El Swap Meet de Santa Fe lucha por sobrevivir tras redada
Las ventas caen drásticamente debido a la poca asistencia de los clientes por miedo a los operativos de migración
El Santa Fe Springs Swap Meet registra una fuerte baja en sus ventas. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
A punto de cumplir tres meses de la redada migratoria del sábado 14 de junio, los pequeños comerciantes del popular Santa Fe Springs Swap Meet en el condado de Los Ángeles, están luchando por sobrevivir y recuperar a la clientela.
“Nos ha ido muy mal. Ahorita las ventas han comenzado a subir un poquito, pero al principio bajaron un 80%, solo estábamos sobreviviendo a los gastos. Por fortuna, el swap meet nos redujo la renta a la mitad, pero cuando nos vuelvan a cobrar el alquiler completo, muchos van a tener que cerrar”, dice Enrique, un pequeño comerciante por más de 20 años en el Santa Fe Springs Swap Meet, quien pide no revelar su identidad y nombre completo.
De hecho, dice, que muchos comerciantes mantienen cerrado sus locales por la incertidumbre de las redadas.

Eran alrededor de las 3:45 de la tarde del sábado 14 de junio, cuando un pelotón de unos 100 agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y de la Patrulla Fronteriza fuertemente armados descendieron al Santa Fe Springs Swap Meet. En los cielos, un helicóptero daba vuelta por encima del mercado al aire libre.
Casi no había gente. Los comerciantes acababan de cerrar a las 3:30 pm para hacer una pausa y reabrir a las 5 de la tarde, poco antes de un gran concierto que estaba vendido a tope esa noche.
“Ese día, yo no estaba aquí, andaba pagando mis impuestos al IRS. El 15 de junio, era el último día para hacer el pago bimestral”, dice Enrique.
Quien se quedó a cargo del local, fue su cuñado, quien también prefiere no revelar su nombre.
“Vi pasar a los oficiales por enfrente del puesto. No venían enmascarados, pero si bien armados. Se acercaron y me pidieron mi identificación. Yo traía mi pasaporte estadounidense. Siempre lo traigo porque voy seguido a Tijuana. Se los mostré, y me dejaron en paz”, dice.

En ese operativo, se llevaron detenida a una pareja de inmigrantes colombianos.
“Lo que supimos después es que a la muchacha la dejaron salir, pero a él no. Fue mala suerte que los detuvieran”, dice Enrique, quien se lamenta de las redadas migratorias.
“La mayoría somos gente honesta, trabajadora. De mi negocio, dependen mi esposa y mis dos hijos. Ellos ya nacieron aquí. Somos gente que venimos a ganarnos el pan de cada día, estamos echando raíces. Se nos etiqueta, que somos aquello, lo otro; y yo estoy de acuerdo que detengan a la gente que hace mal, y en ningún lugar cabe”.
Es casi mediodía, y el Santa Fe Springs Swap Meet se observa desolado. Muchos negocios están cerrados. La banda de heavy metal, Damage Inc que hace tributo a Metallica atrae a algunas decenas de asistentes, pero no lo suficiente.

A Claudio Eclicerio, comerciante de frutas desde hace 34 años en el swap meet le tocó presenciar la redada del 14 de junio.
“Se escuchó que andaban cerca buscando a alguien, y de repente supe que ya estaban como a unos 20 metros de distancia, y luego se metieron. Cuando los miré pasar, dije ‘wow ya están aquí’. Hasta eso no se portaron agresivos”.
A partir de entonces, asegura que las ventas bajaron entre un 60 y 70%, aunque ya meses atrás, la economía estaba lenta.
“Nos afectó mucho porque la gente sin papeles se asustó, y no quieren venir por el temor de que los separen de su familia y perder el trabajo”.
En estos 34 años, dice Eclicerio, quien es un mexicano naturalizado estadounidense, nunca le había tocado ver tanto miedo de los pequeños hacia los grandes.
Sin entretenimiento por meses
Arturo Gallardo, director de entretenimiento del Santa Fe Springs Swap Meet, dice que después de la redada, se vieron obligados a cancelar todos los eventos programados, porque el 85% de quienes los disfrutan son latinos.
“La gente estaba asustada; había mucha controversia y rumores; y para seguridad de todos cancelamos tres meses de conciertos”.
No fue sino hasta el 30 de agosto que realizaron el primer concierto después de las redadas de junio y notaron mucha diferencia en cuanto a la asistencia.
“Se llenó al 50%. De 4,000 asistentes que normalmente teníamos en los conciertos dos o tres por mes, solo llegó la mitad. Hay que seguir luchando y agradecemos a los clientes que nos sostienen”.
Gallardo reconoce que no solo las redadas les han afectado sino que también les ha quitado las visas a algunos artistas y empresarios.
“Es una cadena que está afectando a todos”.

