Mirkarimi, la historia sin fin…
El sheriff vuelve a la Corte y pide se le reinstale en su trabajo.
SAN FRANCISCO.— Será en junio cuando el Consejo de Supervisores podría decidir, en definitiva, la remoción del sheriff Ross Mirkarimi, por ahora suspendido de sus funciones oficiales.
La Comisión de Ética de la alcaldía, responsable de valorar los cargos presentados por el alcalde Ed Lee contra Mirkarimi, planea convocar a dos audiencias públicas antes de elaborar el dictamen que respalde o refute la remoción.
La primera audiencia será en abril y la segunda quizá en mayo, comentó una fuente de la comisión. Del porqué tan largo plazo para iniciar el procedimiento, la misma fuente comentó que fueron los abogados de Mirkarimi quienes pidieron el mayor tiempo posible para analizar los cargos presentados por el alcalde.
Tras la audiencia de mayo, el Consejo de Supervisores podría tomarse otros 30 días antes de votar el dictamen. Se requieren nueve votos, de 11 totales, para aprobarlo.
El lunes 26 de marzo, durante una sesión ordinaria de la Comisión de Ética, su director ejecutivo, John St. Croix, mencionó que la primera audiencia no ocurrirá sino hasta que pueda coordinar las agendas del resto de los comisionados con la disponibildad de una sala suficientemente grande —él no lo mencionó, pero su comentario confirmó que las audiencias atraerán una multitud.
David Waggoner, el abogado contratado por Mirkarimi para defenderse de los cargos del alcalde, no esperó ni una semana, empero, y el martes 27 solicitó a la Corte Superior de San Francisco que revoque la decisión del alcalde de suspender al sheriff.
Waggoner alegó ante la Corte —la misma ante la que Mirkarimi se declaró culpable de un cargo de violencia doméstica el 19 de marzo— que el delito fue cometido antes de que su cliente asumiera el cargo de sheriff.
El abogado dijo que Ed Lee excedió sus funciones al suspender a Mirkarimi y pidió que éste sea restituido como sheriff.
Un juez de esa misma Corte concedió, en tanto, permiso a la esposa de Mirkarimi, Eliana López, para viajar a su natal Venezuela por cinco semanas. Llevó consigo, con permiso de Mirkarimi, al hijo de ambos, Theo, de 3 años.
Cargos
Presunta intimidación a testigos a través de terceras personas para que destruyeran evidencias que lo incriminaban en un caso de violencia doméstica, es una de las faltas de Ross Mirkarimi señaladas por el alcalde Ed Lee en su petición para que éste sea destituido como sheriff del condado.
Mirkarimi fue suspendido en el acto como sheriff, el mediodía del 21 de marzo. Asumió como sustituta Vicki Hennessy.
Las acciones del sheriff Mirkarimi, dice el escrito, “han disminuido la integridad de la oficina del Sheriff”. Y agrega: “Cometió actos violentos ilegales y retuvo contra su voluntad a su esposa, lo que a fin de cuentas resultó en su propia cárcel”.
Turnada la petición a la Comisión de Ética de la ciudad, ésta, conformada por cinco ciudadanos, deberá convocar a una audiencia pública para evaluar los cargos.
El alcalde recomienda en su escrito, nueve páginas totales, que la Comisión de Ética avale los cargos contra Mirkarimi en el dictamen que habrá de elaborar.
Una vez concluido, el dictamen se enviará al Consejo de Supervisores, conformado por 11 miembros. Si el voto de nueve supervisores respalda el dictamen, Ross Mirkarimi será removido en definitiva de la oficina del sheriff.
Mal uso de autoridad
Los cargos presentados por el alcalde se fundan en los estatutos de la ciudad que establecen, de inicio, que cualquier funcionario electo puede ser suspendido y removido de su oficina en caso de incurrir en malas conductas.
También se cita que no es requisito que la mala conducta ocurra cuando el funcionario esté en posesión del cargo del cual intenta removérsele.
Entre otros actos de mala conducta atribuidos a Mirkarimi, el alcalde enuncia su culpabilidad en un cargo de violencia doméstica, por la que el sheriff recibió sentencia el lunes 19 de marzo.
También las amenazas emitidas por Mirkarimi a su esposa, Eliana López, de que él era un hombre muy poderoso, por lo que podría quitarle la patria potestad de su hijo. Esto, dice el escrito, prueba que el sheriff hizo mal uso “del estatus y la autoridad” que su cargo conlleva.
Dice también que, tras el incidente violento contra su esposa, ocurrido el 31 de diciembre de 2011, “individuos que pudieron haber hablado en representación del sheriff Mirkarimi, actuado como el sheriff Mirkarimi, o actuado en coordinación con el sheriff Mirkarimi, disuadieron e intimidaron a uno o más testigos, desanimándolos a que hablaran con la policía y pidiéndoles que destruyeran evidencia”.
La petición del alcalde menciona todas aquellas maneras en que la situación penal de Mirkarimi —sentenciado a tres años de libertad condicionada— disminuyen su autoridad para manejar el departamento del Sheriff, que controla las cárceles del condado y sostiene una estrecha colaboración con el Departamento de Adultos en Libertad Condicionada —Adult Probation.
Su culpabilidad en un caso de violencia doméstica, agrega, pone en duda su juicio para proteger a víctimas de ese delito.
Incluso, el alcalde cita declaraciones de Don Wilson, presidente de la Asociación de sub alguaciles de San Francisco —San Francisco’s Deputy Sheriff’s Association—, quien comentó, tras la sentencia a Mirkarimi, que este hecho impactó negativamente en los agentes, y que la moral del departamento es muy baja en estos momentos.