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Por qué tus productos para el cabello y la piel dejan de funcionar

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No lo estás imaginando: tus cremas humectantes, champús y otros productos pueden dejar de funcionar igual después de un tiempo, pero no por las razones que crees.

Expertos indican que hay razones por las cuales los productos que has estado usando podrían haber dejado de funcionar.

By Jodhaira Rodriguez

Confieso que espero que los nuevos productos para el cuidado del cabello y la piel me den resultados transformadores desde la primera aplicación.Cuando no veo cambios rápidos, corro a comprar otros en mi tienda de K-Beauty local, Sephora o Ulta. O, peor aún, termino buscando un frasco que ha estado guardado por años en mi botiquín, con la esperanza de que las cremas en esta ocasión si funcionen.

Cuando una crema, tónico o acondicionador logra suavizar, hidratar o eliminar imperfecciones, me doy cuenta de que mi felicidad dura poco. Después de unas pocas semanas, mi piel y mi cabello dejan de verse como al principio. Normalmente, atribuía esto a que mi piel y mi cabello se acostumbraban a los productos. Pero últimamente, he empezado a preguntarme si hay algo más detrás de esto.

Pensé en todos los productos que he estado usando durante un par de meses. Para averiguar por qué mi piel parecía dejar de responder a ellos, hablé con dos dermatólogos. Pequeño adelanto: estaba equivocada, pero hay varias razones que pueden explicar este fenómeno.

¿Pueden tu cabello y tu piel acostumbrarse a un producto?

Tenemos que aclarar una cosa primero. La mayoría de los productos para el cuidado del cabello y la piel no son milagrosos. Necesitan tiempo para que funcionen, así que si no notas cambios desde el primer día y estás a punto de abandonar el producto, toma en cuenta esto de la doctora Jessica Garelik, DO, FAAD, dermatóloga de Nueva York. “Por lo general, debes usar un producto para el cuidado de la piel al menos cuatro a seis semanas para determinar si realmente funciona”, dice. Sí, leíste bien. Es necesario usar un producto de manera constante durante al menos un mes antes de ver resultados.

El cabello y la piel no se acostumbran a los productos que usas. Según Garelik, este es un error muy común. “Diversos factores, como la acumulación de producto en el cabello, cambios en tu cuerpo o problemas con el producto o la manera que lo guardas, suelen ser los responsables más comunes que provocan la sensación de que pierde efectividad,” indica.

El doctor Noah Gratch, MD, FAAD, otro dermatólogo de Nueva York, señala que los cambios de estación, fechas de caducidad de los productos, las hormonas y el estrés pueden ser otras razones por las que tu cabello y tu piel no parecen mejorar al usar tus productos regulares.

Aquí tienes un resumen de Garelik y Gratch:

Razón #1: Los ingredientes activos han perdido eficacia o el producto ha alcanzado su fecha de caducidad

Al abrir un producto nuevo, este se expone a la luz, al aire y a distintas temperaturas. Por eso, la mayoría incluye en la etiqueta su fecha de caducidad o un símbolo de “Periodo después de abrir” (PAO), representado por un frasco con un tiempo indicado. Esto te indica durante cuánto tiempo es recomendable usar el producto una vez abierto.

Garelik explica que la duración de un producto depende de sus ingredientes, y algunos tienden a perder efectividad con el tiempo más que otros. “Los sérums de vitamina C que contienen ácido L-ascórbico son especialmente inestables y se descomponen rápidamente al estar expuestos al aire y a la luz, lo que disminuye sus beneficios antioxidantes y su posible efecto iluminador”, señala. “Otros ejemplos incluyen los retinoides, los protectores solares y los productos anti-envejecimiento que contienen péptidos y factores de crecimiento, los cuales pueden perder eficacia cuando se exponen al calor, a la luz solar de forma directa y al aire”.

Si notas que un producto que has usado durante un tiempo deja de funcionar, debes revisar su textura, consistencia, color y olor en busca de cualquier cambio, dice Gareik. Estas son señales claras de que se ha deteriorado y ya no debería usarse. Para maximizar la efectividad de un producto, recomienda guardarlo en un lugar fresco y oscuro, cerrarlo bien después de cada uso y usar una espátula limpia para cosméticos al sacar el producto de los frascos.

Razón #2: Los cambios de estación, hormonales y de estilo de vida pueden alterar tu cabello y piel

Si notas que tu crema humectante ya no previene que tu piel se vea seca en ciertas épocas del año, no estás sola, y de nuevo, no se debe a que tu piel se haya cansado del producto. Los cambios de estación, las hormonas, tu estilo de vida– así como la acumulación de productos– pueden afectar tu piel y hacer que un producto que antes funcionaba bien… deje de hacerlo. Pero esto no significa que debas salir corriendo a comprar un nuevo tratamiento cada vez que tengas un nuevo proyecto en el trabajo, empieces a hacer más ejercicio o llegue el invierno.

“Creo que es mejor pensar en tu rutina como algo que puedes modificar cuando tus necesidades cambien, a menos que los productos estén por caducar”, dice Gratch. “Si de repente aparecen espinillas en tu piel, tómate un momento para pensar si has estado bajo mucho estrés últimamente o si has descuidado la limpieza de tu rostro. Y si notas que tu piel se reseca con los cambios de clima, dale tiempo para que se adapte antes de cambiar a una crema más humectante”.

Con el cabello, el problema suele ser la acumulación de producto. Si notas irritación en el cuero cabelludo o falta de brillo, Gratch recomienda cambiar tu champú y acondicionador o incorporar un producto de limpieza profunda a tu rutina.

Razón #3: Tu piel y tu cabello están en mejor estado

La última razón por la que un producto puede parecer menos efectivo es que en realidad ya hizo su trabajo! Si tus imperfecciones, líneas de expresión o el cabello reseco han mejorado, puede dar la impresión de que el producto ya no está haciendo nada. Pero en realidad es porque ya logró lo que debía hacer. No puedes aclarar manchas que ya desaparecieron, ni tratar el acné cuando tu piel está libre de brotes. “Con algunos productos”, explica Gratch , “es posible que los mayores cambios se vean al principio y que, a medida que pasa el tiempo, las mejoras sean más sutiles.”

Conclusión

Tu piel y tu cabello no se cansan de que uses los mismos productos durante mucho tiempo. De hecho, la paciencia y la constancia son fundamentales para mantenerlos hidratados y sanos. Sin embargo, también es importante estar atento a los cambios que pueden ocurrir cuando otras cosas en tu vida cambian, como el clima, los niveles de estrés o tus hormonas. Y si, como yo, has estado guardando frascos viejos de sueros, cremas o tónicos para probarlas de nuevo en el futuro, tal vez este fin de semana sea un buen momento para vaciarlas, reciclarlas y reemplazarlas. Las probabilidades de que un suero de vitamina C de hace dos años siga siendo efectivo son muy bajas.

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