Explica que aún regalando boletos, la gente se resiste a ir a sus conciertos que están enfocados en ser un entretenimiento familiar.
“Nos dicen que no tienen modo de llegar, que están ocupados, y otros confiesan su miedo abiertamente”.
Señala que la baja asistencia a conciertos y a hacer compras en el Santa Fe Springs Swap Meet, lo han observado también en otros mercadillos al aire libre del condado de Los Ángeles.
“Al temor a la redadas, le agregamos que todo ha subido de precio; y muchos se preguntan, voy al swap meet con la familia o me compro un kilo de carne”.

El director de entretenimiento admite su preocupación, pero reitera que no están solos en esto.
“Ahora andan haciendo redadas en Chicago. Lo malo es que cuando nos cayeron a nosotros el 14 de junio, nadie sabía qué estaba pasando y cómo reaccionar, qué derechos tenemos; semanas después empezamos a reaccionar”.
Los fines de semana de 12 a 5 pm, están invitando a bandas que rinden tributo a los famosos, pero aún así la asistencia es poca.
“Hoy tenemos Damage Inc que rinde tributo a Metallica. Ayer ofrecimos música country, y la semana pasada estuvo dedicada a Selena, y el fin de semana que entra, se hará homenaje a los Enanitos Verdes”.
¿Cómo están protegiendo a la gente?
“Nos hemos unido con diferentes organizaciones proinmigrantes, y estamos dando tarjetas con los derechos de los inmigrantes. Tenemos letreros por todo el swap meet diciendo a la gente cómo protegerse; y hemos creado un sistema de alerta por textos para avisarnos si pasa algo, y también hemos puesto seguridad en todas las entradas”.
Dice que están conscientes de que es imposible evitar una redada, pero es una ventaja a su favor ahora es que han creado un sistema de alerta.
“Ya no nos van a caer de sorpresa. Ya sabemos qué hacer”.

El daño de las redes sociales
El comerciante Marcos Vivres dice que han tratado de sobrevivir a la crisis que se vino tras la redada del 14 de junio, recortando gastos lo más que pueden.
“Estamos adaptándonos a las pocas entradas”.
Dice que algo que le ha hecho mucho daño, fue que el número de arrestos durante la redada se exageró demasiado en las redes sociales.
“Mucha gente aprovechó para hacer crecer sus cuentas y ganar dinero, diciendo que habían arrestado a 50, cuando solo se llevaron a dos. Eso nos perjudicó mucho, porque a la gente le entró el pánico”.
El pequeño comerciante pidió a la comunidad migrante no creerse todo lo que ven en las redes sociales.

La reacción de los clientes
No muchos clientes quieren hablar sobre el impacto de la redada.
Lizbeth García, una joven madre de familia dice sobre la redada del 14 de junio que fue una falta de respeto a la comunidad.
“Todos estos comerciantes están tratando de sobrevivir. No hacen ningún mal. Es muy triste”.
Hace un llamado a los latinos en Los Angeles a darse apoyo unos a otros.
“Tenemos que resistir este odio que nos está tirando esta administración. Va a pasar y siempre vamos a salir adelante”.

Elizabeth Troncoso salió un poco decepcionada de encontrar a pleno mediodía muchos puestos cerrados.
“Nada está abierto. Se mira todo muy solo. Todo lo que veníamos a buscar está cerrado. Es una diferencia muy grande a como estaba antes. Es algo deprimente”, dice.

No los dejen solos
El comerciante Enrique pide a los latinos que acudan al swap meet a apoyarlos pero que también respalden a otros negocios de la comunidad.
“No podemos vivir encerrados. Tenemos que salir con precaución y en alerta porque este gobierno quiere que vivamos con miedo porque así es más fácil gobernar”, dice.
En un comunicado la administración del Santa Fe Springs Swap Meet, dijo que el incidente del 14 de junio fue perturbador y doloroso, pero hay algo que queda claro: nuestros vendedores son quienes llevan la mayor carga.
“Son propietarios de pequeños negocios, padres y vecinos cuyo sustento depende de este mercado. Apoyamos a nuestros vendedores y nuestra función es brindarles el mercado más seguro y solidario posible”.

Tras la redada, algunos activistas proinmigrantes acusaron al swap meet de no hacer nada para evitar que los agentes federales entraran y alertar a los comerciantes. Incluso llamaron a un boicot contra el swap meet que ha dado como resultado la pérdida de 66 de sus 306 comerciantes, y la reducción del personal de 111 a 67.
La Administración aclaró que es falso que hayan cooperado con las autoridades de migración en el operativo del 14 de junio.
El Santa Fe Spring Swap Meet se localiza en el 13963 Alondra Blvd, Santa Fe Springs, CA 90670.