Mexitel “colapsa” en plena pandemia y desatiende a migrantes

El servicio de atención telefónica para los mexicanos en Estados Unidos que deseen agendar una cita en los consulados no responde, cuelga o niega citas por considerar que no son urgentes

Mariela Estrada no podía renovar su pasaporte o matrícula consular

Mariela Estrada no podía renovar su pasaporte o matrícula consular  Crédito: Mariela Estrada | Cortesía

MEXICO.-  Mariela Cañongo tiene 33 semanas de embarazo. Es el tercer hijo que espera y como madre experta no debería de estar nerviosa. Pero lo estuvo y mucho. Contaba en cuenta regresiva los días que le restaban para el parto con el teléfono en la mano y un número telefónico en la mente, el corazón y el dedo índice marcando una y otra vez: 1-877-639-4835, 1-877-MEXITEL.

El servicio de atención telefónica para los mexicanos en Estados Unidos que deseen agendar una cita en los consulados no respondía mientras el niño en su vientre seguía creciendo, pronto necesitaría un hospital para poder parir y ahí le pedirían una identificación que no tendría Mariela Cañongo, oriunda del estado de Puebla con residencia en Chicago.

“Se me habían vencido el pasaporte y la matrícula consular al mismo tiempo y es lo único que yo tengo como documentos para identificarme”, cuenta en entrevista con  este diario.

En los días de mejor suerte alguien respondía en Mexitel para decirle que no tenían espacios en la agenda, que la pandemia los había saturado y complicado, que volviera a intentarlo y así el mismo cuento en cada ocasión.

Hace tiempo que Mexitel es el dolor de cabeza de los migrantes como bien lo describen líderes comunitarios que durante años han sido pañuelo de lágrimas de mucha gente desesperada porque tienen una emergencia y el sistema les impide sacar una cita,  les da largas, no contesta o cuelga. En casos recientes, hay denuncias de cobros indebidos.

Desde que se instaló el servicio de Mexitel (a mediados de la década pasada) ha fallado, pero ahora está peor y le echan la culpa a la pandemia aunque bien sabemos que les falta presupuesto y personal”,  describe Carlos Arango, dirigente del Frente Nacional de Inmigrante, con base en Chicago.

“La cancillería subcontrata a una empresa, hace outsourcing, ni siquiera lo hacen directamente… debería pedir cuentas por el mal servicio”.

Mariela Cañongo no estaba enterada que había un número de emergencias alternativo del consulado (+312 738 2023) hasta que llamó a la organización que  encabeza Arango para sumarse así al grupo de hasta 10 personas que semanalmente atienden ahí con la misma queja: Mexitel y el ninguneo de la cancillería a sus connacionales es lo mismo.

Directamente en el  consulado fue más rápido. Me pidieron unos datos y mandé un correo. A los tres días tenía el pasaporte en la mano. El problema es que  no todos saben que hay ese número y cuando entras a buscar información a internet el número que aparece es el de Mexitel”,  destaca. “En el peor de lo casos yo hubiera llegado al parto sin ID y no sé  qué hubiera pasaso”.

A Mexitel, el activista Carlos Arango le da una calificación de cinco en una escala de 10. O sea, reprobado. La concentración de la atención de los migrantes en EEUU a través de un call center con sede en México —llamado Toptel — no resultó ser la mejor idea, dice, y teme que pueda empeorar para 2021 por las políticas de austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los ideales y la realidad

Martha Ofelia Jiménez, activista Comunitaria Binacional  en Los Angeles, asegura que en lo últimos tres meses  exploró todos los horarios para sacar una cita  en Mexitel. Llamó los fines de semana y de lunes a viernes a la hora del desayuno, la comida y la  cena; llamó  a la media noche  y en la madrugada. “Nunca me contestaron”, cuenta en entrevista con este diario.

Igual que  ocurrió  a Mariela Cañongo, si  alguna vez alguien contestaba después de horas de  espera era  para  negarle la cita o peor: para tratarla con descortesía, afirma: “Como no han sido migrantes, no  saben tratarnos, nos preguntan cosas como ¿de qué  rancho es usted? O nos dicen que tales cosas no son urgentes sin darse cuenta de necesidades que sólo entendemos los que estamos fuera.

Por ejemplo, el apuro del señor Rigobeto Jiménez Oropeza, padre de Martha Ofelia, que quiere entregar una carta poder a su hermana que vive en Nochistlán, Zacatecas, porque él está muy enfermo, tiene 87 años y quiere que ella le resuelva asuntos legales; antes, necesitan orientación del departamento de Proteccion del consulado general de Mexico en Los Angeles.

