La Guardia Nacional toma el control de la seguridad en México

El presidente López Obrador encabezó el acto oficial

Guardia Nacional de México.

Guardia Nacional de México. Crédito: EFE

MEXICO – Aún llevan el uniforme verde oliva que con el tiempo pasará con el mismo deslavado hasta el gris con negro y blanco para que la gente los reconozca como el nuevo cuerpo policiaco-militar que tendrá México a partir de hoy en todo el país, a pesar de la polémica: la Guardia Nacional.

Ya se les veía en las calles desde mayo pasado en diversas entidades: algunos con grandes letras bordadas a los costados “GN” en blanco; otros, aunque con trajes de soldados, presentándose al público como guardias, recorriendo las calles en tanquetas y camionetas blindadas, armados con grueso calibre, según narraciones de locales.

Sumarán poco a poco.  Dentro de dos años serán  más de 100,000 (111, 577), una cifra que divide opiniones: para algunos, son muchos; para otros, “no alcanzan” para enfrentar el tamaño de la inseguridad, más allá del ineficiente sistema de justicia  para que los delincuentes detenidos sean sentenciado y no vuelvan a las andadas una y otra vez como ahora.

Los guardias tampoco estarán exentos de tentaciones callejeras. “Falta esperar a que millones de mexicanos colaboren y no intenten corromper a esta nueva institución, por más inocente que parezca, la corrupción causa grietas que derrumban instituciones”, advirtió Iñigo Guevara, consultor de seguridad la compañía Jane´s en Washington.

Desde antaño se sabe de manera oficial también que el sistema de seguridad mexicano tiene “lados flacos” sin cubrir como la vigilancia aérea (faltan aeronaves y radares), presencia en altamar (navíos de superficie y submarinos), medios cibernéticos, blindados, artillería terrestre y antiaérea.

Como sea, el proyecto de la Guardia Nacional comenzó a desplegarse incluso en lugares donde hasta el sexenio anterior no era permitido porque la oposición, principalmente liderada Andrés Manuel López Obrador aunque también gobernadores priistas, no lo permitían: para que entre un soldado a una región debe autorizarlo el gobierno local.

Por ello sorprendió en las últimas hora, para para horror de todas las organizaciones civiles que se opusieron al tema y se concentran en la capital mexicana, ver a guardias vigilando la inspección de transporte colectivo y rondando algunas importantes avenidas de la urbe donde la inseguridad tomó tintes de crimen organizado.

El presidente confirmó que habrá guardias en la CDMX como habrá en 266 coordinaciones regionales. Un mayor número en los estados más conflictivos con delitos de alto y bajo impacto como el Estado de México, Veracruz, Jalisco y Oaxaca, Michoacán, Guanajuato y Chihuahua.

La Guardia Nacional acaparó los reflectores en las últimas semanas por su presencia en las fronteras norte y sur del país para persuadir a migrantes y apoyar al Instituto Nacional de Migración en la captura para deportación, aunque sus tareas serán mucho más amplias: prevención e investigación, colaboración, vigilancia, verificación e inspección.

Estará en prisiones y aduanas, hará labores de protección civil y ciberseguridad; mantendrá orden civil, combatirá la delincuencia, tomará tareas administrativas y hasta de agentes de tránsito. En pocas palabras: son el cuerpo más multifuncional y, por tanto, poderoso, que ha tenido el país.

CIFRAS

Primera etapa

  • – 82,747 guardias durante 2019
  • – 51,915 son soldados
  • – 12,837 marinos
  • – 17,955 policías federales

Segunda etapa

-14,430 soldados más en 2010.

– 14, 400 en 2021.

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