Revelan últimas palabras de madre de 16 años al 911 antes de ser asesinada por pandilleros mientras abrazaba a su hijo de 10 meses
Alissa Parraz aparentemente murió de un disparo en la nuca junto a su bebé Nycholas de 10 meses, junto con otros cuatro familiares en Goshen, California, víctimas de una ejecución por integrantes de la pandilla Norteños ya arrestados
Dos gánsteres fueron arrestados después del tiroteo en California donde fue asesi.nada la joven madre y su bebé Crédito: Tulare County Sheriff's Office | Cortesía
Las últimas palabras de la madre adolescente de California que fue asesinada a tiros junto con el resto de su familia en una “ejecución al estilo de un cartel” han sido dadas a conocer.
Se puede escuchar a Alissa Parraz, quien solo tenía 16 años, suplicando desesperadamente ayuda en su última llamada al 911 a la policía.
Parraz y su hijo Nycholas de 10 meses, fueron dos de las víctimas en la ‘ejecución estilo cartel’ que tuvo lugar en su casa de California.
Noah David Beard, de 25 años, y Angel “Nanu” Uriarte, de 35, fueron arrestados en relación con el asesinato de los seis miembros de la familia, incluyendo el bebé de 10 meses de Parraz.
Alissa Parraz primero se escondió dentro de la casa con otros miembros de la familia, uno de los cuales resultó herido.
“Le dispararon a mi novio”, le dijo al operador. “Y siguen disparando afuera”.
El operador del 911 intentó localizar el paradero de los tiradores en la propiedad y le pidió a Parraz cualquier información adicional.
“Están regresando. Estoy demasiado asustada”, susurró mientras los dos hombres se volvían hacia la puerta principal.
“Los muchachos están llegando. Por favor, date prisa, están regresando”.
“Escucho sirenas acercándose ahora”, agregó, antes de volver su atención a su novio, quien resultó gravemente herido y yacía en el suelo.
“Le dispararon en el estómago”, gritó. “Todavía está respirando”.
Parraz sonó aliviada después de que el operador le aseguró que la policía estaba a la vuelta de la esquina.
No está claro qué la llevó a salir de la casa.
Las imágenes capturaron a la joven madre arrojando frenéticamente a su hijo pequeño sobre una cerca antes de saltar ella misma para tratar de escapar.
Los detectives creen que Beard la localizó antes de dispararle a ella y al bebé en la nuca.
El cuerpo de Parraz fue descubierto en una zanja, todavía acunando a su hijo, Nycholas.
Cuatro de sus familiares también fueron asesinados en su casa.
Tres personas sobrevivieron a la masacre, dijo la policía después de que dos de ellos se escondieran dentro de un tráiler y el otro dentro de la casa.
Los investigadores creen que los sospechosos son parte de la pandilla Norteños y dos de sus víctimas integraban la rival pandilla Sureños.
El alguacil del condado de Tulare, Mike Boudreaux, pidió al gobernador Gavin Newsom que permita la pena de muerte para los responsables del tiroteo.
“Esta familia fue blanco de asesinos a sangre fría”, dijo Boudreaux en la conferencia de prensa. “Este debería ser un caso de pena de muerte”. La investigación sobre la trágica ejecución está en curso.
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