Generosos clientes regalan automóvil a empleada de Popeyes
Una familia decidió premiar el buen trato recibido por parte de una veterana mujer
Tremenda sorpresa se llevó una empleada que atendía en la ventanilla de un establecimiento de comida rápida. Crédito: Joe Raedle | Getty Images
Una familia que reside en Portland tuvo un noble gesto al obsequiarle un vehículo a quien consideró ser una empleada modelo luego observar constantemente la manera en cómo día tras día atendía a las personas que le tocaba atender detrás de uno de los mostradores de la cadena de comida rápida Popeyes.
Desde hace cerca de un año, Janet Spain forma parte de la plantilla de trabajadores en una de las franquicias que la compañía especialista en ofrecerle al público pollo frito tiene en Portland.
Aunque la veterana mujer empezó siendo empleada a tiempo parcial, recientemente pasó a trabajar a tiempo completo y ello, si bien le permite obtener un salario mayor, también le implica permanecer más tiempo de pie ya sea detrás de un mostrador o bien en la ventanilla que atiende a los clientes que llegan a comprar en automóvil.
A todo esto, se debe agregar que diariamente camina largas distancias para arribar a su centro de trabajo, pues desde hace cuatro años carecía de un automóvil. Sin embargo, las personas quienes la conocen la admiran, pues aseguran siempre muestra una actitud alegre hacia la vida.
Electra Riley, su marido Richard y su hijo Khairi, de cinco años, encabezan la lista de clientes satisfechos por la esmerada atención brindada por Janet Spain.
Así que al enterarse de los esfuerzos que diariamente hacia la empleada por llegar puntual a su centro de trabajo y sin nunca dejar de ser amable con los clientes, optaron por recompensarla.
“Me enteré de que necesitaba un vehículo, no tenía los medios para conseguirlo, así que mi mujer y yo decidimos conseguirle un vehículo”, describió Richard Riley.
De esta manera, al pequeño Khairi fue a quien se le encomendó la tarea de sorprender a la empleada mediante la entrega de una pequeña bolsa de regalo en cuyo interior se encontraba una tarjeta y las llaves de su nuevo vehículo.
“Leí la tarjeta y pensé: ‘oh, esa tarjeta es la más dulce’, y luego me dijeron: ‘no, también hay algo más en la bolsa’. Tardé unos segundos en entenderlo, y entonces me di cuenta de que había llaves del coche. La alegría es simplemente indescriptible”, señaló entre lágrimas de felicidad Janet Spain pues había rezado a Dios por un vehículo.
Por su parte, Electra Riley aplaudió la actitud de la empleada quien en todo momento ha tratado a su familia de manera cordial.
“Su espíritu es realmente genial. Nos encanta el buen servicio al cliente, y eso es lo que ella ofrece cada vez que te acercas a la ventanilla; una sonrisa, un saludo”, indicó.
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