¿Qué dicen los padres ante la posible huelga del LAUSD?
Algunos muestran preocupación por las clases, mientras que otros le dan su apoyo total a los maestros
A tan solo horas de una posible huelga de maestros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), los padres de familia continúan confundidos en cuanto al futuro educativo de sus hijos.
Verónica Flores es una residente de Wilmington, un vecindario al sur de Los Ángeles, y a pesar de tener cuatro hijos en escuelas públicas, dijo apoyar totalmente la huelga de maestros —que entre sus peticiones está la contratación de más enfermeros y bibliotecarios.
“Creo que lo que piden es justo porque mi niña que va en la Middle School [escuela intermedia] la otra vez le dio un ataque de asma y no la mandaron a la enfermería porque no había nadie”, comentó. “Entonces yo digo que es muy necesario y justo lo que piden [los maestros]. Yo no los pienso traer, los voy a dejar en la casa”.
Ángel Martínez, quien tiene tres hijas en la primaria Wilmington Park, afirmó haber recibido un mensaje de voz y un mensaje de texto acerca de la posible huelga.
“Nos dijeron que sigamos trayendo a la escuela a nuestros hijos pero yo apoyo [al sindicato] de maestros”, dijo el padre, quien también pertenece a un sindicato en su trabajo. “Yo trabajo para una ciudad y sé que se trata todo de negociaciones”.
Por su parte, María Sánchez tiene un hijo en el kínder de Wilmington Park Elementary y dijo estar consternada por no saber qué podría pasar.
“Dicen que no van a dejar pasar a los niños pero hay papás que también trabajan y tienen que traer a sus niños a la escuela. Tienen que pensar que si [los maestros] quieren hacer huelga esté bien pero no es la culpa de los niños”, dijo. “Tenemos que ver por su seguridad porque van a traer gente que no tiene nada que ver con la escuela”.
Este es un momento crucial para el futuro del segundo distrito más grande de la nación, después de Nueva York, pues el LAUSD no ha accedido a las peticiones de los maestros que incluyen: mejores salarios, clases con menos alumnos, más consejeros, enfermeros y bibliotecarios.
El distrito responde que no tiene el suficiente dinero para otorgar todas estas peticiones.
Las clases no se cancelan
Hilda Maldonado, consejera para la oficina del superintendente Austin Beutner del LAUSD, dijo que si se llegara a realizar una huelga hoy jueves o días después lo más importante para el Distrito es la seguridad de los estudiantes.
“Hemos escuchado a padres que se sienten frustrados y no saben en qué lado del tema deberían estar… Pero en estos momentos difíciles lo más importante es que los padres de familia sepan que se continuará con la instrucción”, recalcó Maldonado. “Pero en estos momentos difíciles lo más importante es que los padres de familia sepan que se continuara con la instrucción”.
“Queremos que los padres manden a sus hijos, los estudiantes no deben sufrir por los errores que cometemos los adultos”, dijo Maldonado.
“Especialmente por los estudiantes que viven en áreas de alta pobreza, alumnos desamparados o que viven en casas de crianza son los más afectados y por eso queremos resolver esto lo más pronto”.
Sin embargo, indicó que los padres que tengan hijos con discapacidades físicas o mentales tendrán la opción de llevar o no a sus hijos puesto que no se sabe si los maestros substitutos podrán atenderlos de manera apropiada.
“Fuimos a corte y pedimos ayuda acerca del derecho de los maestros que dan servicios a los estudiantes de educación especial ‘severa’ pero la corte no estuvo a nuestro favor y les dio el derecho de seguir en huelga… Por eso sabemos que ese va a ser un problema grave para los padres”, dijo Maldonado.
Esta es una preocupación adicional para Mariana Estrada, madre de dos estudiantes del LAUSD. Uno de ellos tiene una discapacidad mental.
Ella aseguró que si se llegara a dar la huelga ella no llevaría a sus hijos a la escuela.
“Yo tengo un hijo con autismo… No lo llevaría porque me daría temor a no saber cómo lo va a tratar un [maestro] substituto”, dijo Estrada. “Yo digo que es justo lo que piden los maestros. Yo opino que si los maestros están contentos, los alumnos están mejor”.