Hombres con niveles bajos de testosterona tienen más probabilidades de morir prematuramente
Los niveles bajos de la testosterona están asociados con un mayor riesgo de mortalidad. Una investigación destaca la compleja interacción entre la testosterona y la salud cardiovascular, así como la importancia de mantener niveles óptimos para una vida más larga y saludable
Se estima que alrededor del 30% de los hombres de entre 70 y 80 años sufren niveles bajos de testosterona. Crédito: Mama Belle and the kids | Shutterstock
Durante décadas, se ha sostenido la creencia de que la testosterona, la hormona emblemática de la virilidad masculina, podría acortar la vida de los hombres. Sin embargo, un reciente estudio publicado en el prestigioso Annals of Internal Medicine desafía esta noción arraigada.
El estudio, liderado por un equipo de la Universidad de Australia Occidental, amalgamó los resultados de 11 estudios de alta calidad, conocidos como metanálisis, que investigaron el impacto de los niveles de testosterona en la esperanza de vida masculina.
Estos estudios, que siguieron a los participantes durante un período mínimo de cinco años, revelaron un hallazgo sorprendente: los hombres con niveles más bajos de testosterona tenían una mayor probabilidad de fallecer.
Si bien la muerte en este estudio fue atribuida a diversas causas, una tendencia notable señalaba hacia las enfermedades cardíacas, que continúan siendo la principal causa de mortalidad masculina a nivel global.
Se plantea un vínculo intrigante entre los niveles de testosterona y la salud cardiovascular, ya que se sabe que la misma fisiopatología subyacente que conduce a las enfermedades cardíacas puede contribuir a la disfunción eréctil, actuando como un marcador temprano de problemas cardíacos.
La disminución natural de los niveles de testosterona, que ocurre a medida que los hombres envejecen, se ha denominado a menudo como la “menopausia masculina” o “andropausia”. Este declive hormonal, que se estima en aproximadamente un 1% por año a partir de los 30 años, puede estar influenciado por diversos factores, incluidas las enfermedades crónicas.
Testosterona y enfermedades
Una limitación del estudio radica en su incapacidad para determinar una relación causal directa entre los niveles bajos de testosterona y un mayor riesgo de mortalidad. Es plausible que la testosterona disminuya como resultado de enfermedades subyacentes, actuando como un marcador de una salud debilitada y una mayor probabilidad de fallecer.
La situación de los pacientes con cáncer de próstata proporciona una perspectiva esclarecedora. La terapia para reducir los niveles de testosterona, si bien puede ser efectiva en el tratamiento del cáncer, ha sido asociada con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, ilustrando la compleja interacción entre la testosterona y la salud cardiovascular.
Determinar qué constituye un nivel “bajo” de testosterona es un desafío en sí mismo. Los estándares se establecen en base a poblaciones generales, lo que puede no reflejar las necesidades individuales. No obstante, el nuevo metanálisis sugiere que un riesgo elevado de mortalidad es más evidente en hombres con niveles de testosterona excepcionalmente bajos.
Ante los riesgos asociados con los niveles bajos de testosterona, surge la pregunta inevitable: ¿cómo se pueden prevenir?
Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya mantener un peso adecuado, se presenta como el primer paso para preservar los niveles óptimos de testosterona. Sin embargo, cuando los niveles son deficientes, la terapia de reemplazo de testosterona podría ser una opción viable.
Aunque persisten preocupaciones históricas sobre la terapia de reemplazo de testosterona y su impacto en la salud cardiovascular, la evidencia emergente sugiere que esta terapia podría reducir el riesgo de mortalidad por diversas causas, incluidas las enfermedades cardíacas.
A pesar de estos avances, se requiere una investigación continua para comprender plenamente los beneficios y riesgos de la terapia de reemplazo de testosterona en la salud masculina.
Este estudio desafía las percepciones convencionales sobre la testosterona y plantea la posibilidad de que mantener niveles óptimos de esta hormona podría ser un factor crucial para una vida más larga y saludable para los hombres.
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