Líderes proinmigrantes se pronuncian a favor de la demanda de México contra fabricantes de armas
La cónsul de México en Los Ángeles, Marcela Celorio, dijo que esperan que las armerías reconozcan su negligencia, ofrezcan una indemnización y se frene el envío de armas ilegales
Los líderes promigrantes de estados con altos niveles de violencia en México, radicados en Los Ángeles, consideran que la demanda por negligencia, interpuesta por México contra los fabricantes de armas en Estados Unidos, puede ayudar a bajar los alarmantes niveles de inseguridad.
El gobierno mexicano demandó a los fabricantes y distribuidores de armas de Estados Unidos en un tribunal federal de Boston, bajo el argumento de que sus prácticas comerciales negligentes e ilegales han desatado un tremendo derramamiento de sangre en México.
Entre los demandados destacan: Smith & Wesson Brands, Inc; Barrett Firearms Manufacturing, Inc; Beretta U.S.A. Corp; Colt’s Manufacturing Company LLC y Glock Inc, entre otros.
La Opinión no obtuvo una respuesta de la Asociación de Fabricantes de Armas cuando se le pidió un comentario. Pero ayer respondieron a la demanda, diciendo que el gobierno de México no tiene facultad para entablar una querella en su contra, y no ha probado su responsabilidad en la violencia que vive el país.
El estado mexicano tiene hasta el 22 de enero para responder a los argumentos de los fabricantes de armamento.
El secretario de relaciones exteriores de México, Marcelo Ebrard, hizo un llamado en el Consejo de Seguridad de la ONU, a las empresas relacionadas con la producción, distribución y venta de armamento para que establezcan medidas de autorregulación para prevenir el tráfico ilícito de sus productos. Un tema del que habló la cónsul de México en Los Ángeles, Marcela Celorio en exclusiva con La Opinión.
Se tenía que hacer
Guadalupe Gómez, líder de la Federación de Clubes Zacatecanos del sur de California, dice que la demanda es algo que se tenía que hacer.
“No hay ningún control sobre el flujo de armas que acaban en manos de las personas equivocadas”.
Señala que es importante que los fabricantes de armas se hagan responsables porque han sido muy negligentes, vendiendo a quien sea, sin ninguna preocupación de lo que pasa.
“En los últimos años hemos tenido más de 100,000 muertos por la violencia por las armas”.
Y quizá – dice – no todo es culpa de los fabricantes, pero tienen una gran responsabilidad y se les tiene que hacer que rindan cuentas a la justicia por vender a la delincuencia armas que son exclusivas del ejército.
“Ellos han lucrado con el dolor de las familias mexicanas”.
Gómez sostiene que este caso, le recuerda cuando California demandó a las compañías de cigarrillos porque enferman a mucha gente.
Mejoraría la seguridad
Raúl Murillo, director de la organización Hermandad Centros Comunitarios, reconoce que parte de la violencia, se comete con armas que son introducidas ilegalmente a México, provenientes de Estados Unidos.
“Estados como Texas tienen shows de armamentos sin control alguno, donde se compran armas como si fueran chocolates”, dijo el líder migrante de Chihuahua.
Y aunque no se considera experto en el tema, opina que un control de armas no solo ayudaría a evitar los ataques en lugares públicos de Estados Unidos sino que mejoraría la situación de violencia en México.
“A Estados Unidos le conviene que México sea un país seguro, pero si no se deja de vender armas libremente a grupos criminales, el problema de la violencia en México se seguirá incrementando”.
Murillo dice que espera que esta demanda ayude a mantener un control más riguroso de las armas que aterrorizan a la sociedad de los dos países.
¿Dónde está la vigilancia?
Ramiro Romero del Club Migrante de Cherán, Michoacán, dice sobre la demanda contra los dueños de armerías, que el gobierno mexicano tiene su parte de responsabilidad porque no ha logrado erradicar la corrupción entre los altos funcionarios que permite la entrada de armas ilegales.
“¿Dónde está la vigilancia para que no entren esas armas ilícitas? El gobierno mexicano tiene que vigilar que no pasen, porque esas armas son pagadas al doble por el crimen organizado”.
Señala que no ha escuchado que agentes aduanales eviten la entrada de armas, pero sí se ensañan con gente humilde a la que le decomisan sus ropas y regalos.
“Los de las armas se van derechito hacia el crimen organizado que ha penetrado Michoacán y otros estados. Ya está todo arreglado para que las pasen a México sin problema”.
