Suplementos en polvo de superalimentos verdes produjeron un brote de salmonela
Los suplementos implicados han sido retirados de los estantes debido a la posible contaminación por salmonela en polvo de hoja de moringa.
Muestra del envase del suplemento en polvo Member's Mark Super Greens, que se vende en las tiendas Sam's Club. Crédito: FDA | AP
Al menos 11 personas presentaron síntomas de salmonelosis después de consumir suplementos en polvo vendidos en Sam’s Club. De estos casos, tres han requerido hospitalización, según reportes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los suplementos implicados, Member’s Mark Super Greens, han sido retirados de los estantes debido a la posible contaminación por salmonela en polvo de hoja de moringa. Este producto ha sido identificado en siete estados a nivel nacional, apunta Associated Press (AP).
Las infecciones fueron confirmadas en Florida, Kansas, Michigan, Carolina del Norte, Nueva York, Carolina del Sur y Virginia.
Investigación en curso
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) determinó que el origen de la salmonela fue un lote específico de moringa importada de Vallon Farm Direct en Jodhpur, India. Muestras fueron recolectadas en residencias de los afectados por las autoridades sanitarias estatales.
La moringa es una planta originaria de la India y otros países, apreciada por sus nutrientes esenciales, como proteínas, aminoácidos, vitaminas y minerales, según una investigación publicada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Sus hojas se pueden secar y pulverizar.
Advertencia a los consumidores
Se advierte a los consumidores que no deben ingerir estos suplementos contaminados. Se sugiere desechar el producto o devolverlo a la tienda para obtener un reembolso. Los síntomas de salmonelosis incluyen diarrea, fiebre, vómitos y deshidratación, siendo especialmente graves para grupos vulnerables.
Síntomas de la salmonelosis
Los síntomas específicos de la salmonelosis incluyen diarrea (que puede ser acuosa o con sangre), cólicos estomacales o dolor abdominal tipo cólico, fiebre (puede superar los 38ºC), náuseas, vómitos, escalofríos, dolor de cabeza y en algunos casos sangre en las heces.
Estos síntomas suelen aparecer entre 6 a 72 horas después de la ingestión de alimentos o agua contaminados y suelen durar unos pocos días hasta una semana, aunque la diarrea puede prolongarse hasta 10 días.
Algunas infecciones pueden complicarse y durar más tiempo o producir síntomas en otras partes del cuerpo, como artritis reactiva. La salmonelosis puede confundirse con otras gastroenteritis porque comparte síntomas generales como diarrea, fiebre y dolor abdominal, pero la presencia de sangre en las heces, fiebre alta prolongada y duración específica son algunas claves que la diferencian.
Además, algunas variantes causan fiebre tifoidea, una forma más grave y sistémica de la enfermedad.
En comparación con otras enfermedades gastrointestinales, la salmonelosis se distingue por:
- Aparición rápida de síntomas gastrointestinales severos con diarrea frecuente y posible sangre en heces.
- Fiebre notable y escalofríos asociados.
- Posibilidad de complicaciones como artritis post-infecciosa.
- Duración más prolongada de la diarrea en algunos casos.
Es importante buscar atención médica si se presentan síntomas severos, fiebre alta, sangre en las heces o signos de deshidratación, especialmente en bebés, adultos mayores o personas inmunodeprimidas.
Efectos a largo plazo
Los efectos a largo plazo de la salmonelosis pueden incluir complicaciones como la artritis reactiva, que se manifiesta como dolor e inflamación en las articulaciones, especialmente en caderas, rodillas y tendones.
También existe el riesgo de bacteriemia, donde la infección se disemina por el torrente sanguíneo y puede afectar órganos como el corazón, huesos o el sistema nervioso, causando condiciones graves como endocarditis, osteomielitis o meningitis. Algunas personas pueden seguir excretando la bacteria en las heces durante meses, convirtiéndose en portadoras.
Otros posibles efectos a largo plazo incluyen secuelas de deshidratación grave si no se trató adecuadamente la infección inicial, y complicaciones en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como infecciones urinarias o problemas crónicos relacionados con el sistema inmunológico.
La mayoría de las personas se recuperan bien si reciben tratamiento oportuno, pero en casos de retraso en la atención médica o pacientes vulnerables, la enfermedad puede tener consecuencias prolongadas severas.
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