Ante un juez hoy “la Hulk” de El Bronx
Contra la mujer, que destrozó el salón de belleza Envy Nails, pesan 14 cargos
Denise García, la mujer que sin más ayuda que su furia destrozó el salón de belleza Envy Nails, en El Bronx, tiene cita en corte hoy, donde el juez que atiende su caso debería tener presente que no debe hacerla enojar.
Y es que un coraje porque le habían cobrado $6 extra fue lo que provocó la transformación de García, de 20 años y residente de El Bronx. Aunque tomando en cuenta que el incidente ocurrió el 4 de marzo, casi dos meses más tarde la joven mujer podría estar más tranquila.
Contra García pesan seis cargos de asalto, cinco de conducta criminal (que incluye amenazas), dos de acoso y uno por posesión ilegal de un arma al ser arrestada.
En un video del suceso grabado por uno de los clientes y posteriormente subido al sitio web YouTube, García demanda el retorno de los $6 y amenaza a una empleada diciéndole que “si no terminas de pintarme las uñas te voy a golpear” antes de echarle esmalte de uña a los ojos.
A pesar de que el salón se ubica a unas cuadras de los cuarteles del precinto 52, pasaron más de 10 minutos antes de que llegaran los oficiales. No está claro si la gerente del salón, Tam Nguyen, llamó a la policía inmediatamente, y varias llamadas realizadas por EDLP al local no fueron contestadas.
De acuerdo con lo que se observa en los videos, el saqueo del salón continuó a pesar de las múltiples exhortaciones de los dueños y de los clientes a que la mujer cesara sus actos destructivos. Pero ella sólo respondió tirando varios objetos al suelo, incluyendo una caja registradora y una máquina para procesar los pagos con tarjetas de crédito, obligando a los demás clientes y empleadas refugiarse en el lado opuesto de la sala.
Aunque en el segundo minuto del video la mujer parece salir de la escena dejando algunos objetos rotos pero sin mayores daños, después de un comentario de un hombre de que “te estamos grabando en YouTube” se detuvo y regresó, gritando que “no me importa” mientras rompía los varios espejos y vidrieras en el lugar. Enfocó su ira en las computadoras y otro equipo electrónico del establecimiento, los cuales tiró al piso y remató con una serie de patadas.
Antes de dirigirse a la salida, la mujer se bajó los pantalones en un gesto obsceno dirigido a los dueños del salón.
En el minuto once del incidente, se advierte la llegada de dos policías quienes arrestaron a la sospechosa y la sacaron del lugar. Pero ya era demasiado tarde para salvar a la estética, que quedó totalmente destruida.
Hoy, la mujer tiene que acudir a la corte junto a un abogado para que se establezca la fecha de inicio de juicio.