A 2 años de la trágica muerte de George Floyd en manos de un oficial de policía
El asesinato de George Floyd en manos del oficial Derek Chauvin desencadenó una ola de ira y de manifestaciones en todo el mundo, un llamado a eliminar el racismo y crear inclusión, igualdad y equidad.
El asesinato de George Floyd es parte de los ataques de odio desatado a partir de la pandemia. (Getty Images) Crédito: Brandon Bell | Getty Images
En la noche del 25 de mayo de 2020, el oficial de policía blanco de Minneapolis, Derek Chauvin, mató a George Floyd, un hombre negro, al arrodillarse sobre su cuello durante casi 10 minutos.
La muerte, grabada por los transeúntes, desencadenó lo que pudo haber sido el movimiento de protesta más grande en la historia de los Estados Unidos y un ajuste de cuentas a nivel nacional sobre la raza y la vigilancia.
Floyd, de 46 años, nativo de Houston y padre de cinco hijos, había comprado cigarrillos en una tienda de conveniencia de Minneapolis.
Después de que un empleado sospechara que Floyd había usado un billete falso de $20 en la transacción, el gerente de la tienda llamó a la policía. Cuando llegaron los oficiales, apuntaron con un arma a Floyd, quien inicialmente cooperó mientras lo arrestaban.
Sin embargo, Floyd se resistió a que lo colocaran en el auto de la policía, diciendo que tenía claustrofobia.
Los oficiales finalmente lo sacaron del automóvil y Chauvin lo inmovilizó contra el suelo durante nueve minutos y 29 segundos. Floyd no respondía cuando llegó una ambulancia y fue declarado muerto en un hospital local.
Después de que se publicó un video del incidente en Facebook, las protestas comenzaron casi de inmediato en Minneapolis y se extendieron rápidamente por todo el país. Los manifestantes que gritaban “Black Lives Matter” y “I Can’t Breathe” tomaron las calles de costa a costa, y los departamentos de policía de todo el país respondieron en ocasiones con tácticas de control de disturbios.
El asesinato de Floyd se produjo después de las protestas por los asesinatos de Ahmaud Arbery en Atlanta en febrero y de Breonna Taylor en Louisville en marzo, y también se produjo en el tercer mes de cierres en todo el país debido a la pandemia de COVID-19.
A principios de junio, las protestas estaban tan extendidas que más de 200 ciudades estadounidenses habían impuesto toques de queda y la mitad de Estados Unidos había activado la Guardia Nacional.
Las marchas continuaron y se extendieron a lo largo de junio, a pesar de las restricciones para reunirse durante la pandemia de COVID-19 y la resistencia militarizada de las fuerzas del orden público federales y locales.
En total, más de 2000 ciudades y pueblos en los 50 estados vieron algún tipo de manifestación en las semanas posteriores a la muerte de Floyd, así como en las principales ciudades del mundo.
Las protestas desencadenaron un diálogo local y nacional sobre el papel y los presupuestos de los departamentos de policía estadounidenses, así como intensos debates en escuelas y corporaciones sobre cómo acabar con el racismo y crear inclusión, igualdad y equidad.
Chauvin, a quien se le presentaron al menos otras 17 denuncias por mala conducta antes de matar a Floyd, fue arrestado el 29 de mayo de 2020 y acusado de asesinato en segundo y tercer grado, así como de homicidio involuntario en segundo grado.
El 20 de abril de 2021, luego de un juicio, que se transmitió en vivo en línea y por televisión debido a la pandemia, un jurado encontró a Chauvin culpable de todos los cargos y fue condenado a 22 años y medio de prisión.
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