Preservan recuerdo de joven asesinado Ángel Cano (Fotos)
Un joven mexicano a quien asesinaron en el Barrio de las Empacadoras, en Chicago, es recordado por su familia y compañeros de clase.
Chicago.- Amigos y familiares de Ángel Cano, un joven mexicano a quien le quitaron la vida en el Barrio de las Empacadoras a finales de mayo, compartieron sus memorias y preservan su recuerdo en la secundaria Rudy Lozano Leadership Academy.
“Todo el tiempo yo le decía a él que no debía de ser tan confiado con los amigos y menos en la calle; porque ahí hay mucha violencia y ellos de jóvenes a veces no ven el peligro que corren al salir”, dijo Francisco Cano, el padre de Ángel.
El martes 22 de mayo, oficiales de policía respondieron a una llamada de disparos en la cuadra 4300 al sur de la calle Paulina, en el Barrio de las Empacadoras. Al llegar encontraron a Cano con varios disparos en su cuerpo, según informes de prensa. Fue declarado sin vida en la escena.
La familia contó que esa tarde Cano salió a verse con unas amistades en el parque Davis Square. Informaron que el responsable ya fue arrestado.
“Siempre él fue enfocado en lo que él quería y nunca tuvo problemas, ni con los vecinos, ni con los hermanos”, dijo su padre, quien agregó: “En la cuadra todos lo recuerdan por eso”.
“No podemos dejar que maten a más personas inocentes. Ellos [los jóvenes] son el futuro de mañana y desgraciadamente les están quitando la vida y nadie hace nada para pararlo”, dijo Rosa Lanteros, tía de Ángel.
Ángel Cano nació en León, Guanajuato, y vino a los Estados Unidos cuando tenía ocho años.
Anteriormente asistía a la secundaria Kelly; pero sus padres decidieron trasladarlo a la Rudy Lozano ya que otros jóvenes lo habían amenazado con golpearlo. Cuando la familia alertó a los maestros éstos le dijeron que no podían hacer nada, mencionó el padre.
A pesar de que Cano no llegó a terminar su primer año en la Rudy Lozano, muchos de los maestros y compañeros se encariñaron con el joven de 16 años.
Unas 20 personas, entre amistades, compañeros de clases y familiares, se reunieron el 6 de junio en la secundaria para compartir con La Raza sus recuerdos y el cariño que sentían por Ángel.
Sus amigos lo describieron como un joven con energía, motivador, chistoso, coqueto y cantautor. Su padre dijo que era muy trabajador, que le gustaban los corridos, cantar la canción ‘La de la Mochila Azul‘, y decía querer ser como Vicente Fernández.
“Él andaba con una banda que se llama Banda Perla Bonita y ya estaba ayudándoles cantando la segunda voz”, comentó el padre con tristeza en su mirada.
Celestino Vía, de 17 años, dijo que a “Ángel le gustaba jugar soccer y cantar corridos”. Algunos de sus cantantes favoritos eran Chalino Sánchez y La Banda Limón.
Para Yesenia Pupo, de 18 años, la enseñanza más importante que le dejó Cano fue “apreciar a todos los que ves todos los días, todas las personas que tienen algún tipo de rol en tu vida y no darlos por sentado”.
“[Ángel] no era sólo un muchacho que tenía 16 años, al que le dispararon y mataron; él era mucho más que eso para todos nosotros”, enfatizó Pupo con lágrimas en sus ojos.
“Siempre me entero de niños siendo asesinados, gente a quienes les disparan y se mueren”, dijo la estudiante Tiffany Talley.
“Pero con Ángel me hizo cambiar la forma en que pienso sobre ciertas cosas. Siempre [la violencia] era otro mundo para mí, no estaba en mi vida; pero ahora veo que sí está es nuestras vidas y es nuestra responsabilidad hacer algo”, afirmó Talley.
Sadrac Colmenero, de 17 años, dijo: “cada día que yo veía a Ángel en la clase me daba mucha motivación, no sé que [impresión] le di porque él me comenzó a llamar ‘Rambo‘ y cada vez que me decía ‘¿cómo estás Rambo? ¿que pasó?’ Me hacía sentir bien poderoso, como que voy a ser alguien fuerte y eso nunca se me va a olvidar”.
“Llevábamos desde el semestre pasado tratando de organizar un evento y como no nos poníamos las pilas ya era el día antes de que teníamos que presentar el evento que íbamos a hacer y nadie se animaba”, dijo Miguel Guevara, maestro de historia.
“Me frustré un poco porque habíamos aplicado por una beca, nos habían dado el dinero y me enojé un poco con ellos; pero Ángel luego me vio y enfrente de todos me dijo ‘don’t give up on us'”, recordó Guevara.
El maestro dijo que desde entonces su prioridad es tener fe en todos los muchachos de esa escuela, ya que si están allí es porque quieren superarse.
La academia tendrá un torneo de futbol junto a otras escuelas el 21 de junio en honor ajóvenes que han muerto por la violencia en Chicago, incluyendo a Ángel.
También tienen previsto dedicarle el patio de la escuela, que está en remodelación, un mural hecho por los estudiantes, y una marcha en el vecindario.
A Ángel le sobreviven tres hermanos, de 13, 11 y seis años. La familia Cano enterró a Ángel en León, Guanajuato, y contemplan mudarse de vecindario debido a la violencia.