El frenazo eléctrico: modelos que no sobrevivieron a 2025
Tras años de promesas de cambio, varias marcas decidieron poner freno a modelos que, pese a la tecnología y el diseño, no lograron convencer al mercado
Volkswagen ID.7 Pro S. Crédito: Volkswagen. Crédito: Cortesía
El mundo automotor no se detiene, pero a veces da pasos atrás para tomar impulso. En 2025, el sueño de una transición rápida hacia los autos eléctricos enfrentó su prueba más dura. Fabricantes que apostaron millones en el desarrollo de nuevos vehículos tuvieron que tomar decisiones difíciles: cancelar proyectos o suspender líneas de producción que no alcanzaron sus objetivos.
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En Estados Unidos, donde la adopción del coche eléctrico parecía imparable, las cifras comenzaron a mostrar señales de desgaste. Las ventas crecieron, sí, pero solo un 8% respecto a 2024, lejos del doble dígito que esperaban los analistas. Con menos incentivos, precios elevados y una red de carga aún limitada en muchas regiones, el entusiasmo se enfrió.
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El fin de los incentivos y el retorno del híbrido
El fin del crédito fiscal federal de $7,500 dólares fue el golpe más fuerte. Sin ese beneficio, los precios de los eléctricos quedaron en desventaja frente a los híbridos y los vehículos a gasolina, que ofrecen mayor autonomía y tiempos de recarga inexistentes.
El consumidor medio, cada vez más práctico, se inclinó por la opción intermedia: los híbridos enchufables, capaces de ofrecer eficiencia sin comprometer la libertad de recorrer largas distancias.
Las marcas, que venían apostando todo por la electrificación total, comenzaron a ajustar estrategias. El resultado fue una oleada de cancelaciones y pausas que afectó a modelos de todos los segmentos.
Acura ZDX: un debut que se apagó demasiado pronto
Entre las primeras bajas del año estuvo el Acura ZDX, el primer SUV eléctrico puro de la marca de lujo de Honda. Presentado con grandes expectativas en 2024, combinaba un diseño deportivo con un motor potente y una batería de 102 kWh, capaz de ofrecer más de 500 km de autonomía.
Sin embargo, la respuesta del público fue tibia. Las ventas nunca despegaron y, en septiembre de 2025, Acura anunció el fin de su producción. La competencia con Tesla, Rivian y otras marcas especializadas fue feroz, y sin incentivos fiscales, el ZDX perdió atractivo frente a rivales más económicos o con mejor infraestructura de carga.
Aunque breve, su paso deja huella. Representaba la ambición de Acura por entrar en la nueva era eléctrica, pero terminó siendo un recordatorio de que incluso las marcas premium deben adaptarse al ritmo real del mercado.

Dodge Charger Daytona R/T: el músculo eléctrico que no rugió
Si hay un fabricante que simboliza potencia y tradición en Estados Unidos, ese es Dodge. Su apuesta por el Charger Daytona R/T, un muscle car eléctrico con un sistema de sonido sintético para recrear los rugidos del clásico V8, parecía la fórmula perfecta para modernizar la nostalgia.
Pero el sueño duró poco. Para el modelo 2026, la versión R/T fue cancelada. Detrás de la decisión hubo una tormenta de factores: los altos costos de importación de baterías, la inestabilidad arancelaria y una rentabilidad cada vez más ajustada.
El Charger Daytona básico sigue en pie, pero sin la variante más potente —de 670 caballos de fuerza—, Dodge perdió una oportunidad de redefinir el muscle car en la era eléctrica. Un ejemplo claro de cómo los desafíos globales pueden frenar incluso los proyectos más audaces.
Genesis Electrified G80: lujo que no encontró su público
No solo las marcas tradicionales sufrieron el impacto. Genesis, la división premium de Hyundai, también tuvo que dar marcha atrás con uno de sus modelos más refinados: el Electrified G80.
Con una batería de 99 kWh, un rango cercano a los 480 km y un interior repleto de materiales nobles, este sedán apuntaba a los conductores más exigentes. Sin embargo, las cifras hablaron por sí solas: en su punto más alto, apenas se vendieron 1,000 unidades en Norteamérica.
En agosto de 2025, la compañía confirmó su retiro del mercado. La razón fue simple: los consumidores de sedanes de lujo siguen prefiriendo opciones con motores tradicionales o híbridos. Genesis ahora redirige sus esfuerzos hacia versiones electrificadas parciales, sin abandonar su apuesta por el diseño elegante que la caracteriza.

Modelos en pausa: Nissan Ariya, Volkswagen ID.7 y Ram 1500 REV
Otras marcas optaron por poner el freno, pero sin renunciar del todo a la electrificación. Nissan, por ejemplo, decidió pausar la producción del Ariya para el mercado estadounidense. A pesar de su diseño moderno y precios competitivos, las ventas no justificaron seguir adelante por ahora.
Volkswagen tomó una decisión más drástica: canceló el lanzamiento del ID.7, su sedán eléctrico destinado a competir con el Tesla Model 3. La saturación del mercado de SUVs y la caída en el interés por los sedanes fueron determinantes.
Por su parte, Ram reformuló su estrategia para la 1500 REV, la pick-up eléctrica que prometía hasta 1,000 km de autonomía total. En lugar de un modelo completamente eléctrico, la marca apostará por una versión híbrida enchufable más adaptada al público rural estadounidense, donde la infraestructura de carga aún es insuficiente.
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