ONU amenaza a Sudán y Sudán del Sur
El Consejo de Seguridad amaga con sancionar a Jartum y Yuba si no retoman el diálogo y cesan las hostilidades.
Naciones Unidas, 2 de mayo.- El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad una resolución en la que amenaza con imponer sanciones a Sudán y Sudán del Sur si no detienen las tensiones y sus respectivos Gobiernos no retoman el diálogo y alcanzan compromisos en un plazo de tres meses.
Los quince fueron unánimes, pese a las reticencias iniciales de Rusia y China, en dar luz verde a un texto que pide el cese inmediato de las hostilidades y exige a Jartum y Yuba avances en sus negociaciones para solventar los asuntos que tienen pendientes tras la independencia de Sudán del Sur el pasado julio.
Tras concluir negociaciones con China -país con altos intereses económicos en Sudán y Sudán del Sur, y el más reticente a incluir la amenaza de sanciones-, el Consejo, presidido en mayo por Azerbaiyán, dio el visto bueno a una resolución que emplaza a ambas naciones a concluir las negociaciones en un plazo de tres meses desde hoy.
En caso de que fracasen o que las partes incumplan el documento, que exige el fin de los enfrentamientos en la zona fronteriza, el Consejo de Seguridad tomará “como sean necesarias las medidas adicionales apropiadas incluidas en el artículo 41 de la Carta de Naciones Unidas”.
Ese artículo contempla las “medidas que no impliquen uso de fuerza armada” para hacer efectivas las decisiones del Consejo de Seguridad, lo que en la práctica significan sanciones como “la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones (…), así como la ruptura de relaciones diplomáticas”.
“Si fracasan a la hora de cumplir con estos puntos, el Consejo está unido en su determinación de hacer rendir cuentas a ambas partes. Estamos preparados para imponer sanciones a ambas partes o cualquiera de ellas si es necesario”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice.
El conflicto entre ambas naciones está “a punto de convertirse en una guerra a gran escala”, agregó Rice tras aprobarse un documento que fue redactado por los representantes de EE.UU. ante la ONU y fue presentado finalmente ante el Consejo, además de ese país, por el Reino Unido, Francia, Alemania, Sudáfrica y Togo.
Además del llamamiento al diálogo, la resolución exige a las autoridades de Jartum y Yuba que cesen inmediatamente todas las hostilidades, incluidos los bombardeos aéreos, y que replieguen sus fuerzas dentro de sus respectivas fronteras, así como que abandonen la disputada región petrolífera de Abyei.
Los quince plasmaron, asimismo, una “condena enérgica” a todos esos actos que aumentan la tensión entre ambas naciones, como la toma del área petrolera de Heglig por parte de Yuba, así como “la violencia cometida contra la población civil” y “las violaciones de los derechos humanos” de las que han sido escenario ambos países.
El Consejo pidió así a ambos países que alcancen acuerdos acerca de la delimitación de sus fronteras y el reparto de los ingresos derivados de la producción petrolera, principales motivos del aumento de la tensión entre Jartum y Yuba en los últimos meses.
La resolución, respaldada por la Unión Africana (UA), también les exige acuerdos sobre la nacionalidad de sus respectivos ciudadanos que residen a un lado y otro de la frontera, y que alcancen una solución sobre Abyei.
En las últimas semanas, Sudán y Sudán del Sur han protagonizado frecuentes choques después de que las fuerzas del sur ocuparan el pasado 10 de abril el área petrolera de Heglig, cuyo control fue recuperado por Jartum diez días después.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) recibió con críticas la resolución, un texto que “no hace justicia a los pueblos de Kordofán del Sur y el Nilo Azul, quienes han pasado hambre y terror, y se han visto obligados a vivir en cuevas por los bombardeos indiscriminados del Ejército sudanés”, dijo su portavoz, Philippe Bolopion.
Agregó que el Consejo tendría que haber pedido específicamente el cese de los bombardeos en esas zonas, así como exigir a Jartum el “acceso inmediato de las organizaciones humanitarias” e “investigaciones creíbles sobre los crímenes de guerra y contra la humanidad que pueden haber ocurrido”.
Sudán del Sur, el país más joven del mundo, nació el 9 de julio de 2011 tras celebrarse un referéndum entre sus habitantes bajo los auspicios de la comunidad internacional, y tras el conflicto bélico con el norte.