‘Solo queremos que nos devuelvan a mi papá’
Familia latina de Upland busca un milagro esta Navidad tras el arresto de su padre por Inmigración
La familia Jiménez espera que esta Navidad el padre, Jorge, sea liberado de la custodia de Inmigración. Crédito: Cortesía
Al soplar las velas de su pastel, Blanca Jiménez, de 32 años, pide solo un deseo: el regreso seguro de su padre Jorge Jiménez, quien se encuentra bajo custodia de ICE en el centro de detención de Adelanto.
“Solo queremos que nos lo devuelvan; su detención nos ha afectado mucho a nosotros y a nuestra comunidad”, dijo Jiménez.
El mes de diciembre suele estar lleno de celebraciones para su familia; no solo se preparan para las reuniones navideñas, sino que también celebran su cumpleaños. Un día que ella acostumbre cada año a pasar con su papá, mamá y dos hermanos.
Pero eso cambió hace unos días cuando el 11 de diciembre su papá, Jorge, de 53 años, y su primo fueron detenidos por agentes de Inmigración mientras trabajaban como jardineros en Upland, el señor fue arrestado.
“Eran alrededor de las 12:30 p.m. cuando mi primo, que tiene papeles y trabaja con mi papá, me llamó directamente, algo que nunca hace”, cuenta Blanca con la voz entrecortada. “Inmediatamente, tuve un mal presentimiento, sabía que algo no estaba bien”.
Y luego su primo dijo lo siguiente: “Lo siento, pero se han llevado a tu papá”.
Jiménez dijo que en ese momento su corazón se le destrozó y que rápidamente alertó a su familia.
“Eso fue lo más difícil que tuve que escuchar porque nosotros, como familia, sabíamos que, por desgracia, ellos se exponían al ir a trabajar”, dice Jiménez. “Pero mi padre es el tipo de persona que dice: ‘tenemos que comer’, así que seguía saliendo a trabajar”.

De acuerdo con el primo de Jiménez, ambos estaban trabajando en una casa en Upland cuando, al principio, notaron una camioneta blanca que rondaba el vecindario donde se encontraban. Y aunque se les hizo un poco raro, no le dieron mucha importancia, ya que después de unos minutos vieron que la camioneta ya se había ido. Luego llegó la hora de almuerzo y los dos decidieron ir en busca de algo para comer; con el papá de Blanca, Jorge, decidió manejar su camioneta de trabajo.
“En cuanto salieron del vecindario, los detuvieron”, dice Jiménez. “Según mi primo, encendieron las luces y las sirenas, les pidieron que salieran de la camioneta de trabajo y los separaron a ambos”.
El incidente fue tan rápido que su primo no tuvo tiempo ni de grabar ni de documentar el arresto, porque se sintió paralizado y sorprendido por lo que sucedía. De acuerdo con la familia, esa camioneta blanca que habían notado por la mañana sí era de inmigración y venían con más de un vehículo.
Cuenta que antes de que metieran a su padre a la patrulla de los agentes, Jorge dejó su cartera y trató de darle instrucciones al primo sobre qué hacer con la camioneta de trabajo, ya que el joven no sabe conducir con cambio manual.
Fue entonces cuando los agentes se retiraron con Jorge detenido, mientras su familiar esperaba a un trabajador que lo ayudara a devolverle la camioneta a la familia de Jiménez.
Pero poco después de alejarse del lugar del arresto, volvieron a sonar las sirenas de inmigración y los detuvieron de nuevo.
“Los agentes de inmigración empezaron a interrogar al conductor y le pidieron sus datos y los dejaron ir”, dijo Blanca. “No sabemos si los estaban siguiendo o no, porque mi primo dijo que cogieron algo de la parte trasera de la camioneta antes de dejarlos ir, pero, en cualquier caso, les pareció extraño que los pararan por segunda vez”.
La familia dice que Jorge fue llevado a San Bernardino antes de ser temporalmente trasladado al centro de detención en Los Ángeles, donde permaneció varios días sin acceso a bañarse.
“Hay que tener en cuenta que estaba trabajando antes de ser detenido, por lo que estaba sucio; él dijo que hacía mucho frío allí y que había demasiada gente detenida con él”, cuenta Jiménez. “Mi padre es de esas personas que siempre tienen que estar haciendo algo, así que estar en ese centro de Los Ángeles empezaba a afectarle”.
Luego, ese fin de semana, fue trasladado al Centro de Detención de Adelanto, donde pudo finalmente darse un baño y dice que recibe dos horas de aire libre al día. La familia sí ha podido comunicarse con Jorge y dice que, aunque solo ha pasado una semana en detención, ya puede notar una diferencia en él.
De acuerdo con información de la organización Inland Coalición para Justicia Inmigrante, desde enero han reportado alrededor de 295 personas detenidas en el Inland Empire, número que han podido recopilar gracias a la documentación de ellos y de otros grupos de respuesta rápida.
Jorge Jiménez, de 53 años, es uno de muchos casos de arrestos durante una parada de tráfico que no han sido reportados ni documentados públicamente, a diferencia de muchos que suelen ser grabados por residentes de la comunidad.
“Mi padre es una persona muy fuerte y escucharlo por teléfono, con un nudo en la garganta, intentando hablar con mi madre, fue muy difícil”, dice la joven. “Porque él es el tipo de persona a la que nunca vas a ver llorar, así que tener que escucharlo casi romperse ha sido lo más difícil”.
Aunque su madre trabaja, dijo que su padre era el principal sostén de la familia, ya que ella tiene limitaciones debido a los problemas de salud que padece. Cuenta que su padre es una buena persona que ha trabajado como jardinero por más de 30 años y que siempre ha estado muy involucrado en su comunidad.
Una persona que siempre está dispuesta a ayudar a otros. Él y su esposa eran líderes de un grupo matrimonial que ayudaba a las parejas en su iglesia, ayudaba a familias necesitadas y solía jugar fútbol con los niños de la vecindad.
“Mi padre es muy conocido por lo amable que es con los demás”, dijo Jiménez con orgullo. “Y ver cuánta gente ha venido a casa de mi madre para darle palabras de aliento demuestra lo mucho que mi padre ha conmovido a tantas personas con su amabilidad”.

Normalmente, la familia de Jiménez se estaría preparando para las fiestas de Navidad que se celebran después de su cumpleaños. Dice que normalmente se reunían en la casa de un tío, todos rodeados de tamales, música y familia, pero este año será diferente. Aunque tienen la ilusión de un milagro de Navidad, dicen que están preparados para luchar por su padre hasta que esté libre.
Por el momento están recaudando fondos en GoFundMe y dicen que el dinero que puedan recaudar será para el abogado, quien ayudará a la familia, y lo demás se destinará a la fianza que esperan que reciba su padre. Dice que nunca pensaron que estuvieran en esta posición y que no entiende la lógica de los arrestos.
“Personas como mi padre solo están aquí para trabajar”, exclamó Jiménez. “¿Y por mucho que quieran decir que solo están intentando arrestar a los delincuentes, que expliquen por qué se llevaron a alguien que trabajaba y ha ayudado a tanta gente?
Para hacer donaciones a la familia:https://www.gofundme.com/f/rap6zd-help-our-family-through-this-tough-time
Nota producida bajo el programa California Local News Fellowship de la Universidad de Berkeley.