Bill Ackman advierte que la economía estadounidense se dirige a un “choque de trenes”
El millonario de 56 años considera que aumentar las tasas de interés con el objetivo de mantener controlada a la inflación, sólo fomentará más problemas en los bancos pequeños
Bill Ackman, fundador e inversionista del fondo de cobertura Pershing Square Capital Management, considera que si la Reserva Federal (Fed) continúa aumentando las tasas de interés con el objetivo de mantener controlada a la inflación eso podría agudizar la turbulencia bancaria, lo cual produciría un “choque de trenes” en la economía.
De acuerdo con la experiencia del millonario en el sector financiero, el hecho de que Janet Yellen, secretaria del Tesoro, haya desechado la posibilidad de proteger a todos los bancos por igual presionará más al desempeño de las instituciones crediticias, algo nada saludable para el momento por el que atraviesa la economía estadounidense.
“Este es un gran error. Estamos sufriendo heridas autoinfligidas”, escribió a través de su cuenta oficial de Twitter.
Asimismo, Ackman señaló que varios bancos pequeños podrían resultar afectados en los próximos meses.
“Cuanto más tiempo se permita que continúe esta crisis bancaria, mayor será el daño a los bancos más pequeños y su capacidad para acceder a capital de bajo costo”, subrayó.
De manera poco optimista, el magnate no vislumbra cómo pueda mejorar la situación financiera en tanto exista la posibilidad latente de que más bancos se encuentren en una situación de presión y vulnerabilidad como la experimentada hace unos días por el Silicon Valley Bank.
“La confianza se gana a lo largo de muchos años, pero puede desaparecer en unos pocos días. Me temo que nos dirigimos a otro choque de trenes. Con suerte, nuestros reguladores lo harán bien”, indicó.
Hasta el momento se sabe que, a manera de respaldar su liquidez, varias instituciones crediticias recurrieron al programa de emergencia conocido como Bank Term Funding Program a través del cual consiguieron préstamos que en su mayoría deberán cubrir en 90 días.
Sin embargo, la cantidad de dinero solicitado al parecer se incrementó y ello no es una buena señal para los inversionistas y cuentahabientes, pues la idea de la crisis financiera desatada en 2008 volvió a rondar por sus cabezas, esto a pesar de que los banqueros más poderosos descartan por completo dicha posibilidad.
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