Mujer que pedía para comer, gana más de $1.2 millones en la lotería
Mercedes, una mujer con cinco hijos y sumida en la pobreza logró un premio de $1,271.000 de dólares que ha cambiado su vida dentro de un humilde barrio de Alicante, donde es muy conocida
La mujer pasó varias horas en la calle pidiendo ayuda antes de enterarse que había ganado la lotería. Crédito: DANI POZO | Getty Images
Aún con la efervescencia que dejó la noticia del ganador del histórico premio en la lotería Mega Millions con una bolsa de 1,337 millones de dólares en Estados Unidos, otra historia de éxito se vivió en España, donde una mujer que pedía dinero, ropa o comida en las calles de un barrio de Alicante, España, ganó 1.2 millones de dólares al acertar a todos los números de la lotería local.
La afortunada ganadora, de nombre Mercedes, es muy conocida en su barrio. Vive en una casa humilde junto a su pareja y tiene cinco hijos. Según testigos, desde hace años pedía dinero en las calles y luego iba a comprar un billete de lotería por poco más de un dólar en el mismo establecimiento.
El día del sorteo los vecinos estaban se enteraron de que el premio mayor del Bonoloto, de $1,271,000 dólares, se había vendido en ese establecimiento, por lo que había gran expectación por saber quién había sido el ganador.
“Esperamos toda la mañana a que viniera el afortunado”, recuerda le contó a Mari Ángeles Torregrosa, propietaria del establecimiento, mientras Mercedes seguía en su sitio, pidiendo dinero, como lo hacía habitualmente.
Al acabar, pasó por el local y al ver los números ganadores no salía de su asombro. “Creo que los números que salen por la tele son los mismos que tengo yo”, dijo emocionada.
Tras el insólito golpe de suerte, la mujer seguía incrédula de que la suerte le había sonreído. “Sintió “una satisfacción inmensa… nos pusimos a llorar ella, yo, la gente que estaba aquí, todo el mundo”, contó el encargado del negocio.
“Lo primero que hizo fue comprarse unas zapatillas de 5.05 dólares y vino a enseñármelas”, contó Torregosa al diario El País
“Siempre he estado llorando, no conocía las lágrimas por estar contenta”, recuerda Torregosa que le dijo la mujer al visitarle días después de haberse ganado el premio.
“Siempre se quejaba de lo mal que estaba la cosa”, afirma una mujer que solía darle algo de dinero, “que desde la pandemia apenas sacaba nada para vivir”. Hoy no ha pasado por el bar en el que solían invitarla a un café cada mañana. “Esta semana vino a pedir un vaso de agua”, cuenta el dueño, que prefiere no identificar su local, “y le dije que le había tocado la lotería y ya podía pagarse algo”, bromea.
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