Restaurantes batallan con escasez de trabajadores y miedo al covid-19

Algunos han optado por aumentar los salarios para atraer a los empleados

Los restaurantes han tenido que incrementar los salarios de sus empleos con el fin de que no renuncien y para atraer a nuevos trabajadores.

Los restaurantes han tenido que incrementar los salarios de sus empleos con el fin de que no renuncien y para atraer a nuevos trabajadores.  Crédito: Justin Sullivan | Getty Images

De punta a punta en el condado de Los Ángeles, los dueños de restaurantes se quejan de la escasez de trabajadores, lo cual atribuyen a que prefieren recibir la ayuda económica del desempleo que trabajar. Pero además algunos se quejan de que el repunte de covid-19, ha alejado a los clientes en la última semana y media.

“Algunos trabajadores tienen miedo a contagiarse y los entiendo, pero otros son conformistas, prefieren quedarse con los $300 que les da el desempleo por semana que trabajar”, dice Ralph Verdugo, dueño del restaurante Buena Mesa de la ciudad de South Gate.

Verdugo ha tratado de contrarrestar la falta de trabajo con un aumento de salarios. “He subido el sueldo por hora hasta $17 y $18 y les doy horas extras para que trabajen más de 40 horas. Una mesera está ganando entre propinas y sueldo alrededor de $1,500 a la semana”.

En la actualidad, tiene 32 empleados que ha logrado mantener, dice, gracias al incremento salarial.

Pero ahora se ha enfrentado con el problema de que la clientela ha disminuido en la última semana y media desde que volvieron a aumentar los casos de covid.

“Todo estaba muy bien. Sobreviví a la pandemia porque tenía mi fondo de reserva y nos las ingeniamos para llevar comida a las casas, pero ya sabe cómo somos los latinos. Unos andan muy asustados con los nuevos contagios. Como consecuencia, la clientela no está viniendo y las ventas cayeron en 50%. Nosotros seguimos extremando precauciones. Volvimos a dar gel antibacterial al entrar, todos los que trabajamos en el restaurante no nos quitamos la mascarilla y contraté una compañía para que venga tres veces a la semana a desinfectar”.

Ralph Verdugo, dueño del restaurante Buena Mesa de South Gate dice que los restaurantes sufren por la falta de empleados. (Cortesía)

Cuando le preguntamos si todos los trabajadores se han vacunado contra covid, dice que tuvieron una junta y acordaron que era una decisión personal y no les puede imponer la vacuna, pero estuvieron a favor de no quitarse la mascarilla.

Él mismo no se ha vacunado contra covid, pese a que en julio pasado se contagió y cayó en el hospital.

“Me pegó tan fuerte que creí que me moría. Estuve 7 días en el hospital”.

Aún así no se piensa vacunar por ahora. “Lo haré ya que la vacuna esté mejor. La sacaron muy rápido y no me da confianza. Lo bueno es que ya tengo anticuerpos”.

Y por qué le teme a la vacuna. “Pues a que me pase algo y tengo tres hijos que sacar adelante”, afirma.

El Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles reportó que el jueves 22 de julio se registraron 3,058 nuevos casos de covid, marcando el tercer día consecutivo con más de 2,500 infecciones reportadas en un día. Durante los últimos cuatro días se notificaron más de 10,000 casos.

Hay además 655 personas hospitalizadas con covid, un aumento de más de 200 en relación con la semana pasada.

Paul Peñuelas, dueño de El Perihuete Restaurant en Paramount se siente más cómo de convivir con otros porque ya se vacunó. (Foto de Aurelia Ventura/ La Opinión antes de la pandemia)

Paul Peñuelas, dueño del restaurante El Perihuete en la ciudad de Paramount, dice que de 40 empleados que tenía antes de la pandemia, ahora solo han podido contratar 25 porque no hay quien quiera trabajar. “Esto nos ha obligado a recortar el horario de atención al público. Antes abríamos de 8 a.m. a 10 p.m. Ahora de 10 a.m. a 8 p.m.”

