La nueva ley en California que beneficiará a indocumentados (sí, otra)
La nueva ley asegura que sin importar tu estatus migratorio, se te tratará con equidad en casos en los que se tengan que reclamar daños personales por accidentes
A partir de enero, los inmigrantes indocumentados en California podrán recibir una compensación equitativa, como cualquier otro residente legal o ciudadano, a la hora de reclamar daños personales por accidentes y en demandas por muertes por imprudencia.
El gobernador Jerry Brown firmó una ley que asegura que un inmigrante indocumentado que se lesiona en California reciba una compensación justa por la pérdida futura de ingresos y costos médicos en las cortes civiles. Antes de esta nueva legislación estaban sujetos a una decisión de la Corte de 1986 que permitía que a los inmigrantes sin papeles, les devolvieran de menos en las compensaciones por daños personales.
La injusta indemnización y el temor a la deportación desanimaba a los indocumentados a presentar demandas por lesiones.
Ese fue el caso de Jesús Rodríguez, un empresario del condado de Los Ángeles quien se lesionó en un accidente de tráfico en 1979 y demandó al causante del choque. En un arreglo logró una restitución de $99,000 dólares en daños con base en los ingresos que perdió en su trabajo a causa del accidente. Pero aunque llevaba casi 20 años en el país, Rodríguez era indocumentado, y una Corte de Apelaciones determinó en 1986 que la pérdida en ingresos sufrida debía ser calculada por una cantidad menor, de acuerdo a lo que hubiera ganado en su país de origen, que es México.
La AB2159 de la asambleísta demócrata de San Diego, Lorena González corrige tales situaciones y asegura que sin importar el estatus migratorio todo californiano pueda recibir una compensación justa.
“California ha sentado un estándar nacional con nuestro compromiso de un trato justo para toda la gente sin importar su estatus migratorio, y hoy tomamos un paso hacia adelante”, dijo González.
Añadió que nunca más aquellos que explotan a los inmigrantes podrán esconderse detrás de un tecnicismo para evitar hacerse responsables.
La nueva ley fue apoyada por el Fondo Méxicoamericano para la Defensa Legal y la Educación (Maldef), la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (Chirla), la Conferencia Católica de California, el alcalde Eric Garcetti y la Unión de Libertades Civiles (ACLU) entre otras organizaciones.
La nueva ley es parte de los esfuerzos hechos por los legisladores y el gobernador de California para apoyar a que los inmigrantes indocumentados disfruten de prerrogativas similares a los residentes legales y ciudadanos. Algunas de estos afanes legislativos se han visto reflejados en nuevas leyes que les permiten obtener licencias de manejo, obtener becas para ir a la universidad, recibir ayuda financiera estatal para la universidad, pagar las mismas colegiaturas universitarias que los residentes legales y obtener licencias para ejercer sus profesiones u oficios.
De acuerdo a Chirla, los indocumentados en California representan el 10% de la fuerza laboral del estado.
“Era muy injusto y discriminatorio que a una persona que trabaja en los Estados Unidos, se le negara la compensación y se le quisiera pagar según la moneda de su país de origen”, observó Joseph Villela, cabildero de Chirla. “Más del 50% de los indocumentados han estado por lo menos diez años en Estados Unidos. Por lo tanto a la hora de reclamar una indemnización, todos deben ser tratados con equidad”, agregó.