Fuerza Regida quiere ser una banda universal
Su gira, "Del barrio hasta aquí", los ha llevado a escenarios que solo habían visualizado en sueños,
Jesus Ortiz Paz, líder y fundador de Fuerza Regida —porque oficialmente la banda no acentúa la palabra Regida, aunque sí la pronuncia con tilde en la e—, no es muy paciente cuando responde a las preguntas de la prensa.
O quizá la apretada agenda que tiene el grupo, que se encuentra a unas cuantas fechas del fin de “Del barrio hasta aquí”, un tour que ha llevado a este combo nacido en 2015 en la ciudad de San Bernardino —localizada a unas 60 millas al este de Los Angeles—, a escenarios que solo había visualizado en sueños, tiene a Jesús más apurado que de costumbre.
Por ejemplo, Fuerza tenía anoche una presentación en Crypto.com, la arena en el centro de Los Angeles con una capacidad para 20 mil personas. Además estaba preparando el estreno del tema “Prefiero empedarme”, que en buen español sería algo como “Prefiero embriagarme”.
Es precisamente en el lenguaje rudo, crudo y sin filtros, y en las historias de la calle y de “malandros” en las letras de las canciones, donde ha radicado el avasallador éxito de esta banda. Jesús, hijo de inmigrantes mexicanos, no conoce otra vida más que la vivió en las calles de la ciudad que lo vio crecer.
“Vengo de las calles”, dijo Jesús, de 25 años. “Nunca me faltó nada, mi papá siempre trabajó muy duro [en la construcción], pero fue difícil en uno querer ser algo en la vida; mucha gente de donde yo soy se queda en lo mismo”.
Jesús tenía muchos sueños e ilusiones, pero pocas expectativas porque cuenta que creció en una de las ciudades más violentas del país. San Bernardino, de acuerdo con cifras reportadas por sitios gubernamentales, es una de las urbes más peligrosas de Estados Unidos.
“Es muy difícil que alguien salga de ahí”, dijo. “De donde vengo, yo soy el primero que sale de ahí, con mi música […] Ahí las calles te ganan; te gana la muerte o la cárcel. O te la pasas trabajando en un p… warehouse [bodega], y eso no es vida, pues. La gente lo mira como normal pero yo desde niño no lo veía normal”.
Jesús quería autos de lujo, una mansión y mucho dinero.
Cuando terminó el bachillerato —se graduó solo porque su madre le rogó— comenzó a trabajar cortando el pelo, y fue uno de sus clientes quien le dijo que una banda local estaba buscando un bajista. Jesús se presentó y no solo se quedó en el grupo, sino que lo hicieron vocalista. Sabía cantar porque su papá lo había enseñado de forma empírica.
En 2018, luego de cantar por tres años en fiestas privadas, el video de la canción “Radicamos en South Central”, que narra una historia de narcos, mafias y armas, se viralizó, y de la noche a la mañana Fuerza Régida se convirtió en un fenómeno de la música urbana y de banda.
La gira del combo termina el 9 de diciembre en Fresno, California, pero mientras tanto, Fuerza sigue estrenando sencillos que son parte del próximo disco del grupo. El álbum aún no tiene fecha de estreno.
Las metas de la banda se han logrado poco a poco, pero aún no llega a donde quiere estar, dijo Jesús, esto porque cada vez surgen más desafíos.
“Empezamos con música de malandros, y ahora hacemos un poquito de todo”, dijo. “Nunca vamos a dejar de cantar de dónde venimos, la música que nos hizo […] Pero ahora queremos expandirnos para irnos un día a un nivel global”.