Pareja del mismo sexo desafía al coronavirus y se casan en plena banqueta
La epidemia no los detiene para unir sus vidas, ejerciendo la sana distancia de amigos y familiares
Dulce Flores y Nicole Miceli desafiaron la epidemia del coronavirus y vestidas como Batman y Robin, sus personajes preferidos, se casaron en plena banqueta afuera del edificio donde viven en el barrio de Koreatown en Los Ángeles.
“Es un momento que no cambiaría por nadie. Salió mejor de lo que habíamos planeado. No pudimos tener un pastel, pero bebimos champaña”, afirma Dulce.
Mientras que Nicole dice que su boda fue de profundo gozo. “Si tuviera que repetirla, lo haría 10,000 veces”.
La historia de esta pareja comenzó en marzo del año pasado cuando se conocieron en un sitio de citas online. Fue hasta el verano que formalizaron la relación, y en octubre se fueron a vivir juntas.
Nicole tiene 40 años de edad y Dulce 36 años. Nicole nació en Nueva York. Estudió para maestra de inglés y trabaja para la organización no lucrativa Caridades Católicas en el programa de preparación para la ciudadanía.
Dulce es de Tabasco, México; y desde hace doce años trabaja para el Consulado de México en Los Ángeles. En los últimos años, ha laborado en los consulados móviles.
“Nicole y yo tenemos muchas cosas en común. Trabajamos en el mismo ramo. Es muy inteligente, atractiva y un gran ser humano por dentro y fuera”, dice Dulce.
En cambio, Nicole describe a Dulce como una persona muy amorosa. “Tiene un gran corazón, pasión por la justicia social y es muy compasivo”.
Fue durante Navidad cuando hablaron de matrimonio. Pero no fue sino hasta el 18 de enero que vino la propuesta formal, y la hizo Dulce.
“La invité al Lago San Marcos en San Diego, y cuando íbamos a bordo de una góndola, le di la sorpresa; y de rodillas, le propuse matrimonio”.
“Fue algo muy dulce y divertido”, observa Nicole.
Dulce explica que quiso casarse con Nicole porque es difícil conocer a alguien en línea con quien seas compatible.
El 20 de febrero obtuvieron su licencia de matrimonio en la Corte de Beverly Hills, y fijaron como fecha de su boda el 27 de marzo para que Vanessa, la sobrina de Dulce, quien estudia en la Universidad de Stanford, pudiera estar presente.
Nunca imaginaron que el 13 de marzo, en Estados Unidos se declararía la emergencia nacional por el coronavirus,y se ordenaría mantener una distancia social de un metro de distancia o seis pies, además de prohibirse los eventos masivos para evitar la propagación.
“A nosotros nos hubiera gustado tener una fiesta en la playa en México, pero de momento no podíamos pagarla. Así que antes del coronavirus, dijimos que nos casaríamos en una ceremonia sencilla en la corte; y haríamos una fiesta con unos pocos amigos”, dice Nicole.
Pero cuando sobrevino con fuerza la pandemia, y cada día aparecían nuevas restricciones incluyendo el cierre de cortes, Nicole y Dulce decidieron seguir adelante con sus planes.
“Yo tuve un poco de dudas. Tenía miedo”, dice Dulce. Nicole asegura que ella siempre estuvo convencida. “Vamos a hacerlo de una manera segura”, pensó.
Dulce se acordó que uno de sus mejores amigos, Gian Carlo Sevilla tomó el curso para ser ministro y poder casar legalmente. “Le pregunté que si podía casarnos aún con todo lo que estaba pasando con el coronavirus, y dijo que claro que sí”.
Así fue como el sábado 28 de marzo a las cinco de la tarde, Dulce y Nicole, llenos de nervios como todos los enamorados a punto de dar el sí en el altar, pero ellos en la banqueta, se juraron amor eterno afuera de su edificio de apartamentos.
“Acudieron a nuestra boda unas 15 personas, quienes guardaron su distancia social durante la ceremonia, y a través de la aplicación Xoom, entre 30 y 40 amigos y familiares fueron testigos”, dice.
Muchos presenciaron la ceremonia desde sus automóviles para no exponerse a ser contagiados. “Cuando nos veían casándonos, la gente gritaba, sonaban el claxon de sus carros, los niños saltaban. Toda la colonia fue testigo de nuestra unión”, dice Dulce emocionado.
Después de la ceremonia, hicieron un pequeño y divertido sketch – escena teatral cómica – en la que Batman personificado por Dulce; y Robin por Nicole, derrotan al coronavirus.
Dulce confiesa que se siente feliz de estar casado y no haber pospuesto la boda. “No sé qué vaya a pasar mañana con el coronavirus. Si se acaba el mundo, no importa. Me siento feliz de tener el honor de que Nicole sea mi esposa”, dice.
Por su parte, Nicole sostiene que su matrimonio fue una celebración de alegría y luz en medio de los momentos oscuros que la pandemia ha traído al mundo. “Tenemos mucha suerte de habernos encontrado, y pasar juntos por esta etapa, ayudándonos a mantener los pies bien firmes”.
Después de la ceremonia, brindaron con champaña, desde lejos despidieron a amigos y familiares, se subieron a bordo de su auto, y se fueron al Valle de San Fernando a buscar su cena de matrimonio, unos tacos de carne asada.
“Fue el único lugar que encontramos abierto”, dice Dulce riendo.