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Por qué Donald Trump influye en la política interior de todo el mundo

Demoniza la política migratoria europea, apoya a candidatos presidenciales de derecha y critica duramente la protección climática global

Trump prolonga en el exterior la lucha cultural de su propio país.

Trump prolonga en el exterior la lucha cultural de su propio país. Crédito: Deutsche Welle

Las elecciones presidenciales en Honduras están siendo una carrera muy reñida. En el recuento provisional, muy pocos votos separan a los dos candidatos con más posibilidades: el centrista Salvador Nasralla y el conservador de derecha Nasry Asfura.

Motivo suficiente para que el presidente de Estados Unidos volviera a salir en defensa de su favorito, Asfura: “Parece que Honduras está intentando manipular el resultado de las elecciones presidenciales”, escribió Donald Trump en Truth Social. Y amenazó con graves consecuencias: “Si lo hacen, lo pagarán muy caro”.

Tratándose de un país pequeño y relativamente insignificante en la política mundial, ¿por qué esta reacción tan virulenta por parte de Trump?

Pensar en “esferas de interés”

Donald Trump parece haber encontrado el gusto por las esferas de influencia política, comenta a DW Cathryn Clüver-Ashbrook, experta transatlántica de la Fundación Bertelsmann, en Gütersloh: “Se ve a sí mismo casi como un emperador en su papel en la Casa Blanca y le gusta que el mundo baile al son de sus intereses, especialmente en el hemisferio occidental. Y hay que destacar que se trata de sus intereses, no de los de la política exterior estadounidense clásica”.

Esta política de “esferas de interés” se centra especialmente en América Latina. “Las acciones militares frente a Venezuela, la intimidación al jefe de Estado colombiano, la amenazante recomendación electoral en Honduras…”, enumera Clüver-Ashbrook, quien también señala el apoyo por valor de 20.000 millones de dólares a Argentina para ayudar a Milei a salir de una crisis de liquidez. “Aquí está surgiendo una nueva política que Estados Unidos no había aplicado tan activamente desde hacía mucho tiempo con respecto a sus vecinos de América Latina y Sudamérica”.

También en Europa

Y no solo allí: en Polonia, Trump apoyó abiertamente al nacionalista conservador y euroescéptico Karol Nawrocki. En Hungría, respalda a Viktor Orbán.

En Alemania, el Gobierno estadounidense y el partido AfD, considerado en parte de extrema derecha, intensifican actualmente sus contactos. Y hace solo unos días, Estados Unidos ordenó a sus diplomáticos que promovieran en Europa una política más hostil hacia la inmigración.

Objetivo: llevar la lucha cultural estadounidense al exterior

Celia Belin, autora de un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores publicado en mayo de 2025, considera que el presidente estadounidense entiende su política exterior principalmente como una continuación internacional de la lucha cultural que se libra dentro de los Estados Unidos.

“La izquierda y los demócratas son el enemigo interno, y los europeos, sobre todo, son considerados su prolongación en el extranjero”, escribe la autora del estudio. Trump ve a la UE como un “parásito” que se aprovecha de Estados Unidos, al igual que acusa a los demócratas estadounidenses de debilitar el país.

De hecho, “la ideologización de la política exterior estadounidense ya se encuentra en todos los documentos fundamentales del Proyecto 2025”, explica Cathryn Clüver-Ashbrook. Según estos documentos, la política exterior estadounidense debe orientarse mucho más que hasta ahora hacia valores estrictamente conservadores.

Desprecio manifiesto hacia Europa

Según Clüver-Ashbrook, a los europeos no solo se los ignora constantemente en las negociaciones sobre Ucrania. El desprecio que sienten algunos sectores del Gobierno estadounidense hacia los europeos de izquierda liberal se ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones.

Como ejemplo, cita una conversación filtrada por la revista estadounidense The Atlantic sobre un ataque estadounidense en Yemen. En él, el vicepresidente estadounidense J. D. Vance habría afirmado que los europeos se beneficiarían de manera desproporcionada de este ataque, a lo que el ministro de Guerra, Pete Hegseth, habría respondido: “Comparto plenamente vuestro odio hacia el oportunismo de Europa. Es lamentable”.

Lucha ideológica a través de la política exterior

El Gobierno estadounidense también está librando una lucha ideológica abierta en Europa por valores como la migración, el clima, el “wokismo” y la libertad de expresión, dice a DW Pawel Zerka, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Al mismo tiempo, Trump apoya, siempre que puede, a la “nueva derecha” y normaliza sus posiciones radicales. Entre las estrategias impulsadas por la ideología MAGA se encuentran la injerencia activa en las elecciones a favor de candidatos de derecha y conservadores, así como la creación de una especie de “MAGA International”, mediante la construcción de redes conservadoras de derecha y la promoción de medios de comunicación, partidos o conferencias de derecha, como la CPAC.

¿Puede Europa defenderse?

Pawel Zerca subraya que, en lugar de verse a sí misma como dependiente de Estados Unidos, Europa debe defender sus intereses de forma conjunta y soberana, incluso frente a la presión de Washington.

Por su parte, Cathryn Clüver-Ashbrook ve otro peligro para Europa: “Organizaciones con gran poder financiero que también están detrás de la Heritage Foundation y del Proyecto 2025 se están preparando ahora para ejercer influencia, por ejemplo, a través de donaciones a los partidos políticos”.

La politóloga de la Fundación Bertelsmann advierte de que las leyes sobre donaciones a los partidos políticos en Alemania y otros países europeos son demasiado laxas y constituyen una “puerta de entrada para la influencia externa, especialmente a través de fondos estatales o controlados por el Estado procedentes de Estados Unidos”.

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