Gobierno admite que perdió rastro de casi 1,500 niños no acompañados en 2017
Un subcomité del Senado le exigió al DHS un plan para mejorar el monitoreo de niños no acompañados
WASHINGTON— Las autoridades federales reconocieron este jueves que perdieron el rastro a cerca de 1,500 niños no acompañados que había sido detenidos en la frontera sur en 2017, lo que generó acusaciones de incompetencia por parte de líderes del Senado.
Durante una audiencia del subcomité permanente de Investigaciones del Senado, Steven Wagner, subsecretario interino de la Administración para Niños y Familias del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS, en inglés), ofreció un resumen de la situación actual de niños no acompañados bajo custodia del gobierno federal.
Wagner está a cargo de supervisar la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, en inglés), que maneja el cuidado de niños no acompañados una vez que son trasladados a su custodia por parte de las autoridades de Inmigración.
Fue al describir el seguimiento de esos niños, una vez que salen de las instalaciones de ORR y son entregados a familiares o adultos responsables, que Wagner admitió que el gobierno le perdió la pista a casi 1,500 menores, de un total de 7,635 niños monitoreados entre octubre y diciembre pasados.
“ORR no pudo determinar con exactitud el paradero de 1,475 niños no acompañados”, dijo Wagner en su testimonio.
Durante ese periodo, ORR sólo pudo contactar por teléfono al 86% de los adultos a los que entregó 7,635 niños. De ese total de llamadas, la agencia determinó que 6,075 niños seguían con sus “patrocinadores”, 28 habían escapado de sus hogares, cinco fueron deportados, y 52 se habían ido a vivir con otras personas.
ORR refirió 792 casos al Centro Nacional de Llamadas (“National Call Center”), establecido para que tanto los niños como sus patrocinadores reciban orientación a servicios comunitarios.
Durante la audiencia, visiblemente indignado, el presidente del subcomité, el senador republicano de Ohio, Rob Portman, se quejó de que HHS y el Departamento de Seguridad Naconal (DHS) prometieron que entregarían un plan conjunto en febrero de 2017 para corregir las deficiencias en la seguridad de los niños y, a juzgar por el testimonio de Wagner, aún no lo han hecho.
“Estos niños, sin importar su estatus migratorio, merecen ser tratados adecuadamente, no ser sometidos a abusos o tráfico” de personas, afirmó Portman, al señalar que, como mínimo, se trata de un asunto de “rendición de cuentas”.
Portman dio plazo hasta el lunes próximo a ORR y al DHS para que entreguen un cronograma sobre cómo pondrán en marcha un plan para mejorar el monitoreo de los niños.
Portman comenzó a vigilar de cerca de la ORR en 2015, tras el destape de un escándalo en el que, por descuido e incompetencia, en 2013 ocho jóvenes guatemaltecos cayeron en manos de traficantes de humanos, y obligados a trabajar 12 horas al día en granjas en Ohio. Seis personas implicadas en ese caso fueron condenadas y sentenciadas a prisión.
Portman destacó dos asuntos clave en este problema: primero, “decencia humana”, porque EEUU tiene la obligación de asegurar que los menores no caigan en redes de traficantes o abusadores y, segundo, un maltrecho sistema de inmigración en el que la mitad de los niños no se presenta a las audiencias en los tribunales de Inmigración.
“Eso no es bueno ni para los niños ni para nuestro sistema, y espero que mejoremos”, enfatizó.
La senadora demócrata por Dakota del Norte, Heidi Heitkamp, calificó a ORR como “los peores padres de crianza en el mundo” y dijo que el testimonio de Wagner “no deja dudas” de que el gobierno le fallado a estos menores.
Un informe de la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO), divulgado durante la audiencia, indicó que DHS arrestó a más de 41,000 niños no acompañados en el año fiscal 2017, en contraste con más de 60,000 el año fiscal anterior.
DHS refirió a 40,810 niños no acompañados a ORR en 2017, y en los primeros seis meses del año fiscal 2018, que comenzó en octubre pasado, refirió a 21,574, indicó el documento.
Aunque en mayo de 2017, las autoridades habían registrado un lento declive en las cifras, en la actualidad son “significativamente mayores” que hace unos meses. Si en marzo de 2017 el total recibido por ORR fue de 755, en marzo de 208 fue de 4,204, dijo Wagner.
En el año fiscal 2017, el 94% de los niños provino de Honduras, Guatemala y El Salvador –los del “Triángulo del Norte” de Centroamérica-, y en lo que va del año fiscal 2018, el porcentaje permanece casi igual, en 93%. En ambos años fiscales, los adolescentes conformaron el 83% y 87%, respectivamente, de todos los casos referidos a ORR.
La estancia promedio de los niños en albergues e instalaciones a cargo de ORR ha sido de 56 días en 2018.
En lo que va del año fiscal 2018, ORR ha entregado al 90% de los niños a sus “patrocinadores” o adultos responsables. Del total, el 41% fue entregado a sus padres, el 47% a familiares cercanos, y el 11% a personas sin vínculos familiares.
La audiencia de hoy se produjo mientras la Administración Trump presiona por la eliminación de “lagunas legales” para agilizar la deportación de niños no acompañados, incluyendo la anulación del “Acuerdo Flores”, y para incrementar la separación de familias en las fronteras.