Mitos y verdades sobre los edulcorantes
Los hay de varias clases y dependiendo de qué estén hechos, habrá más o menos beneficios
Los usamos para reducir o evitar el consumo de azúcar. Pero, ¿hacen bien o son perjudiciales para nuestra alimentación?
Los edulcorantes son aditivos alimentarios que le suman sabor dulce a los alimentos. Existen dos tipos: los nutritivos como la sacarosa o azúcar, la glucosa, la fructosa, la miel, entre otros, y los no nutritivos como la sacarina, el aspartamo, el ciclamato,
“Generalmente, cuando los médicos queremos hacer una recomendación o hablar sobre algún tema, buscamos los artículos científicos de mayor rigurosidad. Vamos a encontrar algunos que aporten información útil y otros que nos provean información científica relevante sobre la cuestión. Esta es la forma que tenemos nosotros de buscar información sólida desde el punto de vista científico”, explica Dr. Carlos González Malla, médico clínico y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
Las revisiones científicas evaluaron múltiples desenlaces sobre la cognición, sobre la enfermedad cardiovascular, sobre el cáncer (sobre todo de vejiga y renal), sobre parámetros de laboratorio (obesidad, diabetes, etc.); y fueron a ver los resultados.
Qué pasa con las personas que tomaban edulcorantes y las que no
- Sobre el cáncer: no encontraron que aumenten el riesgo de padecerlo.
- Sobre el peso corporal: en la población general no generan un gran impacto, mientras que en las personas que quieren bajar de peso o tienen sobrepeso u obesidad podrían ayudar a bajar 2 kilos.
- Sobre la diabetes o el control glucémico: vieron que no hay aumento de su desarrollo ni de la insulinoresistencia.
- Sobre el apetito y la conducta alimentaria: observaron que disminuye el consumo diario de calorías y no generan cambios en el apetito.
- Sobre el consumo de azúcar y preferencia por lo dulce: genera una reducción del consumo de azúcar y no hay cambios en la preferencia por lo dulce.
- En cuanto a la presión arterial, disminuye en las personas que lo consumen, a excepción del aspartamo.
- Con respecto a los estados de ánimo y depresión, puede observarse un posible aumento del riesgo de depresión (no de otros estados de ánimo como el pánico o la ansiedad). Esto se vio sobre todo con el aspartamo.
- En cuanto a la demencia y los trastornos cognitivos, no se vio que aumente su riesgo. Aunque sí hay que aclarar que en los niños podrían generar una disminución en las habilidades neurocognitivas, con respecto a los que consumen azúcar.
Dentro de los edulcorantes no nutricionales, el aspartamo es el que más evidencia tiene de generar algunos desenlaces negativos en adultos y niños, pero no hay evidencia de que generen un problema para la salud. Por supuesto que existe la posibilidad de que surjan nuevos estudios que cambien lo que conocemos hasta ahora ya que el campo de los alimentos está en investigación permanente.