No valoran la urgencia de Maria Elena Jimenez Lopez y su esposo que quieren renovar el pasaporte mexicano y la matricula consular vencidos en California para poder ir a la frontera: en Tijuana se consiguen muchas cosas más baratas, incluyendo medicinas y ahora es tiempo de crisis .

Martha Ofelia Jiménez dice que,  anteriormente, cuando no tenían éxito  con el servicio 1-877-639-4835, iban directo al consulado y siempre los recibían, pero ahora la cantaleta es la misma: “no damos atención sin cita”  y les dan el  portazo dejando  a  la  comunidad migrante sin opción.

En un momento de impotencia,  ella fue  a perseguir a los consulados móviles con el mismo resultado. En uno de ellos,  el encargado le dijo que no  la atendían sin cita porque  podían ser acusados posteriormente de vender la cotizada atención en plena pandemia.

En días pasados una periodista denunció en la  conferencia de prensa matutina del presidente  mexicano que   en  el consulado de México en Dallas,  los funcionarios lucraban con  la  agenda de atención; la cancillería pidió después a las personas tener cuidado al agendar una cita y los remitió  nuevamente… ¡a Mexitel!

Argumentó que ahí se asegura la imparcialidad en la entrega de citas ya que  en “diversas páginas de internet privadas ofrecen la programación de citas para obtener un trámite o servicios en las embajadas y consulados de México a cambio de una gratificación acordada entre particulares, el usuario y el gestor”

Pero Mexitel no funciona bien. Y el  papá de Martha Ofelia  sigue sin respuesta como muchos otros, incluyendo migrantes en detención cuyos casos son perdidos, aunque desde antes de la pandemia ocurría lo mismo: muchos fueron deportados porque no respondieron a sus llamados.

A través de un correo electrónico, fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores informaron a este diario que el servicio de citas es una alternativa para ‘evitar las graves aglomeraciones que se presentaban previamente en las oficinas consulares, mismas que a su vez ocasionaban problemas con los edificios aledaños y con las autoridades locales”.

De cualquier forma, detalló, las oficinas consulares han ampliado los horarios de atención para incrementar su capacidad de atención al público al tiempo que se respetan las restricciones estatales y federales al número de personas que pueden recibirse simultáneamente en los establecimientos.

“Las ubicaciones de los centros de contacto no han cambiado. Sin embargo, el alto volumen de llamadas que se reciben diariamente puede ocasionar que los operadores demoren un poco más de lo usual en contestar.”

En el consulado

 Marcela  Celorio, cónsul General de México en  Los Angeles escucha la lista de quejas de Mexitel  que impide a los  migrantes angelinos llegar a la sede y concluye que aún hay desconocimiento   de  las  opciones que hay para comunicarse.

El consulado a su cargo tiene un centro  de atención  de emergencias que resonde al llamado del número +1 213 351 6800 o en el correo lapublico@sre.gob.mx. Ambos medios son complementarios a Mexitel.

Las emergencias para la atención son aquellas relacionadas con la salud o la libertad. Si alguien quiere un pasaporte para ir a México para pasar las navidades por diversión en plena pandemia de COVID-19  o para llevar a su hijo al dentista para su limpieza anual, por citar dos ejemplos, no será atendido.

“Hay cosas que  pueden esperar”, precisa  Celorio en entrevista con este diario. “Viajar a la playa para ir a broncearse o comer taquitos de pulpo a Ensenada, no son situaciones urgentes”.

Durante la pandemia, cada  uno de los 50 consulados de México en la Unión Americana, tomó sus propias medidas de precaución acorde a sus necesidades para evitar los contagios y con base en las políticas y  lineamientos de cada ciudad.

El consulado de Los Ángeles no puede ahora abrir al 100% porque es el más grande de todos, podría generarse un foco de infección y  hasta ahora no se ha generado ningún contagio. Tenemos que ser prudentes”.

En cambio, ofrece atención a  emergencias, pruebas gratis para todos los angelinos (sean mexicanos o no) y difusión  en  redes sociales de las opciones que  hay en la sede diplomática en estos tiempos,  aunque reconoce que el gran reto aún es que todos los mexicanos allá se enteren.

“La epidemia no ha terminado, hay buenas noticias  con la vacuna, pero nos tenemos que seguir cuidando  y lo mejor es quedarse en casa a menos que  haya una emergencia”.

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