intrínsecamente malos”, sino que presentan un panorama muy diverso. Señala que faltan pruebas sólidas que sugieran que el colágeno oral y tópico tiene algún efecto sustancial.
Le preguntan: si pudiera retroceder en el tiempo y empezar a beber y almacenar colágeno a los 20, ¿tendría ahora una piel más suave y joven?, Ali dice que no, porque el colágeno no permanece en el cuerpo tanto tiempo; no tenemos una reserva de colágeno a la que podamos recurrir fácilmente.
Tipos de colágeno
Existen tres formas de colágeno: marino (pescado), bovino (vaca) y vegano. Los expertos sugieren que el colágeno marino es más efectivo debido a su mayor contenido de colágeno tipo 1, esencial para la salud de la piel y tejidos conectivos.
Entretanto que el colágeno vegano es el menos efectivo, afirma Wedgworth. El colágeno es una proteína de origen animal, por lo que estos productos no están hechos de colágeno, sino que contienen una variedad de aminoácidos y vitaminas.
Experiencias personales por el colágeno
Ali Watson y Kimberlie Smith relatan experiencias positivas, notando mejoras en la luminosidad de la piel y el grosor del cabello. Sin embargo, existe incertidumbre sobre si los efectos son atribuibles al colágeno o a otros factores.
“Empecé a tomarlo en polvo hace un par de años. Al principio, no era por mi apariencia, sino por mis articulaciones; quería protegerlas porque hago mucho levantamiento de pesas”, señaló Watson
No estaba segura de haber notado ninguna diferencia en sus articulaciones, pero sí había notado un cambio en otras partes: “Siento la piel más brillante, mi cabello más grueso y mis uñas más fuertes”.
Smith, por su parte, empezó a tomar colágeno hace unos seis meses, a los 33 años tras un episodio traumático en 2024. Su hijo nació prematuro y, como consecuencia del estrés, afirmó que su piel sufrió un gran impacto.
Utilizó entonces colágeno marino, en un gel con sabor tropical que bebe a diario.
“Mi piel parece estar definitivamente más luminosa y clara, además, mi cabello nunca ha tenido mejor aspecto desde que empecé a tomarlo”, indica Kimberlie. “Como madre con falta de sueño, sin duda ha marcado la diferencia”, agregó.
Tendencia entre consumidores
El uso de colágeno ha proliferado entre diversas personas, incluso en animales.
A pesar de los altos costos, muchos afirman sentirse obligados a continuar su consumo, reflejando la presión social que rodea la búsqueda de una apariencia juvenil.
Alternativas a los suplementos
Los dermatólogos recomiendan métodos alternativos para promover la producción de colágeno, como tratamientos de microaguja y láser, además de hábitos saludables. El uso diario de protector solar y una dieta balanceada son considerados críticos para el mantenimiento de la piel.
A pesar de las promesas del mercado de salud y belleza, la efectividad real de los suplementos de colágeno sigue siendo debatida. Las investigaciones continúan y la mejor recomendación es adoptar un enfoque integral para conservar la salud de la piel y el bienestar general.
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