“Fueron 17 balas en menos de un minuto”
Autoridades de California se reúnen con sobrevivientes de tiroteos
Después de las manifestaciones March for Our Lives (Marcha por Nuestras Vidas) que se llevaron en todo el país a favor de un control de armas, este martes en Los Ángeles la senadora de California Dianne Feinstein dijo que la lucha debe continuar a nivel estatal y local.
La legisladora lideró una reunión a puerta cerrada en Westwood para discutir una reforma sobre el tema. Entre los participantes se encontraban sobrevivientes de la violencia con armas, familiares de las víctimas, doctores especialistas y defensores del control de armas.
Feinstein señaló que en Estados Unidos actualmente hay alrededor de 15 millones de armas de asalto, muchas de las cuales no deberían estar en las calles.
“Son armas que fueron hechas para matar a personas en los combates en guerra”, dijo a la vez que custionó la presencia de estas en las calles.
“¿Para qué? Nunca lo he entendido. No son usadas para cazar, no son para la defensa propia. ¿Para qué las necesitan en realidad?”.
Por su parte, el fiscal de Los Ángeles Mike Feuer, quien también estuvo presente en la reunión, dijo haber hecho una prioridad terminar con la violencia de armas en la ciudad angelina.
Una de las formas se da al perseguir a quienes portan armas de manera ilegal así como a criminales que hacen un negocio de la compra y venta de dichos artículos.
También señaló que su oficina se encarga de ofrecer información para resguardar la seguridad de los más pequeños.
“Intentamos asegurarnos que los padres guarden sus armas de manera apropiada”, dijo Feuer.
Como cofundador de Fiscales en Contra de la Violencia de Armas —un grupo no partidista independiente— Feuer se ha logrado reunir con unos 40 fiscales de toda la nación para crear políticas que ayuden a solucionar la crisis existente.
Señaló que algunas de estas soluciones son una revisión universal del historial criminal para quienes quieran adquirir armas y limitar la compra de un arma por mes.
“Cuando compran más de un arma muchas veces las personas las utilizan para revenderlas sin hacer una revisión y eso no esta bien”, dijo Feuer.
Los más afectados piden un cese a las armas
Josh Stepakoff, de 25 años de edad, recordó que en 1999 mientras pasaba un buen momento con amigos y familiares en un campamento judío de Los Ángeles, un defensor neo nazi les disparó a quemarropa.
“Fueron 17 balas en menos de un minuto”, contó este hombre, quien en ese entonces era un niño de apenas 6 años. “A mí me pegó en la pierna y en la cadera… Fui muy afortunado en sobrevivir”.
Mencionó que es desafortunado ver que a través del tiempo la violencia de armas continúa. “Es una tragedia ver que podemos prevenirlo, sabemos cómo hacerlo pero no lo estamos haciendo”, dijo aseverando que él al igual que Feuer apoyan las medidas de la senadora Feinstein.
“Tiene que haber una prohibición de armas de destrucción, la senadora ha sido una defensora de esto por años”, dijo Feuer.
“Necesitamos una revisión de historial y la senadora también es coautora de esta propuesta, la cual tiene apoyo bipartidista”.
El doctor Roger Lewis, del hospital Harbor-UCLA Medical Center en Torrance, dijo que para ellos se ha vuelto normal ver a una víctima de una bala al menos una vez por día.
Comentó ante los presentes que hay dos cosas comunes en estos desafortunados eventos: la facilidad de conseguir un arma y que la víctima es inocente en la mayoría de casos, solo estaba en el lugar incorrecto a la hora incorrecta.
“En Estados Unidos alguien recibe un disparo al menos cada cinco minutos y cada 16 minutos alguien muere de un balazo”, dijo Lewis.