Qué son las distracciones emocionales y por qué deben evitarse al momento de conducir

Por su capacidad para desviar la atención y el enfoque que se necesita al momento de conducir, las emociones suelen ser consideradas peligrosas cuando su grado de intensidad es excesivo. Los expertos las ubican dentro del ámbito de las distracciones cognitivas y, al igual que las distracciones manuales o visuales, pueden causar hechos lamentables debido a su efecto indirecto sobre el desempeño del conductor.

En el plano de las distracciones no existe discriminación en cuanto a qué tipo de emociones pueden llegar a convertirse en un riesgo: tanto las emociones negativas como las positivas pueden derivar en conductas como la conducción agresiva o la furia vial e incluso pueden estar acompañadas de otros tipos de distracciones manuales o visuales.

Según DMV.org, algunas de las situaciones más comunes que pueden derivar en emociones fuertes al momento de conducir son las siguientes:

1. Tener una discusión de pareja.

2. Tener un día difícil en el trabajo.

3. Ser agredido por otro conductor en el camino.

4. Recibir noticias tristes o angustiantes.

5. Llegar tarde a una cita importante.

6. Recibir un aumento en el trabajo.

7. Recibir buenas noticias.

8. Dirigirse o regresar de una celebración.

9. Ganar un premio.

10. Escuchar canciones favoritas.

La lista puede llegar a ser infinita, pero lo que siempre tendrán en común todas estas situaciones son las consecuencias que se derivan de ellas, las cuales son a menudo negativas. Las autoridades consideran que las más difíciles de abandonar son las emociones positivas, debido a la sensación de bienestar que generan, pero sea cual sea su naturaleza, todas pueden generar la distracción suficiente para que los conductores golpeen otros autos en movimiento o estacionados, ignoren luces de advertencia del semáforo e incluso golpeen a ciclistas o peatones.

Algunas de las recomendaciones para evitar hechos lamentables derivados de distracciones emocionales son las siguientes:

1. Detener el auto (en caso de que se esté conduciendo) o no ponerlo en marcha si aún está estacionado.

2. Respirar profundamente e iniciar un conteo de números.

3. Poner música relajante o agradable.

Calmarse antes de conducir puede hacer una gran diferencia en el camino, no solo porque garantiza la concentración y la velocidad de respuesta ante cualquier eventualidad, sino porque evita el posible enfrentamiento con otros conductores, un delito que es penado por las leyes de tránsito estadounidenses.

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