Turista colombiana confundió un famoso cementerio en Sinaloa con fraccionamiento de lujo
Según explica en un video que difundió a través de las redes sociales, había tumbas que contaban con aire acondicionado durante las 24 horas, y que de noche se asemejan a las construcciones de los barrios finos de su ciudad
El panteón Jardines del Humaya comenzó a funcionar en 1960, pero fue hasta la década de los 70 cuando sus tumbas comenzaron a llamar la atención debido a sus lujos y excentricidades. Crédito: Pedro Pardo | AFP / Getty Images
Si hay un lugar en donde la cultura del narcotráfico se hace presente en mayor grado, esa es la ciudad de Culiacán, Sinaloa, y el mejor ejemplo es el cementerio Jardines del Humaya, el cual es famoso por resguardar los restos de muchos personajes vinculados al negocio de las drogas.
En ese lugar reposan los cuerpos de capos como Arturo Beltrán Leyva, Ignacio “Nacho” Coronel y Arturo Guzmán Loera, alias “El Pollo”, es decir, el hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán que hace varios años fue asesinado en el interior de un penal de máxima seguridad.
Los restos de estos delincuentes permanecen en lujosas criptas y mausoleos que se caracterizan por fachadas de mármol, maderas finas, cristales blindados y todo tipo de comodidades en su interior para quienes los visitan.
Incluso, quien no ha escuchado hablar de este cementerio se puede llevar una gran sorpresa, tal como le ocurrió a una turista colombiana en su viaje por Sinaloa, al confundir este lugar con un fraccionamiento de lujo.
Según explica en un video que ella misma difundió a través de las redes sociales, se dejó llevar por la fachada de las construcciones que tenían grandes ventanales, las cuales se ven particularmente iluminadas por la noche. Minutos después, cayó en cuenta que no se trataba de casas, sino de tumbas.
“Estaba de viaje en Sinaloa y vi estas casas, y dije: ‘Qué bonitas’, pero resulta que eran tumbas”, describió en el video que publicó en su cuenta de TikTok la usuaria Evelyn.
En el mismo clip, detalló que había tumbas que contaban con aire acondicionado durante las 24 horas, y que de noche se asemejan a las construcciones de los barrios finos de su ciudad, expresando sorpresa por todo el lujo que derrochaban esos mausoleos.
Cabe señalar que el panteón Jardines del Humaya comenzó a funcionar en 1960, pero fue hasta la década de los 70 cuando sus tumbas comenzaron a llamar la atención debido a sus lujos y excentricidades.
Hoy en día, la compra de un espacio en ese cementerio podría costar hasta medio millón de dólares, como es el caso de la tumba de Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, la cual cuenta con una capilla con capacidad para 50 personas, y cuyos lujos ascienden a alrededor de 490,000 dólares.
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