En fotos: miles de personas acuden a presentar respetos a la reina Isabel II
El féretro de la monarca fallecida el jueves yace en la capilla ardiente que se ha instalado en la catedral de St. Giles después de ser trasladado en un cortejo fúnebre desde el palacio de Holyroodhouse. Miles de personas se acercaron para ofrecer sus respetos. Llegará a Londres este martes.
El féretro de la reina Isabel II yace en la catedral de St. Giles en Edimburgo, donde miles de personas brindan un último adiós a la monarca fallecida el pasado 8 de septiembre.
Es la segunda etapa del viaje final de la reina, fallecida el jueves a los 96 años, que culminará con un funeral de Estado el 19 de septiembre en la Abadía de Westminster en Londres.
Este martes, los restos mortales de la monarca serán trasladados a la capital británica en avión desde Edimburgo a las 18:00 hora local. Luego, el ataúd se trasladará al Palacio de Buckingham, donde lo recibirán el rey Carlos III y Camila, la reina consorte, así como otros miembros de la familia real.
La reina permanecerá en capilla ardiente a partir del miércoles durante cuatro días en el Salón de Westminster.
Por su parte, el rey Carlos III continuará su recorrido por las cuatro naciones de Reino Unido. Este martes irá a Irlanda del Norte.
Durante la noche, miles de personas hicieron fila en Edimburgo para visitar el féretro de la reina en la catedral de Edimburgo.
Mientras, a primera hora de este martes en el palacio de Buckingham, se organizaron ensayos para la ceremonia que tendrá lugar una vez lleguen los restos de la reina esta noche.
Homenajes en Edimburgo
El féretro de la reina Isabel II fue trasladado el domingo desde el castillo de Balmoral, donde murió, hasta Edimburgo. El domingo permaneció en el palacio de Holyroodhouse hasta el lunes, cuando se le llevó en procesión hasta la catedral de St Giles.
Los cuatro hijos de la reina, el rey Carlos III, la princesa Ana, Andrés, duque de York, y Eduardo, conde de Wessex, acompañaron a pie el traslado del féretro desde el palacio de Holyroodhouse hasta la catedral. Junto a ellos caminaba el marido de Ana, el vicealmirante Tim Lawrence.
Detrás, en coche, viajaron la reina consorte Camila y la esposa de Eduardo, Sofía, condesa de Wessex.
Miles de personas abarrotaron las calles del centro de Edimburgo para ver pasar el cortejo fúnebre de la monarca. Muchos de ellos esperaron horas para tener un buen sitio desde el que dar su último adiós a Isabel II. Muchos aplaudieron al paso del cortejo.
El cortejo tardó media hora en realizar el trayecto. En él se pudo ver al príncipe Andrés vestido con un traje civil y no con uniforme militar, ya que perdió sus honores militares a principios de año poco antes de llegar a un acuerdo económico en la demanda civil por agresión sexual presentada en su contra en Estados Unidos.
El féretro iba adornado con flores frescas recogidas en Balmoral, entre ellas rosas, fresias y romero.
El ataúd está cubierto con el Estandarte Real de Escocia, una bandera que representa al monarca.
A diferencia del estandarte real utilizado en Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y otros lugares, el Estandarte Real de Escocia presenta dos cuadrantes para Escocia en lugar de uno solo.
Esos cuadrantes están formados por un estandarte dorado con el león rojo escocés.
Se iza en el palacio de Holyroodhouse y en el castillo de Balmoral cuando el monarca no está presente. Cuando están en residencia, se iza el Estandarte Real de Reino Unido en su lugar.
En la catedral de St. Giles, el rey Carlos III y el resto de la familia real, así como otras autoridades y dignatarios, como la primera ministra británica, Liz Truss, y la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, participaron en una misa en honor a la monarca fallecida.
Después de un servicio religioso que duró una hora, miles de escoceses acudieron a dar su último adiós a la reina.
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