Las 3 razas de perros ideales para los amantes de México
Estas son las reconocidas por la Federación Canófila Mexicana como “mexicanas” y aquí te presentamos la historia y cualidades de cada una de ellas
El xoloitzcuintle es un can silencioso, tranquilo, alegre, inteligente, siempre alerta y un guardián que no es agresivo. Crédito: OMAR TORRES | AFP / Getty Images
Los canes han estado con los seres humanos desde tiempos milenarios, en México persisten tres razas que han acompañado desde hace siglos a los habitantes en tierra azteca. Se trata del xoloitzcuintle, el chihuahua y el poco conocido calupoh, que cuentan con belleza, cualidades e historia para convertirse en una mascota ideal para quienes les apasiona lo mexicano.
Xoloitzcuintle
Se trata de una raza de perro asociada a la historia mexicana desde las sociedades prehispánicas por eso su presencia crea un ambiente de misticismo. La raíz de su nombre proviene del náhuatl, “xólotl” hace referencia a la deformidad o monstruosidad e “itzcuintli” significa perro. Se le conoce como “perro pelón” o en tiempos de la conquista española se hizo popular como “perro mudo”, de acuerdo con Infobae.
La Federación Canófila Internacional (FCI) describe al xoloitzcuintle como “un antiguo perro primitivo, moldeado por la evolución, pasando por la conformación general, es muy atractivo, delgado y elegante, moderado en todos los aspectos, expresa velocidad, armonía y fuerza sin parecer tosco”.
Esta raza canina sin pelaje fue declarada en 2016 como patrimonio cultural y símbolo de la Ciudad de México. La Federación Canófila Mexicana rescató a esta raza autóctona y utiliza un xoloitzcuintle en su logotipo desde el año 1940.
El xoloitzcuintle es un can silencioso, tranquilo, alegre, inteligente, siempre alerta, desconfiado con los extraños, pero es un guardián y excelente compañero que nunca es agresivo.
Chihuahua
Según la FCI, el chihuahueño es “la raza más pequeña del mundo” y recibe el nombre del estado más grande de México (Chihuahua), donde se supone que vivió en estado salvaje y fue capturado y domesticado por los indígenas durante la época de la civilización tolteca. Se han hallado vestigios de figuras de un perro pigmeo llamado Techichi, que habitó en Tula y eran muy similares al chihuahueño actual.
La federación cataloga su comportamiento como “vivaz, alerta, inquieto y muy valiente”. El chihuahua es una raza longeva que en promedio puede llegar a los 20 años, pero puede padecer enfermedades como paladar partido, glaucoma secundario, dislocación de hombro, falta de coagulación de sangre y problemas de corazón.
El origen de estos perros es incierto, pero los investigadores señalan como antepasado del chihuahua al zorro fenec originario de Arabia y África y que gracias a la migración llegó a Rusia y cruzó el estrecho de Bering y alcanzó los territorios de la actual Alaska y bajó al territorio mesoamericano.
Calupoh
Esta raza es poco conocida, sin embargo, la FCM la reconoció como mexicana a lado de las dos anteriormente señaladas desde 1999. Se trata de “perros fuertes y ágiles de notable tamaño que asemeja un lobo norteamericano en donde los machos son notoriamente más masculinizados, ligeramente más alto que largo, pero muy balanceado y que evoca al lobo en la naturaleza”.
La raza calupoh es un híbrido entre el perro y el lobo, también describe su carácter como “muy ágil y dinámico pero muy estable y fácil de manejar que se acostumbra a todo tipo de actividades, es un perro leal y noble con la familia, convive fácilmente con otros perros y siempre está dispuesto a agradar a su dueño aunque se puede presentar como reservado ante extraños”.
El calupoh es el resultado de una cruza entre el perro y el lobo gris que se llevó a cabo en el México prehispánico hasta la conquista en el siglo XVI.
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