Deportivos pierden terreno en el mercado estadounidense
Mientras los vehículos eléctricos continúan en ascenso, los autos deportivos y de alto rendimiento sufrieron bajas significativas en ventas

Más del Mustang Mach-E 2025. Crédito: Ford. Crédito: Cortesía
El segmento de autos deportivos no tuvo el mismo impulso que otros sectores durante el tercer trimestre de 2025. Aunque las ventas generales del mercado mejoraron respecto al mismo periodo de 2024, los deportivos y vehículos de alto rendimiento mostraron descensos preocupantes.
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La falta de incentivos fiscales y la competencia con modelos eléctricos más accesibles contribuyeron a este panorama.
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Los autos deportivos de alta potencia, como el Ford Mustang y el Chevrolet Corvette, fueron los más afectados. Incluso los modelos más pequeños y asequibles del segmento registraron retrocesos, evidenciando que no hubo ningún subsegmento que escapara a la tendencia negativa.
Impacto en los modelos icónicos estadounidenses
Los deportivos por menos de $100,000 dólares sufrieron el golpe más fuerte. El Chevrolet Corvette, a pesar de contar con versiones nuevas como el ZR1X y el ZR1, experimentó una caída del 31% en comparación con el mismo trimestre de 2024, vendiendo solo 17,718 unidades.
Por su parte, el Ford Mustang registró una disminución más moderada, con un descenso del 10% al vender 32,818 unidades. Sin embargo, la cifra aún representa un resultado por debajo de las expectativas de Ford, especialmente después de varias campañas de marketing e incentivos para mantener el modelo competitivo.
El Dodge Charger Daytona mostró la caída más drástica dentro del segmento. Este muscle car vendió únicamente 8,943 unidades, una baja del 84,2% respecto a las 56,764 unidades del mismo periodo en 2024.
Nuevas estrategias mecánicas
El Charger Daytona ha buscado compensar la transición hacia la electrificación con su nueva versión a gasolina, el SixPack, equipada con un motor de seis cilindros.
Aunque no alcanza la potencia ni el atractivo del V8 Hemi, representa un intento de recuperar clientes que extrañaban los motores tradicionales. No se descarta que el Hemi V8 pueda regresar al modelo, siguiendo la tendencia de su reintroducción en la Ram 1500.

El Subaru WRX, reconocido por su desempeño dentro del segmento de compactos cuatro puertas, también enfrentó un trimestre complicado. Sus ventas cayeron un 39,9%, equivalente a 8,139 unidades vendidas, mientras que el hermano de la marca, el BRZ, solo registró un descenso del 1,7%. Esta diferencia resalta la preocupación sobre el futuro comercial del WRX frente a la creciente competencia de otros deportivos compactos.
Tendencias en deportivos europeos y japoneses
Volkswagen no fue la excepción. Los Golf GTI y Golf R, los modelos más potentes de la marca, mostraron caídas significativas. El GTI disminuyó sus ventas en un 32,2%, con 5,700 unidades vendidas, mientras que el Golf R cayó 13,7%, llegando a solo 2,684 unidades. Incluso otros modelos de la marca, como el Jetta, se vieron afectados por esta tendencia generalizada de descenso en el segmento de deportivos.
En contraste, algunos deportivos japoneses lograron resultados positivos. El Nissan Z duplicó sus ventas respecto al mismo trimestre de 2024, con un incremento del 121,7%. Por su parte, el Mazda MX-5 Miata vendió casi 2,000 unidades más, representando un crecimiento del 26%.
Estos datos sugieren que ciertos deportivos compactos, ágiles y con un enfoque en la experiencia de manejo, continúan generando interés a pesar de la debilidad del segmento en general.

Factores detrás de la caída
Expertos coinciden en que varios factores explican el desempeño negativo de los deportivos en este trimestre. Entre ellos destacan:
- La pérdida de incentivos fiscales que favorecían la compra de modelos eléctricos, desplazando la demanda hacia vehículos más ecológicos.
- El alto costo de los modelos icónicos, que limita el acceso a una base más amplia de clientes.
- La creciente preferencia de los consumidores por SUVs y crossovers, que ofrecen espacio y practicidad, a diferencia de los cupés deportivos.
- La transición de la electrificación, que genera incertidumbre sobre la disponibilidad futura de motores tradicionales y versiones de alto rendimiento.
Para 2026, los fabricantes pudieran equilibrar la electrificación, la actualización de motores tradicionales y la demanda de vehículos deportivos. La clave estará en ofrecer opciones competitivas, innovadoras y atractivas para un público que sigue interesado en autos de alto desempeño, aunque cada vez más selectivo y consciente de la transición hacia tecnologías más sostenibles.
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