Luis Alvarado: de consultor político a candidato del Concejo de Pico Rivera
En las elecciones de noviembre, se definirá si cuenta con el apoyo de los electores de su ciudad
Luis Alvarado, un republicano anti Trump, muy conocido como consultor y comentarista político, busca dar el salto a la política, y ganar un asiento en el Concejo de la ciudad de Pico Rivera en el condado de Los Ángeles donde ha vivido por 26 años.
Pero muy poco sabemos de Luis, más allá de que siempre está dispuesto a dar sus opiniones sobre el acontecer político.
“Soy doble inmigrante. Nací en Los Ángeles, de padre salvadoreño y madre de Jalisco, México. A los 9 años, mis padres regresaron a vivir a El Salvador. Todo mundo me decía gringuito porque no hablaba bien español”.
Luis cuenta que vivió 6 años en El Salvador, y gracias a su madre mexicana que se puso en contacto con la comunidad mexicana en El Salvador, pudo vivir las dos culturas.
“Cuando comenzó la guerra civil, nos regresamos a EE. UU. con lo que teníamos puestos”.
Así fue como Luis retornó a los 15 años de edad a un país al que ya no conocía.
“Mi padre se quedó en El Salvador. Mi madre y mis cuatro hermanos llegamos a vivir a un departamento de una recámara con un tío, su esposa y su hijo, por las calles 18 y Bonnie Brea de Los Ángeles”.
Fue en la Secundaria Los Ángeles cuando empezó a involucrarse en la política al ser parte del Gobierno Estudiantil y logró convertirse en representante juvenil por 2 años del distrito 10 del Consejo Juvenil del alcalde Tom Bradley.
“Hubo dos chicas que me entrevistaron para el puesto. Una de ella fue Wendy Greuel, quien era estudiante de UCLA y más tarde se convirtiera en concejal y contralora de la ciudad de Los Ángeles”.
Cuenta que el alcalde Bradley se sorprendió de que fuera latino y republicano porque la mayoría de los latinos son demócratas.
“Él me recibió muy bien, y me dijo aquí ‘vamos a trabajar y a ofrecer servicios a los representados’”.
Luis no se olvida de una experiencia que vivió como estudiante de Los Angeles High School cuando se convirtió en el rey de la secundaria al ganarle a cuatro afroamericanos que peleaban tal reconocimiento.
“Gané apelando al voto de los estudiantes asiáticos y latinos”.
No terminó la universidad porque su madre enfermó y tuvo que escoger entre continuar sus estudios o mantener a su familia.
“Limpié oficinas, fui preparador de hamburguesas, trabajé en el Aeropuerto de Los Ángeles, fue gerente de hoteles. Ascendía rápido, y así fue hasta que me convertí en vendedor y luego consultor de seguros y riesgos”.
Pero el gusanito de la política seguía ahí, y fiel a sus valores conservadores, un día se ofreció como voluntario del candidato presidencial republicano John McCain, sin imaginar que esa experiencia cambiaría su vida.
“Aunque McCain no gane, yo quiero ayudar un poquito, dije”.
Explica que su identificación con los republicanos, surgió a raíz de que por parte de su papá, su familia eran militares, y vio cómo los guerrilleros en El Salvador eran apoyados por Rusia y Fidel Castro. “Los guerrilleros trataron de secuestrar a mi hermanito, y por eso regresamos a EE.UU. El mal sabor de que el comunismo quería entrar a El Salvador, me hizo hacerme republicano, y el mensaje del presidente Reagan era más aliado a mis ideas conservadoras”
En la campaña de McCain, conoció al consultor político Héctor Barajas quien lo puso a hablar con medios en español. “Me convertí en vocero de los republicanos”.
Causó sorpresa que Luis, pese a ser republicano no apoye la reelección del presidente Trump, y promueva el voto republicano para Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia.
“Él, Trump, no es un individuo que se impulse como candidato ni con ideas republicanas, y no me gusta que use a la comunidad latina como chivo expiatorio para promover su campaña de beneficio personal”.
Por su postura anti-Trump, muchos republicanos lo consideran un traidor y lo han amenazado con bloquearle sus clientes republicanos.
Pero Luis está convencido de que el partido Republicano de nada sirve, si no pueden representar los ideales republicanos.
“En la actualidad tengo clientes demócratas y republicanos, y yo deseo que el partido Republicano se reforme y represente ideales nacionalistas”.
Y dice que quiere ser concejal de Pico Rivera porque es una oportunidad para servir a su ciudad.
“Hay 6 candidatos para tres puestos. Yo estoy haciendo una campaña limpia, soy una persona honorable, capacitada, soy el único que habla español, y con el coraje para no doblarme ante las presiones de los grupos con mucho dinero”.
Agrega que no quiere que la influencia de los ricos y contratistas controlen las decisiones de cómo la ciudad va a designar el presupuesto para los servicios.
Hace dos años, Luis formó un comité para sacar al concejal David Armenta, acusado de corrupción, y quien permaneció en el cargo por 17 años.
La Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA) lo reconoció además por su trabajo con los inmigrantes. El único republicano que ha recibido ese mérito.
“Ser republicano no es ser antilatino. He trabajado para unificar las necesidades del país, y a la comunidad latina e inmigrante. Podemos trabajar para reformar la migración”.