Padres, por favor hablen con sus hijos sobre los peligros del fentanilo
Una investigación realizada por la Kaiser Family Foundation muestra que las muertes por sobredosis de fentanilo están afectando particularmente a los latinos de California
En todos los años que llevo trabajando en el sector educativo, nunca he visto una crisis de drogas ilícitas tan grave y peligrosa como la que enfrentamos hoy con el fentanilo. Los dirigentes escolares con los que hablo consideran el fentanilo como uno de los problemas más apremiantes en la actualidad. Hemos visto un aumento dramático en las sobredosis entre los estudiantes, con resultados trágicos y mortales.
Me partió el alma enterarme de la muerte de Melanie Ramos, de 15 años, quien sufrió una sobredosis y murió en septiembre en una escuela secundaria en Hollywood. Melanie tomó una sola píldora que pensó que contenía otra droga, Percocet, pero en realidad estaba mezclada con fentanilo. Un mes después de su muerte, se han sumado 6 sobredosis más de estudiantes que la policía cree que estaban vinculadas al mismo lote de píldoras.
Una investigación realizada por la Kaiser Family Foundation muestra que las muertes por sobredosis de fentanilo están afectando particularmente a los latinos de California. Los latinos representan el 31 % de las muertes por esta causa en nuestro estado. Los estudios han demostrado que estas sobredosis han aumentado constantemente en nuestras comunidades latinas desde 2019.
El fentanilo es un opioide sintético que es 50 veces más fuerte que la heroína. Los métodos de producción también son mucho menos complicados que la heroína. El fentanilo se fabrica en un laboratorio y se ha vuelto cada vez más barato, ya que los productos químicos utilizados para sintetizarlo se pueden encontrar fácilmente en Internet y enviarse internacionalmente. Una vez sintetizado, el fentanilo se parece a cualquier otra droga en polvo.
Debido a que es tan barato y disponible, los distribuidores callejeros lo han estado utilizando para reducir sus costos mientras fabrican un producto más potente. Como resultado, lo que los jóvenes ingenuos piensan que están recibiendo en la calle puede contener fentanilo en concentraciones letales. La única manera de saber si un medicamento está mezclado con fentanilo es a través de una prueba. No se puede detectar a la vista, por su olor o sabor. Los distribuidores lo han producido para parecerse a los dulces de colores brillantes y llamativos, ocultando su letalidad.
No es realista pensar que podemos detener por completo las muertes relacionadas con el fentanilo. Sin embargo, podemos reducir la posibilidad de que nuestros seres queridos sean víctimas de esta peligrosísima droga a través de la educación, la comunicación abierta, la conciencia y el cuidado de toda la comunidad. Los dirigentes escolares entienden bien que su papel es proporcionar información a sus estudiantes sobre las drogas callejeras y buscan aumentar la cantidad de educación sobre las drogas. Las escuelas públicas de California están capacitando y recibiendo apoyo y recursos del Departamento de Salud Pública de California (CDPH), incluidas dosis de emergencia de Naloxona que pueden ayudar a prevenir una muerte por sobredosis si se usan a tiempo.
Las familias también deben hablar sobre los peligros de cualquier droga que se compre en la calle. Hay recursos disponibles para ayudar a los padres a hablar con sus hijos sobre los riesgos.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés), ha publicado un recurso que proporciona datos importantes para los padres https://bit.ly/3ElgCLV y para adolescentes: https://bit.ly/3V7WWSw
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) también tienen recursos que proporcionan información en español sobre el fentanilo https://bit.ly/3GqAAHH.
Hablar con nuestros hijos sobre estos temas delicados es difícil. Como madre de un adolescente, sé lo incómodos que pueden ser ciertos temas y sé también que nuestros hijos responden con reserva.
En mi caso, decidí abordar el tema de frente y hablé con mi hijo el mismo día que ocurrió la tragedia de Hollywood. Vimos el video del CDPH juntos. Le pedí que cuidara a sus amigos y compañeros de clase. Quería que se viera a sí mismo como parte de una comunidad protectora que se mantiene a salvo unos a otros y no tomara la discusión como una acusación. Ambos nos sentimos mejor y más preparados después de hablar con franqueza.
Nuestra comunidad ha visto cómo la adicción y el abuso de drogas afectan a demasiadas de nuestras familias. Este nuevo peligro está haciendo que la crisis de las drogas sea más letal. No dejes que la incomodidad, o el hecho de que ninguno de nosotros sea un experto en adicciones, te detenga. Habla con tu hijo o hija, podrías salvar su vida o la de sus compañeros de clase.
Myrna Castrejón es la presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Escuelas Chárter de California (CCSA por sus siglas en inglés).