Además su esposa y sus dos hijos mayores de 25 y 27 años se han metido a trabajar al restaurante para contrarrestar la falta de personal. Y platica el caso de un amigo restaurantero que no ha abierto su segundo restaurante Tacos El Negro, cuando ya lo tiene listo con todo, por falta de trabajadores. “Está esperando que pase esta crisis de falta de trabajadores para abrirlo”.

Al preguntarle si todos sus trabajadores ya se han vacunado contra el coronavirus, dice que la mayoría sí, pero otros simplemente no quieren. “No creen en la vacuna; otros argumentan que se van a quedar estériles. Yo me la puse porque me siento más seguro al estar con otras personas”.

Patricia Cabrales, una de sus trabajadoras que no se han vacunado, dice que no lo ha hecho por razones médicas ya que sufre de taquicardia. “Si el doctor me dice que no me voy a poner mal con la vacuna y que voy a estar bien, me la voy a aplicar”.

Tere Weinblut del restaurante La Góndola en la ciudad de Beverly Hills lamenta que la gente no quiera trabajar y prefieran cobrar el desempleo. “Cuando por fin consigues a alguien, a los 3 minutos se quieren ir porque el trabajo de restaurante es fuerte y es andar de pie”.

Comenta que ellos están urgidos de lavatrastes, anfitriones y gente que lleve la comida a la mesa. “No conseguimos y nos urge”.

Por fortuna, los clientes han respondido y están yendo al restaurante. “La gente ya quiere salir porque ya están completamente vacunados, pero no tenemos trabajadores y el cliente no sabe eso y solo quiere ser bien atendido cuando sale a comer”.

Los restauranteros se quejan por no encontrar trabajadores. (Cortesía Tere Salame)

Extremar precauciones

Debido a la intensidad de las transmisiones de covid-19 y para evitar los contagios, desde el domingo 18 de julio, se hizo obligatorio el uso de mascarillas, para todos a partir de los 2 años y sin importar el estatus de vacunación, en todos los lugares públicos interiores del condado de Los Ángeles.

Las autoridades de salud pública recomiendan tener cuidado en ciertos lugares donde el coronavirus se propaga fácilmente como sitios cerrados y en interiores; lugares atiborrados con mucha gente alrededor y en áreas de contacto cercano donde las personas están hablando, gritando o cantando.

“Para quienes son elegibles y no se han vacunado, ahora es el momento para vacunarse porque las tres vacunas ofrecen mucha protección a los vacunados y disminuyen la propagación”, dice Bárbara Ferrer, directora de Salud Pública del condado.

Aconseja a todos el empleo de mascarillas en interiores, lavarse las manos con frecuencia, y evitar las multitudes.

El alcalde de Pasadena Víctor Gordo llama a otras ciudades a imponer la vacunación entre los trabajadores municipales.  (Cortesía Victor Gordo)

Imposición de vacunas

El alcalde de Pasadena, Víctor Gordo urgió a las ciudades del condado de Los Ángeles a hacer obligatoria la vacunación de los trabajadores municipales.

En un comunicado, Gordo dijo que tales políticas son esenciales para el mantenimiento de la salud de los trabajadores municipales y del público que interactúa con ellos.

“Llamo al condado de Los Ángeles y a sus 88 ciudades dentro de L.A y a las que están más allá para que se unan a Pasadena en la implementación de una política similar para sus respectivas jurisdicciones”.

Precisa que la responsabilidad del gobierno local como empleador, es garantizar un entorno de trabajo seguro para todos los trabajadores.

“Esperamos que nuestro ejemplo anime a los empleadores privados a adoptar políticas similares. La vacunación es la única herramienta que sabemos que funciona. Unámonos juntos en este esfuerzo”.

La política de Pasadena, que aún no se ha promulgado formalmente, exigirá que los 2,000 empleados de la ciudad se vacunen una vez que una de las vacunas reciba la aprobación total de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los EE UU. 

Las vacunas que se administran actualmente en los Estados Unidos están bajo una autorización de emergencia de la FDA.

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