Video muestra uso excesivo de fuerza policíaca que terminó con la vida de migrante
En las imágenes se aprecian a unos 15 alguaciles que arrestan, paralizan y someten a un joven que no parece resistirse; tenía 28 años y no tenía antecedentes penales.
A Marco Antonio Nápoles Rosales se le descompuso su auto cerca de Temecula y caminó a una gasolinera para esperar en un lugar iluminado a que llegaran a ayudarle, sin pensar que ese simple hecho terminaría en su muerte, sometido por una veintena de alguaciles de San Diego que al inmovilizarlo le aplicaron repetidas descargas eléctricas que paralizan el cuerpo.
De acuerdo con un video que mostró el abogado que representa a la señora Dolores Rosales, la mamá de Nápoles, el joven de 28 años de edad, originario de Guaymas, Sonora, sin antecedentes criminales, había avisado a una empleada de la tienda en la gasolinera que esperaría en el lugar, pero la trabajadora simplemente avisó a las autoridades.
En respuesta, un alguacil cuyo video fue el presentado, trató de alejar del lugar a Marco Antonio Nápoles, residente de El Monte, California, y, sin que el inmigrante opusiera resistencia, llamó refuerzos que llegaron a someter con excesivo uso de la fuerza al joven, de acuerdo con el video y la descripción del abogado Jesús Eduardo Arias.
En el video se aprecia por lo menos una quincena de oficiales que intervinieron directamente en inmovilizar a Nápoles, que esposado a la espalda y con agentes que lo sometían con sus cuerpos y rodillas, y con repetidas descargas de “taser”, comenzó a perder el sentido y cada vez que lo recuperaba lo volvían a someter.
“De qué país eres”, le preguntaban en inglés uno de los oficiales; otro le decía que “deja de resistirte al arresto”, cuando incluso le había colocado un instrumento que le impedía mover el cuello y posteriormente le cubrieron el rostro al joven que trabajaba como peluquero.
Llegaron paramédicos cuando el mexicano inmigrante parecía fallecer y los agentes impidieron que se acercaran al detenido.
Le envolvieron para inmovilizarle las piernas, y ya con la cabeza inmóvil, el rostro cubierto, esposado, y tras haber recibido reiteradas descargas, el joven residente del sur de California falleció.
De acuerdo con el abogado, la fiscalía de distrito en San Diego acusó al joven fallecido de resistirse al arresto e incluso indicó que ese día, el 17 de agosto del 2018, el joven se encontraba bajo influencia de alcohol o drogas.
Pero el video, declaró el abogado, no deja lugar a dudas de que no se había opuesto al arresto.
“Era mi bebé. Mi vida ha cambiado mucho, particularmente en mi salud. Para mí no ha sido fácil”, dijo a La Opinión la señora Dolores Rosales.
Cuando el abogado Arias presentó el video a la prensa, la señora lloraba en silencio, sentada junto al cónsul de México en San Diego, embajador Carlos González Gutiérrez.
Con apoyo del consulado, la señora presentó una demanda civil contra los agentes en una corte federal y el cónsul González informó que su departamento de protección ya avisó a la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) para que ayude a esclarecer el uso de la fuerza.
En la demanda se acusa al sheriff de uso excesivo de fuerza en el arresto, mismo que aparentemente terminó con la muerte del joven inmigrante.
El caso todavía no tiene cita de audiencia en corte. Apenas el abogado Arias entregó copias de la demanda y del video a la oficina del alguacil en San Diego y a la fiscalía de distrito, luego convocó a la conferencia de prensa.
La señora Rosales vive en Tijuana y el abogado es uno de los asesores del consulado de México en San Diego.