Los 5 alimentos más populares que desencadenan la inflamación y saludables sustitutos
La inflamación está en el origen de toda enfermedad, acelera el proceso de envejecimiento y acorta la esperanza de vida
La salud siempre ha sido un tema de fundamental importancia, sin embargo en los últimos meses ha tomado una exorbitante relevancia. Si bien existen muchos factores que determinan el estado de salud de una persona, es un hecho que este se relaciona directamente con el estilo de vida y sus hábitos alimenticios.
Recientemente mucho se ha dicho sobre la inflamación y sus efectos negativos en la salud, de hecho es considerada el origen de toda enfermedad. Si bien en sus inicios se trata de una respuesta del sistema inmune para proteger al organismo ante cualquier daño, los cuales pueden ser de distinta naturaleza y derivarse en: mecánicos (golpes y lesiones), de carácter infeccioso (causadas por la presencia de virus y bacterias) y químicos (derivados de la presencia de alguna sustancia tóxica). Con base en esto la inflamación puede ser de dos tipos:
- Aguda: De comienzo rápido y duración corta, en la cual predomina el exudado de fluido plasmático y la acumulación de linfocitos.
- Crónica: Su principal característica es que se produce cuando la inflamación aguda no se resuelve. Es decir se trata de un proceso inflamatorio que permanece en el tiempo, bien porque el patógeno no se pueda eliminar como el caso de infecciones latentes, por la persistencia de cuerpo extraño o porque se desarrolle un problema de autoinmunidad.
Por supuesto que la inflamación crónica es la preocupante, ya que se caracteriza por persistir en el tiempo más allá de lo necesario y deja de responder al propósito reparador, es decir se vuelve destructiva. Lo cierto es que inflamación crónica es degenerativa y se relaciona con acortar la esperanza de vida, acelera el envejecimiento y promueve directamente la aparición de diversas enfermedades degenerativas como la obesidad, diabetes, depresión, deterioro cognitivo, osteoporosis, pérdida de masa muscular, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal y cáncer.
Lo cierto es que se cuenta con diversas referencias científicas que señalan que en muchos casos la inflamación comienza directamente con los alimentos que consumimos. Es por ello que resulta fundamental evitar la ingesta de aquellos productos que desencadenan la inflamación y optar por alternativas saludables, que se relacionen con sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Te presentamos los cinco grupos de alimentos que deberás evitar, su consumo se relaciona directamente con la inflamación y otras condiciones que deprimen la salud y bienestar.
1. Azúcares añadidos
En todos los sentidos evitar el consumo de azúcares añadidos, marca una notoria diferencia en el estado de salud y anímico de las personas. En los últimos años mucho se ha hablado sobre los desvastadores efectos del excesivo consumo de productos procesados, los cuales se distinguen por su contenido en azúcar de mesa y jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, sustancias que aumentan los biomarcadores de inflamación en el cuerpo. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido claros parámetros sobre su consumo: tanto para los adultos como para los niños, el consumo de azúcares libres se debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total. Una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud, ya que el comer mucho azúcar se relaciona con la obesidad, la resistencia a la insulina, enfermedades cerebrales y cardíacas, diabetes, enfermedad del hígado graso y cáncer. La recomendación es simple: se deberá evitar el consumo de todo tipo de alimentos procesados, comidas rápidas, bebidas azucaradas, dulces y golosinas; el sustituto infalible es optar por un abundante consumo de frutas y verduras.
2. Carbohidratos refinados
En los últimos han existido todo tipo de opiniones respecto al consumo de carbohidratos y con base en ello han surgido numerosas pautas alimenticias que proponen evitarlos. Lo cierto es que los carbohidratos de calidad y en cantidades controladas son un nutriente necesario para el organismo, sin embargo no todos son iguales y los carbohidratos refinados son los causantes de muchos deterioros en la salud. Son alimentos que se relacionan directamente con la inflamación, ya que son alimentos procesados en los cuales se ha eliminado la mayor parte de su fibra. Es bien sabido que un buen consumo de fibra es uno de los aspectos más fundamentales para la salud, digestiva, intestinal, inmune y cardiovascular; consumir alimentos sin fibra hace que el cuerpo produzca insulina para transportar la glucosa fuera de la sangre, esto causa muchos problemas metabólicos y enfermedades. La recomendación es optar por el consumo de cereales de grano entero como la avena, la quinoa, el mijo, el arroz integral, algunas semillas y diversas frutas y verduras.
3. Carnes procesadas
Actualmente seguir una alimentación con un consumo muy limitado o inclusive nulo en alimentos de origen animal, se ha relacionado como una gran medida para ganar salud, prevenir y combatir numerosas enfermedades. Sin embargo como en todos los grupos de alimentos existen productos que son de mayor calidad, como es el caso de las carnes magras y orgánicas; las que resultan preocupantes y es importante evitar son las carnes procesadas. Su excesivo consumo se relaciona con un aumento de enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer de estómago, cáncer de colon y de manera muy sobresaliente estimulan la inflamación porque contienen productos finales de glicación avanzada (AGE). Estas sustancias resultan compuestos muy dañinos que se forman cuando los alimentos como la carne, se cocinan a altas temperaturas, a la vez se caracterizan por su alto contenido en sodio, conservadores y aditivos que se utilizan para alargar su tiempo de vida y mejorar el sabor. La recomendación es evitar el consumo de embutidos, tocino, salchichas y cualquier variante de carne procesada y optar por fuentes de proteína vegetal como las legumbres, los frutos secos, algunas semillas y productos limitados de origen animal de buena calidad y de origen orgánico.
4. Alcohol
Es bien sabido que un excesivo y recurrente consumo de alcohol se relaciona con diversas y devastadoras consecuencias para la salud. Una de los factores más importantes radica en su efecto sobre los marcadores inflamatorios, cuando el alcohol se descompone, genera subproductos tóxicos que pueden dañar las células del hígado y debilitar el sistema inmunológico. Adicionalmente un consumo recurrente de alcohol se relaciona con diversas afecciones estomacales, inflamación y daños en hígado y páncreas, desnutrición, depresión, obesidad y diversas afecciones cardíacas. Es importante limitar el consumo de alcohol sobre todo los licores fuertes y mezclas de coctelería y optar por consumir en ocasiones especiales vino tinto, es una bebida con grandes beneficios para la salud gracias a su alto aporte en antioxidantes.
5. Grasas trans
No resulta nada sorprendente que las grasas trans estén presentes, son consideradas uno de los principales enemigos de la salud cardíaca. Este tipo de grasas se caracterizan por ser sumamente utilizadas en la industria alimenticia para mejorar el sabor, textura y tiempo de vida de los alimentos. Son consideradas ingredientes inflamatorios furtivos, como los aceites ‘hidrogenados’ o ‘parcialmente hidrogenados’ y se relacionan con todo tipo de consecuencias negativas, que van desde un aumento en la obesidad y sobrepeso, diabetes, padecimientos cardíacos, demencia, depresión y deficiencias nutricionales. Es indispensable evitar el consumo de productos de bollería industrial como pasteles, panes, galletas, caramelos, comidas rápidas y fritas, helados y margarinas. Y reemplazarlos por el consumo de grasas saludables como es el caso de alimentos naturales y no procesados, como el aceite de oliva extra virgen, frutos secos, aguacate y semillas.