Las autoridades la ignoraron y dio a luz sola en la cárcel
El personal médico presuntamente la acusó de exagerar al quejarse del dolor
Los encargados de una cárcel en el condado de Alameda ignoraron los gritos de una mujer embarazada durante horas, por lo cual ella fue obligada a dar a luz a solas en su celda, alega una demanda entablada el lunes.
La mujer, que también era desamparada, fue puesta en la celda de concreto como castigo después de que el personal médico de Santa Rita County Jail la acusó de exagerar al quejarse de dolores y calambres.
De acuerdo con San Francisco Chronicle, Candace Steel fue trasladada a la celda de aislamiento el 23 de julio de 2017 con ocho meses de embarazo, y estaba tan adolorida que apenas podía gatear. La celda, incluso, estaba sucia, solo tenía muebles de metal y no contaba con cobijas ni toallas. Fue allí donde Steel se retorció de dolor hasta que nació su hija.
Según la abogada de Steel, Yolanda Huang, ella sigue traumatizada y “aún llora cuando habla de (la experiencia)”. La celda en la que Steel estuvo detenida, agregó, tenía una pequeña ventana, la cual los agentes cerraron para sofocar sus gritos, y no la volvieron a abrir hasta oír a la bebé.
La parte demandante solicita una indemnización por los perjuicios que le haya podido irrogar la experiencia, y responsabiliza al sheriff del condado, Gregory Ahern, varios de sus empleados y el Grupo Médico Forense de California, el cual estaba encargado de proporcionar atención médica a los reos.
En entrevista con el antedicho diario, el portavoz del sheriff, Ray Kelly, dijo que “es lamentable que el naciemiento haya ocurrido en una celda de aislamiento— nadie quería eso, y no estamos negando que sucedió”.
Steel, agregó Huang, había estado viviendo en la calle con su otra hija, de dos años, cuando fue arrestada por delitos menores, incluido el poner en peligro a su hija por tenerla a su lado.
De acuerdo con la demanda, la bebé de Steel nació con el cordón umbilical alrededor del cuello. Por puro instinto, la demandante puso sus dedos en la boca de la bebé para abrir sus vías respiratorias. Después del nacimiento, no tenía lo necesaria para limpiar a la niña o a sí misma.
Justo antes de ser encarcelada, Steel le informó al personal médico que había fumado metanfetaminas a los cinco meses de embarazo, que fumaba tabaco a diario y que había fumado marihuana y bebido alcohol a los ocho meses de embarazo, según la demanda. También dijo que había sufrido convulsiones durante su embarazo anterior y que no sabía su fecha de parto.
Hoy día, Steel vive con sus dos hijas en Nevada, donde trabaja en un resturante.
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