$2,5 millones para familia de hispana que murió en prisión de Colorado
La mujer había estado encarcelada por menos de 24 horas cuando falleció y se suponía que iba a quedar libre en las siguientes 48 horas.
DENVER — La familia de una hispana que murió cuando estaba recluida en una cárcel al oeste de Denver recibió una indemnización de 2,5 millones de dólares para poner fin a la demanda judicial presentada con el argumento de que su muerte obedeció a falta de atención médica.
Según la información difundida hoy por las autoridades del Condado Jefferson, la familia de Jennifer Lobato, madre de siete hijos y de 37 años al momento de fallecer, accedió a retirar su demanda en contra de ese condado a cambio de la indemnización.
Documentos oficiales indican que Lobato murió de un “desequilibrio electrolítico” (deshidratación) en la cárcel del Condado Jefferson, en la localidad de Golden, el 2 de marzo de 2015.
Lobato había sido detenida como sospechosa de haber cometido un delito menor.
La demanda, presentada el 16 de diciembre del año pasado, sostiene que Lobato no recibió la atención médica necesaria para sobreponerse dentro de la cárcel a su adicción a los “opioides”.
Además, se alega que la decisión de no atenderla habría sido aparentemente premeditada y que el caso habría sido usado como “ejemplo” para otros reclusos también adictos.
Cuando los médicos de una empresa privada contratada por la cárcel finalmente llegaron, Lobato ya había perdido el conocimiento y no llegó a reponerse.
Lobato había estado encarcelada por menos de 24 horas cuando falleció y se suponía que iba a quedar libre en las siguientes 48 horas.
En subsecuentes investigaciones luego incluidas en la demanda, el alguacil del Condado Jefferson, Jeff Shrader, habría admitido que varios de sus subordinados no siguieron los protocolos existentes con respecto a ayuda médica para reclusos y que, de haberlo hecho, Lobato seguiría viva.
En un comunicado difundido hoy, David Lane, el abogado de la familia Lobato especuló que las declaraciones del alguacil y el hecho que varios de los guardiacárceles involucrados en el caso fueron disciplinados figurarían entre las “posibles razones” para ofrecer la multimillonaria indemnización, que quedará en un fondo de fideicomiso para beneficio de los hijos de Lobato.
A cambio de aceptar esa compensación, la familia de Lobato también acepta que ninguno de los demandados admite culpabilidad y que ya no iniciará otras acciones legales en contra de los comisionados del Condado Jefferson, la oficina del alguacil, o los empleados de la cárcel.
Sin embargo, el acuerdo no impide que la familia Lobato continúe con sus acciones judiciales contra la empresa privada Correct Care Solutions, a cargo de la atención de presos en la cárcel de Golden.
En esa misma cárcel, otros dos hispanos, Joseph Martínez, de 47, y Timothy Baca, de 42, fallecieron el año pasado, ambos por suicidio.