Romero dice que como consecuencia de la inseguridad, tiene dos años que no viaja a Michoacán. “Aunque en mi comunidad Cherán no hay crimen ni entra la delincuencia porque tiene sus propios usos y costumbres, me preocupa ser víctima de un asalto o robo en el camino del aeropuerto de Morelia o Uruapan a mi pueblo”.
Afirma que la violencia por las armas es un problema tremendo. “Antes yo me iba manejado desde Los Ángeles hasta mi pueblo, pero hace 13, 14 años que ya no lo hago por mi propia seguridad”.
Estuvo de acuerdo en la demanda contra los fabricantes de armas estadounidenses, pero antes de eso, dice que el gobierno de México debió preguntarse qué hace para evitar que las armas lleguen al país.
“¿Cómo voy a demandar si acepto que las armas lleguen a mi casa, si no hago nada para evitar la entrada”.
Un tema que duele
En entrevista con La Opinión, la cónsul de México en Los Ángeles, Marcela Celorio, precisa que entre el 70 y 90% de las armas encontradas en los actos ilícitos que se cometen en México son de origen estadounidense.
‘Para nosotros este es un tema que impacta y duele, queremos que las empresas asuman la responsabilidad por su negligencia, por comercializar un producto que saben que hace daño a otras personas”.
Enfatizaa que los fabricantes de armas modifican sus modelos al gusto del público consumidor. “Por ejemplo, las cachas de las armas, ahora vienen con nácar y con las figuras de Zapata o de Villa. Y obviamente eso es muy seductor para los mexicanos”.
¿Qué espera el gobierno de México de esta demanda contra una industria que es súper poderosa?
“Que haya un reconocimiento por parte de estas empresas que recurren a prácticas negligentes y que asuman responsabilidad. Obviamente podrá haber una indemnización. No sabemos cuánto será la cuantía, pero también esperamos abrir la discusión sobre un tema, que no solamente daña a los mexicanos sino a ambas poblaciones tanto a Estados Unidos como a México”.
¿En qué forma daña la entrada de armas ílegales a México?
“Cuando somos países vecinos con una economía entrelazada, todos los demás aspectos de la vida vienen entrelazados y eso tiene que ver con la seguridad. Precisamente ahora que se reunieron los líderes de América del Norte, estadounidense, canadiense y nuestro presidente mexicano, se habló de tener no solamente una región próspera sino también segura.
“Y aquí quiero aclarar que esta demanda no es contra Estados Unidos sino contra las empresas porque ya el gobierno estadounidense ha aceptado la corresponsabilidad en todos estos temas”.
Si esta demanda se gana, ¿podríamos pensar que entrarían a México menos armas ilegales?
“Lo que queremos es que ellos tengan conciencia de que al tener este comercio negligente, no están asumiendo su parte de responsabilidad, y esto daría pie a que se autorregulen y obviamente deje de venderse a una sola persona una cantidad inmensa de armas que no las necesita.
“Se supone que una persona adquiere un arma para protegerse en lo individual, pero no compradores de paja que van de armería en armería, adquiriendo cientos y cientos de armas sin ninguna restricción”.
Por otro lado, tenemos a muchos mexicanos que han huido de México por la violencia. ¿Quizá esta demanda podría hacer que aminorara un poco la violencia en México entre los cárteles?
“Lo que nosotros queremos es que esa facilidad con la que el crimen organizado adquiere estas armas, se vea restringido y entonces esto acote la manera en que se adquieren. En México, hay una sola dependencia que controla las armas, la Secretaría de la Defensa, y tú como ciudadano puedes adquirir un arma, pero tienes que pasar por muchos requisitos y justificar por qué la necesitas.
“En Estados Unidos, cualquier persona lo puede hacer. Y somos respetuosos de la Segunda Enmienda (de la Constitución de EE UU) que permite que las personas compren y porten un arma. Lo que queremos es que haya una responsabilidad y conciencia de las empresas que las hacen y comercian”.
¿Sabemos cuánto tiempo se puede llevar para resolver una demanda de este tipo?
“No, lo sabemos porque es un hecho inédito, histórico en el que por primera vez un estado demanda a estas compañías. Lo que nos interesa es abrir la discusión, el diálogo y los estudios para saber realmente cuál es el impacto de las armas”.
¿Qué decirle a los paisanos que vivimos en Estados Unidos, como nos ayudaría los que estamos aquí?
“Desafortunadamente el tema de la violencia doméstica está cada vez más entre nosotros, y cuando hay violencia doméstica, hay armas involucradas. Les digo a mis hermanos mexicanos, que digamos no a la violencia, que le pongamos un alto, y que contribuyamos a tener una mejor sociedad, evitando comprar armas y utilizándolas cuando no tiene ningún sentido hacerlo”.