El milagro de las gemelas que nacieron de 6 meses y sobrevivieron
"Cabían en una mano", recuerda la mamá de las niñas, que ahora tienen ocho meses. Según los médicos, si hubieran nacido hace dos años no habrían podido sobrevivir
Imogen y Annabelle son dos “pequeños milagros” para sus padres y un gran logro para la ciencia: nacieron a las 23 semanas y 4 días y pesaron apenas 450 gramos cada una. “Eran tan pequeñitas que cabían en una mano “, recuerda su madre, Claire.
Llegaron el pasado mes de abril con menos de seis meses de gestación. Eran tan pequeñas que no podían respirar por sí mismas ni alimentarse, pero la tecnología médica les salvó la vida.
Pasaron cuatro meses en el hospital recibiendo transfusiones de sangre y sometiéndose a cirugías de emergencia. Ahora, con ocho meses, crecen estables en casa con sus padres Claire y James Weir.
Claire, que en algún momento no se imaginaba que siquiera una de ellas lograra sobrevivir, dice que las gemelas los sorprendieron a todos. “Siempre serán nuestros pequeños milagros “.
“El consultor nos dijo que si hubieran nacido dos años antes no habrían sobrevivido. Eso te da una idea de cuánto está avanzando la tecnología médica “, le dijo a la BBC.
Historia de un “pequeño milagro”
Todo salió bien en la ecografía de las 20 semanas, pero hacia la mitad de su embarazo Claire sintió que algo no iba bien.
A las 22 semanas rompió aguas y tuvo que ser ingresada en el hospital de maternidad Princess Royal de Glasgow, adonde llegó con síntomas de estar a punto de dar a luz. Pero era demasiado pronto como para que sobrevivieran las niñas.
“Esencialmente nos dijeron que nos esperáramos lo peor“, recuerda el papá, James Weir. Si hubieran nacido en ese momento ni habrían tratado de resucitarlas, según la mamá.
En Reino Unido el límite legal para un aborto, espontáneo o provocado, son las 24 semanas. Pero en el hospital consiguieron retrasar el nacimiento una semana.
Fue entonces cuando Claire entró en choque séptico, un estado potencialmente letal que ocurre cuando la presión sanguínea baja a un nivel peligroso tras una infección.
“Me subió muchísimo la fiebre y entonces tuvieron que inducirme el parto”, recuerda.
Decidir sobre la vida y la muerte
La combinación de factores auguraba un pronóstico difícil: eran gemelas, la madre tenía una infección y además eran sumamente prematuras.
Cuenta Claire que como las probabilidades de que sobrevivieran eran tan escasas varias veces le dijeron que muchos padres preferían no tratar de resucitar a los bebés, porque esos esfuerzos a menudo son inútiles.
“Y en su lugar deciden pasar ese tiempo con sus bebés“, recuerda con lágrimas contenidas, “porque si te decantas por la resucitación se los llevan a la sala de cuidados intensivos”.
“Fue horrible”, recuerda. “Fue una decisión muy difícil“.
“Pensaba si realmente valía la pena hacer que las niñas pasaran por un procedimiento terrible, quizás sólo para tener unas horas de vida“. Pero la pareja decidió darles una oportunidad más de sobrevivir.
Mientras las niñas estaban en cuidados intensivos la madre permanecía en estado crítico, recibiendo tratamiento también para salvar su vida.
“Las enfermeras de la unidad me decían que nunca antes habían visto bebés tan pequeños“, cuenta James. “Así que inmediatamente yo pensaba lo peor, que no iban a pasar de esta noche, de las próximas 24 horas”.
“No pude agarrarla durante varias semanas”
“Pude agarrar a Imogen después de unos seis días pero Annabelle era más pequeña y vulnerable, así que no pude agarrarla durante varias semanas”, cuenta Claire. Ahora, con ocho meses de edad, apenas pesan unos 5 kilos cada una y tienen que vestir ropa para bebés de 0 a 3 meses.
Aunque todavía necesitan ayuda para respirar ya pueden estar en casa.
“Ahora estamos experimentando las dificultades normales de todos los nuevos papás pero amamos cada minuto. Sabemos lo afortunados que somos“, comenta la mamá.