Kimberly Guerra: sus diseños son ‘vaporub para el corazón’
Joven convierte su dolor en libros y en una exitosa línea de ropa para empoderar a otras mujeres
Kimberly Guerra se abre paso en una transitada calle de Silverlake en Los Ángeles, a la distancia se puede ver su sonrisa, que ilumina la hora pico de los autos que transitan por la zona. Desde lejos se puede sentir su buena vibra, su energía, una felicidad que contagia a los que se va encontrando en el camino.
Y entonces confirma que, como el nombre de su marca, ella es Brown Badass Bonita.
Hace más de cuatro años que la vida de esta mujer cambió y por azares del destino se convirtió en una exitosa empresaria y escritora que ha logrado convertir las adversidades en oportunidades.
“Siempre digo que Brown Badass Bonita empezó en una tina en Seattle”, dice la joven de 27 años sobre su línea de camisas con mensajes inspiradores para las mujeres y que ya son toda una tendencia en redes sociales.
“Estaba en un momento de mucha ansiedad. No me podía relajar, entonces sentía que estaba desapareciendo y en esa tina pensaba: ‘¿Cómo puedo pelear por mí misma, empoderarme otra vez, celebrar lo que soy y llenarme de energía?’”, recuerda Kim.
“Entonces las palabras Brown Badass Bonita vinieron a mi mente y en ese me momento me salí para agarrar mi teléfono, empecé a jugar con los diseños y dije: ‘Se vería bonito en una camisa’”, cuenta.
“Busqué cómo hacer camisas, hice solo una para mí y lo puse en Instagram y muchas mujeres, hasta en India, empezaron a decir: ‘Yo también soy Brown Badass Bonita y quiero esa camisa’. Entonces yo dije: ‘Bueno, si lagente quiere esta camisa se las vamos a dar’”.
Así relata el inicio de un negocio que cambió su destino y la convirtió en la inspiración de muchas mujeres alrededor del mundo, ya que detrás de sus mensajes positivos y sus coloridos diseños, hay una historia de superación en la que ha dejado atrás abusos y las ataduras del pasado para convertirlos en experiencias de crecimiento.
“Aprendí desde la niñez que necesitamos amor propio para sobrevivir . Yo he sobrevivido cosas muy fuertes y sé que el amor propio, el amor de la comunidad y la espiritualidad, eso es el fundamento de todo; el amor tiene poder y empieza con nosotros y si no nos amamos a nosotras mismas no podemos amar a los demás como se debe”, asegura la oriunda del Valle de San Fernando, pero de origen mexicano por parte de su madre y salvadoreño por el lado de su padre.
Sin etiquetas
Kim, quien estudió desarrollo humano en psicología, tiene más de 90,000 seguidores en su cuenta de Instagram, una plataforma en la que comparte su trabajo como diseñadora y escritora, pero sobre todo en la que motiva a las mujeres a liberarse, a cerrar ciclos y aprender a amarse a sí mismas.
“La mayoría de mis diseños son cosas que quiero escuchar o quiero ver, siempre digo que es vaporub para el corazón, hay poemas que yo escribo porque los necesito y hay diseños que los hago porque veo que la comunidad los necesita crear conciencia [sobre nuestra realidad]”, explica la joven que actualmente esta estudiando para obtener su maestría en terapia familiar.
La empresaria pide romper con las etiquetas que la sociedad quiere seguir poniendo sobre las mujeres e invita a las mujeres a apoyarse entre sí.
“Lo que más me enoja es que somos muy criticonas unas con otras. Crecí escuchando mujeres hablando mal de unas y de otras… Desde chiquitas vemos eso y creemos que es normal tratar así a una mujer y tratarnos a nosotras así”, explica.
“Eso de calladita te vez más bonita es una mentira, ya no lo digan, mejor aprendamos a ver a las mujeres como las reinas que somos porque si ves a una mujer y las tratas como una reina eso nos va a ayudar a todas”.
La escritora abrió su corazón para compartir lo complicado que fue su proceso de divorcio y cómo la sociedad reaccionó de forma negativa al mismo, sin embargo, fue a través de ese proceso en que acabó de cultivar su amor y respeto hacia ella misma.
Guerra recuerda como en una ocasión, conversando con una persona muy allegada sobre su situación sentimental tuvo que defender su decisión y demostrar porqué es tan importante tener autoestima.
“Le dije a esa persona: ‘estoy tan orgullosa de mí. Me he dado cuenta que mi valor no es por con quien esté, si esté casada, soltera, divorciada, eso no me da valor. Mi valor y mi éxito viene porque salí de una relación que me estaba dañando, aprendí a vivir sola, tengo un negocio, escribo libros, estoy sacando mi maestría, estoy viajando, estoy feliz, estoy sanando, eso es lo que me da valor y me siento exitosa por eso’”, cuenta llena de luz.
Sanar a través de las letras
Cuenta que ha encontrado a través de la escritura una terapia de sanación con la que además puede ayudar e inspirar a su comunidad.
“Escribía lo que necesitaba escuchar, escribía lo que necesitaba para seguir adelante, lo que necesitaba porque me estaba doliendo el corazón, porque necesitaba reírme, amarme un poquito más”, explica.
Así fue como nació su primer libro, “Mariposa”, una compilación de poemas que relatan diversas etapas de su vida y con las que muchas mujeres se han identificado.
Guerra reconoce que los abusos que sufrió en el pasado marcaron su vida, pero gracias a eso pudo plasmar toda su inspiración en su segundo libro, “Mija”, que nace de una carta que ella misma se escribió, una carta que ella hubiera deseado recibir cuando era una niña.
“Escribir es lo que más me ha sanado y es un mensaje para mí de saber que mi mensaje es importante.
Me ha costado sanar esos mensajes que han sido pasados de generación en generación, de mujer a mujer que han sido muy fuertes, he aprendido a decir esto no lo quiero cargar, yo no creo en este mensaje porque me hace daño”.
Actualmente, Guerra trabaja en su tercer libro, “Guerrera”, que narrara la historia de tres generaciones de mujeres y que podría considerarse que es una autobiografía.
“Ha sido muy difícil escribir este libro, pero es algo que quiero hacer”, confiesa.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la escritora reconoce que admira a las mujeres que han roto las reglas para mejorar y entre ellas incluye a su abuela, su madre, a la artista Frida Kahlo y a la activista Dolores Huerta.
También aprovecha para mandar un mensaje a todas las mujeres que, como ella, se merecen lo mejor.
“Necesitamos aprender a tratarnos como reinas, ponle la corona a la mujer a tu lado y ve como florece y celebra eso en lugar de tratar de quitársela. Quiero que las mujeres se vean a sí mismas con amor propio y que no tengan miedo de volar, que no tengan miedo de amarse y de creer en ellas mismas, porque creo que eso es lo que va a cambiar al mundo. Las mujeres somos las más revolucionarias”, concluye con una amplia sonrisa.