¿Quiénes son los presos políticos liberados en México?
El gobierno alista la liberación de 200 personas consideradas presos políticos
MEXICO – Si Dominga González no estuviera en una lista de amnistía que prepara el gobierno de México para liberar en cualquier momento a unas 200 personas consideradas presas políticos, probablemente no tendría esperanzas de ver nunca más las calles de su pequeño pueblo floricultor del Estado de México. A sus 59 años fue sentenciada a casi otro tanto de prisión: medio siglo.
Sus acusadores dicen que asesinó a un empresario; sus defensores, que se trata de una estrategia para eliminarla del camino junto con cinco ex integrantes del Comisariado Ejidal de San Pedro Tlanixco, para así logar un proyecto de “privatización” de agua de un río cercano a la localidad.
El caso es que Dominga está en prisión y es considerada por grupos de activistas por los derechos humanos y como una reclusa por razones políticas, igual que otros dos centenares de hombres y mujeres que, en algún momento, se opusieron a decisiones de autoridades y las confrontaron para luego verse inmiscuidos en algún vericueto legal.
La protesta social en México ha sido, en muchas regiones, una garantía de criminalización para quienes la ejercen. José Antonio Lara, coordinador del CDHZL, “ha sido condenada para dar un escarmiento a los integrantes del Comisariado Ejidal de San Pedro Tlanixco que se oponen a entregar los afluentes del río”.
Por razones de este tipo, la senadora Nestora Salgado (quién fue encarcelada y acusada de secuestro en Guerrero cuando aplicó leyes del sistema de justicia indígena 25 nombres de personajes que, a su juicio, deben ser liberados se manera urgente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió en campaña la liberación de presos políticos y una amnistía a presidiarios con perfiles específicos.
Esto incluye desde profesores que se opusieron a la Reforma Educativa de Enrique Peña como Sara Altamirano en el sexenio o indígenas que defendieron usos y costumbres como los oaxaqueños Miguel Ángel Peralta Betanzos, Herminio Monfil Avendaño, Fernando Gavito Martínez, Omar Hugo Morales Álvarez, Jaime Betanzos Fuentes, Isaías Gallardo Álvarez y Alfredo Bolaños Pache.
Estudiantes como Lucía Baltazar Miranda o el activista Marco Antonio Suastegui, el indígena de la Tribu Yaqui, Fidencio Aldama o el estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Guerrero.
En días pasados salieron del Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, Jalisco, el primer grupo tras el arribo al poder de López Obrador. Ellos son el profersor Lauro Atilano Grijalva y los activistas Leonel Manzano, Sara Altamirano y Damián Gallardo señalados de participar en el secuestro de los hermanos Álvarez Benfield, sobrinos del empresario, Gerardo Gutiérrez.
La liberación de este primer grupo ha despertado esperanzas en zonas de mayores conflictos comunitarios por territorio o inseguridad como en Guerrero. Integrantes del Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos demandaron la excarcelación de 19 miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota y de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (autodefensas).
Los defensores de presos políticos argumentan que están encerrados injustamente, sin pruebas y se les imputan delitos fabricados. Muchos de ellos ni siquiera han tenido un debido proceso ni recibido una sentencia por lo que han solicitado sin éxito que las procuradurías desistan de la acción penal por falta de elementos de prueba.