Cocina mexicana cumple 15 años de ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO
Gloria López, presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, comparte cómo fue que la cocina mexicana logró ser reconocida por la UNESCO
La cocina mexicana es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Crédito: Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana | Cortesía
La cocina mexicana está de fiesta luego de que este 16 de noviembre de 2025 se cumplen 15 años de ser declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
En entrevista para La Opinión, la presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, Gloria López Morales, quien fue una de las personas que participó en el trabajo de investigación y registro para que la cocina mexicana se convirtiera en patrimonio cultural, comparte ese gran momento histórico que vivió México hace más de una década.
“Lo que logramos hace 15 años con la inscripción en la UNESCO es un privilegio, es una obligación y es una responsabilidad… Significa un gran privilegio porque se reconoce las cualidades de nuestras culturas culinarias de nuestro sistema alimentario pero al mismo tiempo significa una gran responsabilidad porque tenemos que salvaguardar el patrimonio y tenemos que protegerlo.”, señala con gran júbilo la doctora López Morales.
–¿De dónde surge la idea para hacer el registro ante la UNESCO?–
“De muchas partes, nadie inventa el hilo negro, pero la UNESCO estaba constituyendo su lista de patrimonio cultural de salvaguardar y que hay que rescatar. A varias personas, entre ellas a mí por supuesto, se nos ocurrió que el patrimonio cultural más importante, o uno de los más importantes, es el patrimonio que se da desde el surco y llega hasta las mesas, que es el que nos permite comer y hacer una comida llena de creatividad. Claro que influye en esto la biodiversidad, la diversidad cultural de los países de las regiones y eso lo incorporamos en un expediente”, comentó.

Para la doctora López Morales no fue fácil el que a México se le otorgara esta declaratoria debido a que se tenía que convencer a la UNESCO, a través de un expediente y con una ardua investigación científica, el por qué la cocina mexicana tendría que ser un patrimonio gastronómico.
Fue en el año 2005 que el gobierno mexicano hizo un primer intento de registrar ante la UNESCO al maíz como eje central de la cocina mexicana en un documento que llevó el nombre de “Pueblo de maíz. La cocina ancestral de México. Ritos, ceremonias y prácticas culturales de la cocina de los mexicanos”.

Sin embargo este expediente fue rechazado y no fue sino hasta el año 2010 que la UNESCO dio el reconocimiento a México al presentar una candidatura que tendría como eje la gastronomía de Michoacán con recetas de comunidades indígenas.
“La idea es fácil de concebirla, lo que es muy difícil es darle una estructura y una consistencia científica suficientemente convincente y eso es lo que hicimos para preparar el expediente”, dijo la escritora.
–Entonces, ¿fue difícil lograr este reconocimiento?–
“Sí lo fue porque los países nunca habían pensado en inscribir un patrimonio gastronómico en una lista de patrimonio cultural de un organismo internacional, entonces tuvimos mucho trabajo durante varios años para elaborar el expediente que finalmente en 2010 quedó inscrito en el organismo internacional”, mencionó la también periodista.
El gobierno mexicano, a través de un comunicado difundido por la Secretaría de Cultura el 16 de noviembre de 2010 -durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa-, daba a conocer que “en un hecho sin precedentes, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, durante su Quinta Reunión Ordinaria que se lleva a cabo en la ciudad de Nairobi, Kenia, del 15 al 19 de noviembre, ha inscrito a la Cocina Tradicional de México en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
“Fueron varios criterios que van desde la antigüedad, la continuidad histórica, el eje identitario que las cocinas constituyen el sentido de pertenencia, la originalidad de los productos y su capacidad de estas cocinas de ir incorporando las influencias externas”, precisó la doctora Morales, quien fue miembro de la delegación mexicana que viajó a Kenia en 2010 para presenciar la declaratoria.

Según la UNESCO, en el documento titulado “La cocina tradicional mexicana: Una cultura comunitaria, ancestral y viva y el paradigma de Michoacán”, señala que “la cocina tradicional mexicana es un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales”.
“Lo que hace de la cocina mexicana su carácter único es su capacidad de haber asimilado influencias, corrientes y productos de todos los rincones del mundo dada su ubicación geográfica y estratégica que mira por un lado hacia Europa, el Mediterráneo, Medio Oriente y por el otro a la parte asiática, a la diversidad asiática. En fin, que la comida mexicana muy pronto fue incorporando productos de influencias culturales de todos los rincones del mundo”, argumentó Gloria López Morales.
–¿Cuál sería su consejo para seguir conservando este patrimonio cultural?–
“La juventud tiene que informarse, prepararse, educarse, capacitarse para que la cocina que tiene toda esa maravilla y espontaneidad, que tienen las cocinas en el mundo, se unan en el conocimiento para crear conciencia sobre la necesidad de que la cocina vaya siempre paralela a los requerimientos respecto al medio ambiente, a la fecundidad de la tierra y también, a los requerimientos nutricionales de nuestros tiempos. Los jóvenes tienen también que adquirir conciencia sobre la cultura alimentaria propia y rica como la que tenemos”, mencionó la ex diplomática mexicana.

Este reconocimiento otorgado a la cocina mexicana, gracias a sus técnicas milenarias y tradiciones prehispánicas que incluyen el uso de ingredientes como el maíz, el chile y el frijol, así como el uso del comal y el molcajete, entre otros, sólo se comparte con otras tres cocinas más quienes también tienen esta nominación de “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” pero en otros conceptos distintos a la mexicana y las cuales son: la francesa (reconocimiento otorgado en 2010), la dieta mediterránea (reconocimiento otorgado en 2013), y la japonesa (reconocimiento otorgado en 2013).
“Los migrantes y los residentes mexicanos en el exterior lo primero que llevan en sus maletas, en sus mochilas, es su cocina. El recuento de su cocina maternal, la nostalgia de sus sabores y que tratan con mucha fidelidad el reproducir ahí donde se encuentran. Yo estoy sorprendida y he podido observar el florecimiento, la inclusión de las cocinas de México en Estados Unidos. A lo que podría aspirar es a que sigamos creando vínculos para que todo lo que siga sucediendo en materia de evolución, de innovación de conciencia sobre las raíces de la cocina, se siga difundiendo, que siga habiendo esa transmisión de conocimientos necesaria. La tortilla no conoce fronteras y lo que deseo que esta máxima siga vigente. Que la cocina mexicana siga tan vibrante como lo está haciendo en estos momentos. Tenemos que seguir trabajando juntos para el engrandecimiento de la comida mexicana”, manifestó la doctora Gloria López.

Ante la declaratoria otorgada por la UNESCO hace 15 años, el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Turismo, decretó en 2016 que el 16 de noviembre sería el “Día Nacional de la Gastronomía Mexicana”, en la cual se llevarían a cabo año con año diversas actividades con el objetivo de enaltecer la riqueza natural y cultural de la cocina mexicana.
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