Costa Rica movilizó a más de 14,000 inmigrantes mediante el nuevo “corredor humanitario” con Panamá
Los gobiernos de Panamá y Costa Rica ya tienen los primeros resultados del "corredor humanitario" que establecieron para mejorar la seguridad de miles de inmigrantes que llegan a Panamá, transitan por Costa Rica y continúan su viaje hacia EE.UU.
El “corredor humanitario” establecido entre los gobiernos de Panamá y Costa Rica que inició sus operaciones de traslado seguro de inmigrantes indocumentados a través de los dos países desde el pasado 10 de octubre, ya refleja los primeros resultados en el manejo eficiente de la crisis migratoria causada por el paso de cientos de miles de inmigrantes desde Latinoamérica hacia Estados Unidos.
Las autoridades de Costa Rica movilizaron a más de 14,000 migrantes de frontera a frontera en la primera semana de operación de un plan coordinado con la vecina Panamá, que pretende garantizar un flujo ordenado de estas personas que se desplazan por el continente con destino a Estados Unidos.
Los datos de la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica (DGME) indican que entre el 10 y el 16 de octubre ingresaron desde Panamá un total de 259 autobuses con migrantes, los cuales fueron trasladados hacia el Centro de Atención Temporal para Migrantes (Catem), ubicado cerca de la frontera entre ambos países.
Mediante el operativo los migrantes ingresan desde Panamá en autobuses que los llevan al Catem, donde pueden descansar, asearse, recibir atención médica o abordar otro autobús que los lleva hasta la frontera entre Costa Rica y Nicaragua para que continúen su travesía.
“Esta estrategia marca un antes y un después al asumir una responsabilidad de forma compartida entre ambos países y una gestión fronteriza eficiente. La migración es una realidad internacional por lo que no debemos ni podemos asumirlo solos, debe de existir comunicación en los países de la región para el logro de un objetivo en común que es este paso controlado y seguro”, manifestó la directora de Migración de Costa Rica, Marta Vindas.
Este operativo acabó con la situación que se presentaba cuando los migrantes que ingresaban a Costa Rica y no tenían dinero para seguir su camino, se quedaban varados en la comunidad fronteriza de Paso Canoas y acampaban en un lote en condiciones de hacinamiento.
Esa situación generó protestas de los habitantes de Paso Canoas y también hubo disturbios cuando la policía realizaba operativos para evitar las ventas ambulantes de los migrantes.
Este jueves hay albergados en el Catem 524 migrantes que presentan condiciones de vulnerabilidad tras su paso por la selva del Darién, zona que sirve de límite entre Colombia y Panamá.
“La permanencia de estas personas por el Catem es corta, ya que quienes cuentan con los $30 dólares del valor del tiquete (de autobús hacia la frontera con Nicaragua), se dirigen de forma inmediata a la zona habilitada para la compra del boleto y abordar el autobús. Quienes esperan por remesas su permanencia es de entre uno o dos días”, aseguró la DGME.
Las autoridades detallaron que las personas que no cuentan con el dinero para el pasaje de autobús se encuentran en una zona de tránsito recibiendo atención y que su situación se valora junto a organismos internacionales.
El dato más reciente de Costa Rica indica que de enero a septiembre de 2023 ingresaron 320,110 migrantes, ante lo que el gobierno declaró emergencia nacional con el fin de agilizar la movilización de recursos para atender la situación.
Los datos oficiales indican que 214,146 (68%) de esos migrantes son venezolanos, seguidos por 37,156 ecuatorianos; 21,255 haitianos; 16,294 chinos; 8,851 colombianos; 2,593 chilenos; 2,536 indios, 2,413 afganos, 2,144 peruanos y 12,722 de otras nacionalidades.
Con información de EFE
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