Activistas quieren que Congreso investigue posible destitución de Trump

La idea es presionar al Comité Judicial de la Cámara de Representantes a que inicie una investigación sobre si hay suficientes argumentos para la eventual destitución de Trump.

Proyecto no-partidista en contra de Trump

Proyecto no-partidista en contra de Trump  Crédito: Aurelia Ventura | La Opinión

WASHINGTON.- Al iniciar su segunda semana en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump es objeto de una campaña ciudadana que busca su destitución debido en parte a sus presuntos conflictos de intereses, y ya tiene casi medio millón de firmas.

La campaña no partidista “Impeach Donald Trump Now”, ya ha reunido poco más de 480,000 firmas desde que fue lanzada el propio día de la toma de posesión el pasado 20 de enero, y la meta es recabar al menos el millón.

Con esas firmas, la idea es presionar al Comité Judicial de la Cámara de Representantes a que inicie una investigación sobre si hay suficientes argumentos para la eventual destitución de Trump.

En declaraciones a este diario, Edward Erikson, portavoz del grupo “Free Speech for People”, copatrocinador de la campaña junto a “RootsAction.org”, dijo hoy que la campaña busca atraer apoyo bipartidista, que no lo tienen por ahora.

“Una vez que (el Congreso) presente una resolución, pensamos organizar campañas de presión en distritos electorales en todo el país, para que los legisladores apoyen la investigación”, precisó Erikson.

No está claro que la campaña logre disparar un proceso de destitución, en parte porque el presidente de EEUU está exento de las leyes contra los conflictos de intereses.

En todo caso, tendría que haber pruebas contundentes de que Trump personalmente está implicado en algún favor político a cambio de un negocio para que pueda ser sometido a un juicio político para su destitución.

¿Cuál es la queja?

Para los organizadores de la campaña, no es suficiente que Trump haya anunciado que cederá las operaciones de sus empresas a sus hijos porque, según estos grupos, el mandatario estaría violando una cláusula de la Constitución, que prohíbe a funcionarios públicos recibir de “un rey, príncipe o Estado”, cualquier tipo de “honorario”, regalos, dinero, objetos, títulos y demás beneficios económicos, sin el consentimiento del Congreso.

Esta cláusula se incluyó en la Constitución para prevenir la corrupción o influencia de un gobierno extranjero.

Muchos negocios de la Organización Trump reciben dinero de gobiernos extranjeros a través de transacciones, o subsidios y créditos tributarios del gobierno federal, según los organizadores de la campaña. No les convence que Trump en realidad vaya a desvincularse de sus negocios.

También aseguran que Trump estaría violando la ley federal de 2012, conocida como “STOCK Act”, que prohíbe a funcionarios lucrarse económicamente con información gubernamental no publicada.

La Organización Trump tiene tratos con dos propiedades inmobiliarias en Istambul, y ha recibido hasta $10 millones de empresarios desde 2014, según la campaña.

¿Cómo es el proceso de destitución en EEUU?

La Constitución da potestad a la Cámara de Representantes para iniciar un proceso de destitución (“impeachment”, en inglés), mientras que el Senado tiene el poder de iniciar un juicio político.

La Cámara Baja somete a votación, y vota por mayoría simple, la propuesta de presentar o no cargos en contra del mandatario, y el Senado realiza el juicio, pero requiere una mayoría de dos terceras partes de los 100 senadores para condenarlo.

Un mandatario puede ser destituido si es condenado por traición, soborno, y otros delitos graves.

En la historia de EEUU, solo los presidentes Andrew Johnson y Bill Clinton fueron sometidos a un juicio político, en  1868 y 1998, respectivamente, y ambos fueron absueltos en el Senado, por lo que permanecieron en el poder.

Advertencias sobre autoritarismo

Varios observadores, que no están vinculados con la campaña, han advertido del presunto estilo autoritario que ha demostrado Trump, quien continúa usando Twitter para criticar a los medios de comunicación y a quienes no estén de acuerdo con él, incluso republicanos.

“Esto lo hemos visto antes con grupos de derecha y de izquierda, así es como toma el control un gobierno autoritario… la mejor manera de contrarrestar esto es a través del voto, de votar por personas que pensemos puedan representar nuestros intereses“, dijo a este diario la autora Anita Mishook, cuya novela “Helen”, revela la presencia de un movimiento pro-nazi en Los Angeles en la década de 1930 y sus paralelos con el clima político actual.

Eliot Cohen, analista republicano en la Universidad Johns Hopkins y exconsejero de la entonces secretaria de Estado, Condoleezza Rice entre 2007 y 2009,  dijo en una columna de opinión en la revista “The Atlantic” que Trump tiene problemas de carácter y temperamento, por lo que cree que la situación actual no mejorará.

Cohen vaticinó que entre más lo “intoxique” el poder a Trump y sus allegados, más riesgo hay de que las cosas terminen mal, con más protestas en las calles, más tensión en las relaciones internacionales, y hasta el riesgo de una nueva guerra.

“No sorprendería para nada si su mandato no termina en cuatro u ocho años sino mucho antes, con su destitución o cese del cargo bajo la Enmienda 25”, señaló Cohen.

La página web “Paddy Power”, un sitio especializado en apuestas,  asegura que las posibilidades de que Trump afronte un proceso de destitución en el primer semestre de este año son de 4 a 1, y las posibilidades de que no pueda terminar su mandato, de 7 a 4.

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