¿Podría Biden cumplir su promesa electoral y desmantelar la política migratoria de Trump?
Abogados y organizaciones consideran que echar abajo las medidas de la actual Administración no es suficiente para garantizar la dignidad de los inmigrantes
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, se ha comprometido a revertir la política migratoria de Donald Trump, si gana la Casa Blanca en las elecciones de noviembre. Pero, ¿de verdad puede hacerlo?
“No creo que sea realista que Biden en cuatro años pueda deshacer todo lo que hizo Trump”, dijo a NPR Sarah Pierce, analista política en Migration Policy Institute.
La Administración Trump ha llevado a cabo más de 400 acciones ejecutivas sobre inmigración, según el citado instituto. Entre ellas, se encuentran la aplicación de medidas más estrictas en materia fronteriza y de política interior, la restricción del asilo, la revocación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), la reducción de visas para refugiados, la racionalización de los tribunales de inmigración o la creación de la política Quédate en México.
Para Omar Jadwat, del proyecto de derechos migratorios de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), la Administración Trump ha tratado de “desactivar” el sistema migratorio de manera “unilateral”, “sin la aprobación del Congreso ni el consentimiento del pueblo estadounidense. “Ese proyecto debería revertirse”, afirma.
Eso es precisamente lo que Biden plantea en su programa de campaña para inmigración: volver a las políticas de la era Obama (en la que él fue vicepresidente). Organizaciones como CHIRLA o Immigrant Power PAC, apoyan la fórmula presidencial Biden-Harris ya que consideran que en estos comicios “hay mucho en juego” para las comunidades migrantes.
“Si soy presidente, vamos a poner fin de inmediato al asalto de Trump a la dignidad de las comunidades de inmigrantes. Vamos a restaurar nuestra posición moral en el mundo y nuestro papel histórico como lugar seguro de acogida para los refugiados y solicitantes de asilo”, dijo Biden en su discurso de aceptación de la candidatrua demócrata.
Sin embargo, abogados y defensores de los derechos de los migrantes han dicho que echar abajo las medidas de la actual Administración no es suficiente para garantizar la dignidad de las personas que llegan a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Y se han mostrado muy críticos con la campaña del candidato demócrata, que ha incorporado al equipo de transición a Cecilia Muñoz, cara visible en política migratoria del Gobierno anterior.
Biden se ha propuesto tumbar las políticas de Trump durante los 100 primeros días de su hipotética presidencia. En su programa está dejar de construir el muro fronterizo, de separar familias y de detener o deportar a inmigrantes pacíficos y trabajadores. Además, pretende restaurar el sistema de asilo, buscar alternativas a la detención de inmigrantes y reinstalar DACA por completo.
La postura del exvicepresidente a favor de la inmigración llega en un momento en el que más de dos tercios de la población estadounidense cree que los niveles de inmigración son correcto o que deberían aumentar. Incluso un tercio de los votantes de Trump cree que los inmigrantes fortalecen la sociedad, según un estudio del Centro de Investigaciones Pew.
Aún así, el candidato demócrata tendría que afrontar resistencias que ralentizarían sus propósitos migratorios. Quienes se oponen a la inmigración temen que Biden vuelva a abrir la frontera sur -cerrada por la pandemia- y empiecen a llegar centroamericanos solicitando asilo (un derecho humano).
Aunque el candidato demócrata no ha dicho que reactivará el proceso de asilo, todo el mundo cree que lo hará cuando la crisis sanitaria remita y el país pueda recibir inmigrantes de nuevo.